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Género/s: JRPG / Rol
Switch:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Nintendo
Producción: Nintendo
Distribución: Nintendo
Precio: 59.99 €
Jugadores: 1
Formato: Digital y físico
Textos: Español
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Análisis Super Mario RPG, un bonito y fiel remake de un gran clásico de Super Nintendo que por fin habla español (Switch)

Mario regresa a Switch con un fiel remake de su primera aventura rolera que, además de estrenar por fin traducción al español, mantiene intacta su capacidad para divertir y sorprender.
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Actualizado: 20:22 15/11/2023
Análisis de versión Switch.

Chrono Trigger, Chrono Cross, Xenogears, Trials of Mana, Live A Live Parasite Eve, Final Fantasy VI, Earthbound, Final Fantasy Tactics, Fire Emblem, Dragon Quest III… Todos estos juegos tienen dos cosas en común: que son auténticos clasicazos y que nunca llegaron al mercado europeo en sus plataformas originales. Sí, a día de hoy puede resultar difícil de creer que títulos de esta talla no tuviesen un lanzamiento internacional, pero la triste realidad es que en el pasado nos dejaron sin la oportunidad de catar auténticas maravillas.

Por suerte, las cosas ahora son muy distintas y poco a poco nos han ido llegando estas joyas perdidas, ya sea mediante relanzamientos en plataformas más modernas, la proliferación de las consolas virtuales, remasterizaciones o incluso remakes. Todavía hay juegazos inéditos para el público del Viejo Continente, pero no se puede negar que la situación ha cambiado de forma muy positiva.

Sin lugar a dudas, uno de los juegos que más nos dolió perdernos en su momento fue Super Mario RPG, un ambicioso proyecto para Super Nintendo con el que Squaresoft y Nintendo unieron fuerzas para llevar al personaje más icónico de la industria al terreno del rol japonés, una idea que por aquel entonces podía parecer extraña y disparatada, pero que resultó ser todo un acierto. No en vano, el resultado final fue el de un RPG sobresaliente, divertidísimo, con mucho humor y con unos combates muy dinámicos cuyas mecánicas influenciaron a un buen número de obras posteriores.

Siendo justos, a día de hoy no es un título precisamente inédito en nuestros lares, ya que estuvo disponible en la consola virtual de Wii y fue uno de los juegos incluidos en Super Nintendo Mini, pero no es fácil olvidar que hace casi 30 años una superproducción protagonizada por Mario y desarrollada por una de las compañías más importantes y aclamadas del sector se quedó sin pisar suelo europeo.

Por eso, recibir ahora un remake de Super Mario RPG para Nintendo Switch es un acontecimiento muy importante y con un significado muy especial para nuestro mercado, pues termina de cerrar el círculo al darle una nueva oportunidad para brillar y ser descubierto por primera vez por muchísimos jugadores, quienes van a poder descubrir no solo los orígenes roleros de nuestro fontanero favorito, sino también una aventura que ha envejecido como el buen vino y que sigue divirtiendo como el primer día.

La misma esencia y diversión de siempre en un nuevo envoltorio

Lo primero que debéis saber es que esta nueva versión es extremadamente fiel a la de SNES. Tanto es así que podríamos decir que nos encontramos ante exactamente el mismo juego, pero con un apartado gráfico completamente nuevo, algunos ajustes en el sistema de combate y varias mejoras de calidad de vida.

Como remake, difícilmente podría ser más fiel tanto en lo jugable como en lo audiovisual.

De este modo, volveremos a disfrutar de una aventura de rol muy ligera en la que deberemos explorar mazmorras, visitar ciudades, ganar puntos de experiencia para subir de nivel, obtener tesoros y piezas de equipo y, por supuesto, luchar en dinámicos combates por turnos. Y todo ello manteniendo la misma cámara isométrica, el mismo diseño de niveles, las mismas mecánicas, los mismos secretos, los mismos diálogos y la misma historia.

A diferencia de otros títulos del género, Super Mario RPG no se caracteriza por tener un guion especialmente profundo o una trama apasionante, ya que lo que nos cuentan no podría ser más simple y básico. En cambio, la fortaleza de su narrativa reside, sobre todo, en su decidida apuesta por el humor y en el carisma que desprenden sus personajes. Es uno de esos juegos que te dibujan una sonrisa en la cara de principio a fin con sus divertidos chistes, sus constantes parodias y guiños al universo del fontanero y con las desternillantes situaciones en las que nos veremos inmersos a cada paso que demos.

Sin entrar en muchos detalles, aquí nos tocará acompañar a Mario y compañía en su misión de salvar el Reino Champiñón de la Banda de Fraguo, un grupo de villanos que está sembrando el caos por todas partes. Como podréis suponer, a lo largo de nuestro viaje viviremos mil y una aventuras, liberaremos ciudades, lucharemos contra poderosos enemigos, participaremos en un buen puñado de minijuegos, resolveremos problemas de todo tipo, nos toparemos con diversos rompecabezas y pondremos a prueba las dotes de salto de nuestro héroe en pequeñas secciones de plataformas.

El mapamundi recuerda al de los juegos de plataformas de Mario.

Si hay algo que destaca del título es precisamente el ritmo de su desarrollo, ya que nunca dejan de ocurrir cosas y siempre se nos están presentando nuevas situaciones. Tan pronto estaremos explorando unas minas que recorriendo un río sobre un barril, buscando pistas para averiguar una contraseña, participando en carreras de Yoshis, componiendo música saltando sobre renacuajos en un estanque o averiguando el camino en un laberinto en el que todas las salas tienen el mismo aspecto.

Esta es, sin duda, una de las mayores virtudes del juego, pues hace de nuestro viaje una experiencia frenética, divertida, dinámica y tremendamente variada que pone la narrativa al servicio de la jugabilidad y no al contrario, con diálogos y secuencias de vídeo muy breves que nunca nos arrebatan el control más de dos minutos seguidos.

Todo esto se ve potenciado por un diseño de niveles fantástico en el que el botón de salto tiene un gran protagonismo, lo que aporta un extra de verticalidad a la exploración no muy habitual en este tipo de títulos que le sienta de maravilla y encaja de lujo con el personaje. Además, cada mapa suele tener sus peculiaridades y mecanismos propios, por lo que nunca vamos a tener la sensación de estar recorriendo simples salas y pasillos mientras nos pegamos con enemigos y buscamos el camino a seguir.

A lo largo de la aventura participaremos en muchísimo minijuegos distintos.

Hablando de combates, estos siguen siendo por turnos y su principal peculiaridad reside en el hecho de que podemos potenciar nuestros ataques si pulsamos un botón en el momento justo en el que nuestro personaje vaya a impactar al enemigo, algo que también podemos hacer para defender y reducir el daño recibido. Ahora puede no parecer muy novedosa, ya que es una mecánica que han adoptado muchos RPG que se lanzaron a posteriori y que ha ido evolucionando con el paso del tiempo, como bien demuestran las diferentes entregas de Mario & Luigi o el reciente Sea of Stars, pero en 1996 fue bastante sorprendente y nos hizo mucho más partícipes de lo que ocurre durante los enfrentamientos de lo que era habitual en la época, obligándonos a aprendernos tanto las animaciones de nuestros héroes como las de nuestros adversarios.

Las novedades

Como veis, estamos ante un remake que recrea al dedillo y con mucho mimo el clásico de SNES, aunque esto no quiere decir que no haya novedades. La mayoría de ellas están, precisamente, en las batallas, como bien demuestra la inclusión de un medidor de combo, las nuevas técnicas triples o el efecto adicional que tienen ahora los golpes críticos.

La mayoría de novedades jugables están en los combates.

Sobre esto último, cabe señalar que, al igual que en el original, existen dos tipos de ataques y bloqueos potenciados. Según lo precisos que seamos al pulsar el botón al atacar, haremos más o menos daño, y si conseguimos cuadrarlo de forma perfecta efectuaremos un poderoso y devastador golpe crítico que ahora, además de quitar más puntos de vida, también tiene efecto de área, por lo que afecta a todos los enemigos que haya en pantalla. Por su parte, si lo que hacemos perfecto es un bloqueo, reduciremos cualquier tipo de daño a 0, algo que se mantiene igual que en la versión de 16 bits.

Por otro lado, si encadenamos ataques y bloqueos potenciados, sean perfectos o no, aumentaremos un contador de combo que nos recompensará con mejoras a nuestros atributos que dependerán de los personajes que usemos, haciéndonos cada vez más letales y peligrosos. Esto también está relacionado con el nuevo medidor de técnicas triples que se ha añadido, el cual se rellenará más deprisa conforme aumentemos el número del combo. Tal y como su propio nombre indica, si llenamos al 100 % este indicador podremos poner en práctica un movimiento especial en el que participará todo nuestro grupo y cuyos efectos dependerán del trío de héroes que estemos usando en ese momento. Esto incluye cosas como hacer muchísimo daño a todos los enemigos o volvernos invulnerables a un ataque.

A primera vista, todo esto suena muy bien, ya que parece añadir algo más de dinamismo a los enfrentamientos y nos da más incentivos para jugar bien, aunque la realidad que nos hemos encontrado es que si el original ya era un RPG muy facilón, este remake lo es incluso más, permitiéndonos acabar con la mayoría de enemigos, jefes incluidos, en unos pocos turnos sin sudar lo más mínimo. Y si aprendemos a dominar los golpes críticos, no nos vamos a tener ni que preocupar de priorizar blancos o desarrollar un mínimo de estrategia, pues nuestros impactos arrasarán con todo lo que haya en pantalla.

Las técnicas triples dependerán del grupo de personaje que estemos usando, lo que también varía sus efectos.

Esto se ha intentado compensar con la introducción de los rivales difíciles, unas versiones más fuertes de los adversarios normales que pegan y aguantan mucho más, pero que llegados a cierto punto de la aventura tampoco suponen ninguna diferencia. Al menos, gracias a ellos podremos obtener monedas verdes con mayor facilidad, evitándonos así los largos y tediosos "farmeos" de minijuegos que teníamos que hacer en SNES para conseguirlas.

Por desgracia, estas novedades tampoco consiguen enmascarar la falta de profundidad de los combates, otro de los problemas que tenía la aventura original. Es un juego donde la mayoría de magias y el sistema de debilidades y resistencias elementales acaban siendo relegados a algo muy testimonial y anecdótico, ya que los ataques potenciados suelen ser mucho más efectivos, hacen más daño y no consumen Puntos Flor, los cuales son globales para todo el grupo y pueden ser utilizados por algunos personajes para curar, algo que en el caso de Peach nos hará prácticamente inmortales, pues sus hechizos sanadores siguen siendo una auténtica salvajada, tanto por su potencia y efectos como por su bajísimo coste de uso.

Al final, combatir es divertido por el hecho de tener que aprendernos las animaciones tanto de nuestros héroes como de nuestros contrincantes, lo que hace que siempre tengamos que estar atentos a lo que sucede durante una refriega, pero si buscáis unas batallas con un mínimo de estrategia, es posible que esta propuesta os sepa a poco y os acabéis pasando todo el juego a base de ataques normales y alguna que otra cura cuando toque sin que nadie os llegue a toser o a poner en aprietos. No hablamos solo de que no hayamos estado ni cerca de ver la pantalla de fin de juego, hablamos de que no nos han llegado a liquidar siquiera a un solo personaje en las 11 horas que nos ha durado la historia principal, lo que hace que la inclusión de un nuevo modo de dificultad casual nos resulte un tanto desconcertante.

Se agradece la inclusión de nuevas mecánicas en los combates, aunque acaban facilitando demasiado las cosas.

En otro orden de cosas, una de las grandes novedades de este remake la tenemos en la inclusión de un nuevo postgame donde esperan nuevos desafíos que no estaban presentes en el original, aunque os advertimos que, en líneas generales, nos ha parecido muy desangelado, un tanto vago y no demasiado estimulante, ya que casi todo consiste en volver a enfrentarnos a ciertos jefes de la historia en unos combates más difíciles. Eso sí, os recomendamos hacerlo, ya que justo al final hay una buena sorpresa que compensa tener que pasar por los pasos previos.

Sobre su duración, cabe aclarar que el juego esconde muchísimos secretos y pequeños detalles, así que si queréis verlo todo, postgame incluido, la cifra se puede elevar hasta las 18 horas aproximadamente. Sigue siendo un título muy corto para ser un RPG, pero os lo vais a pasar realmente bien con él mientras os dure.

Sí, se han mantenido los guiños a otras sagas de Nintendo… y a una muy importante de Square Enix.

Tampoco podemos olvidarnos de destacar la introducción de diversas mejoras de calidad de vida, como el hecho de que ahora nos indiquen con un icono el momento exacto en el que tenemos que pulsar el botón para hacer técnicas y bloqueos potenciados, o que los ataques imbloqueables aparezcan marcados como tal. Del mismo modo, cuando un enemigo esté a punto de morir, también nos lo señalarán. Son cosas muy pequeñas, pero que suman y hacen que la experiencia sea más agradable a día de hoy.

Una fantástica y fiel recreación audiovisual

Finalmente, la mayor novedad de todas la tenemos en su apartado audiovisual, el cual se ha rehecho por completo con gráficos en 3D. Eso sí, se ha respetado hasta límites insospechados la estética del juego original, por lo que todo luce de forma muy parecida, lo que incluye su dirección de arte, el diseño de personajes, los escenarios y hasta las animaciones, las cuales reproducen con mucho acierto lo que vimos en Super Nintendo. Eso sí, todo ello con texturas y efectos actuales, una iluminación moderna y unos modelados muy cuidados que en no pocas ocasiones nos han hecho pensar que estábamos ante una película de animación, algo que resulta especialmente cierto en las nuevas secuencias de vídeo que se han creado para mostrarnos los momentos más importantes de la aventura y las técnicas triples. Además, la calidad de imagen es altísima tanto en sobremesa como en portátil, por lo que todo se ve tan nítido y colorido como cabría esperar.

Las nuevas secuencias de vídeo tienen una calidad excepcional. Son dignas de una película de animación.

A su favor también hay que decir lo tremendamente bien y fluido que se mueve todo durante la mayor parte del tiempo (hemos detectado algún que otro tirón en ciertas zonas, aunque no han llegado a afectar a la experiencia de juego), así como lo breves que son todas las cargas, consiguiendo que las transiciones entre los momentos de exploración y los combates sean inmediatas, lo que agiliza mucho el desarrollo de nuestro viaje.

Pero este remake no es solo un juego precioso en lo visual que da en el clavo a la hora de reproducir la estética de SNES con la tecnología de hoy en día, sino que también nos deleita con una banda sonora maravillosa, animada y muy pegadiza compuesta por la legendaria Yoko Shimomura (Street Fighter II, Mario & Luigi, Parasite Eve, Kingdom Hearts, Final Fantasy XV), quien ha regresado para realizar nuevos arreglos instrumentales de todos sus temas, los cuales son toda una delicia. Y si sois unos nostálgicos podéis estar tranquilos, ya que se ha incluido también la banda sonora original para que suene exactamente igual que en la consola de 16 bits, algo que podemos cambiar en cualquier momento desde el menú de opciones. Los efectos también son variados, de calidad y muy reconocibles.

El juego no cuenta con voces de ningún tipo, algo que a veces se echa de menos.

Por último, pero no por ello menos importante, nos toca hablar de la que es, sin duda, la gran noticia para nuestro país: el juego nos llega, por primera vez, completamente traducido al español con unos textos que hacen gala de la calidad a la que Nintendo nos tiene habituados en sus producciones, con montones de juegos de palabras y chistes muy bien adaptados que consiguen que no se pierda en el proceso su descacharrante sentido del humor.

Conclusiones

Super Mario RPG es un juego que sigue siendo enormemente disfrutable casi 30 años después de su lanzamiento original y redescubrirlo a través de este remake ha sido un auténtico placer. Nintendo y ArtePiazza han acertado de lleno a la hora de enfocar esta nueva versión para Switch, reproduciendo con muchísimo acierto, fidelidad y mimo la experiencia que tuvimos en SNES con las ventajas de la tecnología de hoy en día, algo a lo que también hay que sumar ciertas mejoras de calidad de vida y una traducción al español impecable. Sí, es un RPG extremadamente facilón, muy corto y con un sistema de combate demasiado sencillo, pero el encanto y carisma que desprende, lo bien diseñado que está, su variedad de situaciones, su inquebrantable ritmo, su precioso apartado audiovisual y lo divertido que resulta en todo momento acaban por hacer de él toda una joyita que difícilmente os decepcionará.

Hemos escrito este análisis gracias a un código de descarga que nos ha ofrecido Nintendo.

Redactor

NOTA

8.5

Puntos positivos

Su diseño de niveles, su variedad de situaciones y el ritmo de la aventura.
Su descacharrante sentido del humor y su genial traducción al español.
Como remake, acierta de lleno con su apartado audiovisual. Es un juego precioso.

Puntos negativos

La dificultad es casi inexistente.
El sistema de combate, aunque divertido, peca de ser demasiado sencillo.
Para ser un RPG, es un juego muy corto. El nuevo postgame podría haber dado más de sí.

En resumen

Un fantástico, bonito y fiel remake de todo un clásico de Super Nintendo que sigue manteniendo intacta su capacidad para divertir y sorprender.