Análisis The Elder Scrolls: Blades, un desafortunado spin-off (Switch)
De la inmensa cantidad de series relacionadas con el género de los RPG que han aparecido durante los últimos años, The Elder Scrolls es posiblemente una de las que más adeptos ha conseguido amasar. Esta obra de Bethesda nos ha dejado varias entregas memorables, consideradas de hecho como de lo mejor de los últimos tiempos… algo que por desgracia no ha sucedido con el título que tenemos aquí. The Elder Scrolls: Blades es un port directo para Switch del mismo título diseñado para sistemas móviles ambientado en la famosa franquicia. Un juego que si ya no terminó de convencer en absoluto a los poseedores de dichos dispositivos móviles, en su paso a la consola de Nintendo se convierte en una demostración de lo que no debe hacerse con una serie tan magnífica.
Resulta duro realizar una afirmación como la que vamos a efectuar ahora mismo, pero lo cierto es que nos parece necesario hacerlo para que nadie se lleve una sorpresa desagradable: estamos ante una de las propuestas más aburridas, toscas, descuidadas y poco agraciadas de las que están disponibles en la consola de Nintendo.
Un título que si bien no probamos en su versión original para móviles, desde luego jamás debería haber aparecido en Switch bajo ningún concepto por la amplísima cantidad de defectos y desajustes que ostenta, donde casi lo único salvable es el apartado sonoro, algo de su narrativa… y nada más. Un título muy pobre en general que, además, da grima ver cómo en su título figura el nombre de una serie tan querida como The Elder Scrolls.
El argumento, al menos de primeras, no está mal tirado y se convierte como os hemos comentado hace un instante en uno de los pequeños alicientes que nos aguarda esta aventura para seguir avanzando. Eso sí, el mismo va perdiendo fuerza a medida que progresamos en la historia, dado que la narrativa sólo va expandiéndose mediante conversaciones poco inspiradas con personajes secundarios, unas charlas que tienen lugar en inglés con subtítulos en nuestro idioma. Como un miembro de la llamada hermandad de Las Cuchillas (The Blades), somos desterrados a nuestro pueblo de origen… el cual ha sido a su vez destruido por orden de la Reina de Sangre (Bloody Queen). A partir de aquí nos toca reconstruir dicha aldea y tratar de dar con los responsables.
Un free to play que no hace honor a la saga
En lugar de estar ante una aventura de estilo tradicional en cuanto a su disposición comercial se refiere, en este caso nos encontramos ante un título de carácter free to play. Un tipo de juego que en Switch presenta multitud de exponentes y que, en bastantes casos, han terminado cuajando entre los usuarios y demostrando que este tipo de propuestas, cuando están bien diseñadas, pueden acabar dando frutos muy llamativos. Por desgracia, estamos justo ante el caso totalmente opuesto, es decir, ante un F2P arraigado en el pasado que hace todo lo posible por dificultar el avance del jugador para tratar de conseguir de una forma burda y torpe que se deje la mayor cantidad de dinero real. Y lo peor de todo es que, si dijéramos que lo que nos ofrece a cambio de nuestro dinero es interesante, tendría un pase (es un F2P al fin y al cabo) y sería muy comprensible. Pero dada la escasa ambición y el aburridísimo planteamiento general que pone en juego esta obra, resulta hasta molesto que te insten a gastar dinero una y otra vez por semejante mediocridad.
Estamos ante una aventura que transcurre bajo una perspectiva subjetiva en la que debemos avanzar por escenarios no especialmente variados… y para lo que suele ser habitual en esta franquicia, muy pasilleros. El camino que debemos seguir está marcadísimo y si bien a nosotros nunca nos ha parecido que eso mismo sea algo necesariamente malo, en este caso y dados los precedentes se nos antoja como un error. Pero bueno, lamentablemente no es lo peor que posee el título. Uno de nuestros cometidos primordiales tiene que ver con la reconstrucción del pueblo. Comenzando por el ayuntamiento y siguiendo con otros locales y construcciones como la armería y demás, tenemos que ir rehabilitando nuestra aldea progresivamente. Una labor que resulta aburridísima debido a lo simple que resulta, al hecho de tener que ir recopilando materiales durante todo el tiempo y, lo peor, tener que esperar durante molestos intervalos de tiempo a que todo esto vaya ocurriendo.
¿Y qué podemos hacer para acelerar los progresos? Pues ya sabéis, pasar por caja y usar dinero real. Siguiendo con los defectos que posee esta obra, sin duda el tema de los combates tiene su aquel. Sólo es posible pelear uno contra uno contra enemigos que se repiten hasta la saciedad y que, además, nos "deleitan" con unas batallas soporíferas en las que apenas es posible efectuar combos básicos con nuestra arma principal, efectuar alguna que otra magia, realizar parrings muy simples y ya está. Hacía tiempo que no recordábamos habernos cansado tan rápido de un sistema de combate en juego de rol alguno como lo hemos hecho con este, algo que explica a las claras lo defectuoso de su diseño.
Como en todo RPG, la mejora paulatina de las habilidades de nuestro personaje también está presente, si bien se trata de un aspecto (una vez más) poco trabajado y muy simplón, restando mucho interés a dicha progresión. Y si a todo esto le sumamos un control bastante tosco, defectos heredados de su concepto F2P mal integrado y una realización técnica poco conseguida más allá de su ambientación, lo que tenemos ante nosotros es una entrega realmente mala de una franquicia que muchos usuarios adoran. Un capítulo que pensamos que se podían haber ahorrado perfectamente sus desarrolladores porque creemos que no hace ningún bien a esta serie. Si queréis jugar a The Elder Scrolls en Switch, decantaos por Skyrim.
Una conversión innecesaria
Muchas veces nos habréis leído o escuchado afirmar que nos parece innecesaria la presencia de según qué remasterizaciones que nadie ha pedido pero que a pesar de eso, llegan con frecuencia a los sistemas actuales. Pero en esta ocasión se ha dado una vuelta de tuerca a este concepto y, directamente, los usuarios de Switch jamás deberían haber sido "congraciados" con una conversión de un juego para móviles que desde luego no despuntó precisamente por su calidad general. Una obra free to play anclada en errores del pasado, mal diseñada y aburrida como ella sola que no merece la pena que perdáis el tiempo con ella.
Hemos realizado este análisis mediante un código 'Quick Start Edition' proporcionado por Bethesda.