Análisis Ys X: Nordic, el regreso de la popular franquicia nos lleva esta vez a surcar los anchos mares con un toque nórdico (PS5, PS4, Switch, PC)
Ys es una de las franquicias más longevas que podemos encontrar dentro del mundo de los JRPGs. Puede que Nihon Falcom, la compañía nipona encargada de su desarrollo, no sea de las más populares o conocidas en Occidente, pero lo cierto es que tanto ella como sus licencias más emblemáticas (Ys, The Legend of Heroes) son grandes abanderados de un género que pese a haber sufrido algunos altibajos en las últimas décadas se encuentra hoy más vivo que nunca.
Prueba de ello es el lanzamiento de Ys X: Nordics, aparecido originalmente en el país del sol naciente en 2023 y que ahora, tras una dilatada espera, llega al mercado occidental con la promesa de mantener intactas las señas de identidad de la franquicia, añadiendo importantes novedades en lo que respecta a la mecánica de juego. Lo hace tras haber obtenido un gran resultado en los últimos dos capítulos que hemos podido disfrutar: Ys VIII: Lacrimosa of Dana e Ys IX: Monstrum Nox. Como podéis comprobar en los respectivos análisis que os ofrecimos en su momento, estos capítulos comparten al menos dos aspectos: por un lado, un motor gráfico bastante humilde que, pese a ciertas mejoras, no termina de despuntar; y por el otro, la ausencia de una traducción al español, algo que la comunidad de jugadores ha lamentado por motivos de sobra evidentes.
Como seguramente son los dos puntos que más llamarán la atención tanto de expertos como de primerizos, empezaremos este análisis abordando eso que se suele definir como el elefante en la habitación: Sí, Ys X: Nordic llega al mercado español en inglés con voces en anglosajón o japonés; y sí, el motor gráfico, pese a que ha mejorado en algunos aspectos, sigue estando por debajo de lo que solemos encontrar en los lanzamientos de la actual generación de consolas.
¿Quiere decir esto que no vale la pena disfrutar de él? En absoluto. Si por algo se caracteriza la última creación de Falcom es precisamente por ofrecer una mecánica de juego tan fácil de comprender como de disfrutar, algo distinta de otras ofertas que podemos encontrar en el mercado.
La batalla contra los Griegr
Para entender por qué este Ys X: Nordics sigue la estela de sus antecesores es imprescindible empezar por uno de los pocos elementos que apenas han variado desde su creación: la presencia de Adol Christin, héroe por antonomasia de Ys, sempiterno aventurero adolescente que, junto con algunas caras conocidas por los amantes de la franquicia, vuelve a verse inmerso en una historia destinada a cambiar para siempre su mundo. En esta ocasión son dos facciones las que combaten a cara de perro. De una mano encontramos a los Normans (normandos), una tribu de piratas cuyo trasfondo se encuentra en la mitología nórdica (al menos en parte), y de la otra a los Griegr, una especie de demonios que desde tiempos inmemoriales han representado la mayor amenaza existente contra el ser humano.
Precisamente es el ataque de los Griegr a una comunidad de humanos lo que desata un conflicto a gran escala. Todo parece indicar que la zona norte de Obelia Bay, nombre del mundo en el que desarrolla la historia, se encuentra en peligro ahora que, por algún tipo de hechizo de procedencia desconocida, los Griegr están convirtiendo a víctimas humanas en peligrosos monstruos para luego desperdigarlos por todo el globo.
Un argumento sin pretensiones
Aunque Adolf es el personaje principal, se puede decir sin miedo a equívocos que la auténtica protagonista de esta historia es Karja, la hija del principal líder de los Normans. Los destinos de ambos personajes quedan ligados a causa del mana, una corriente de energía cuyo uso se reserva para unos pocos elegidos. Cuando decimos "ligados" nos referimos a que ambos están literalmente encadenados y, por tanto, obligados a entenderse y a luchar juntos para derrotar al mal que acecha al mundo. Y aunque no lo harán solos, la mecánica de juego en este caso nos lleva a dejar atrás a los personajes secundarios para centrarnos única y exclusivamente en ellos dos, lo que representa una de las grandes novedades de este capítulo.
Es difícil entrar en más detalles sin desvelar algunas divertidas sorpresas que ofrece el argumento. Sin embargo, no lo es tanto asegurar que su sencillo desarrollo va de menos a más, conformándose con abordar algunos de los clichés a los que el género nos tiene acostumbrados. Tardamos un buen rato en comprender exactamente hacia dónde nos quiere llevar Nordics a nivel narrativo, pero cuando por fin lo hemos hecho, entendemos también que su argumento es poco menos que una excusa para sacar a relucir otros aspectos más importantes, que básicamente son todos los que están relacionados con la mecánica de juego.
El mundo de Obelia Bay se divide en innumerables islas. Para poder llegar a ellas y una vez superados los compases iniciales de la aventura, disponemos de un barco que, por primera vez en la historia de la serie, nos permite no solo navegar a nuestras anchas, sino también disputar divertidos combates navales que recuerdan levemente a los minijuegos que encontramos en otros JRPGs de corte similar. La navegación es, sin lugar a duda, una de las novedades más importantes que ofrece Nordics, ya que gracias a ella contamos con un mundo abierto que podemos explorar, con un buen puñado de secretos en forma de tesoros y de entretenidas misiones secundarias que amplían dentro de lo que cabe la historia personal de los personajes secundarios de la historia.
El control del barco a través del océano es tosco y algo aburrido hasta que comenzamos a dominar las corrientes de aire y, lo que es más importante, obtenemos material con el que mejorar sus prestaciones, tanto a nivel de movilidad como de ataque. Por lo general, mientras nos dirigimos de punto A hacia punto B del mapa, tendremos que hacer frente a buques enemigos que descargan todo tipo de munición contra nuestro barco con el fin de impedir el paso. Estos enfrentamientos, algo desconcertantes en un principio, ganan enteros con el paso de las horas y acaban convirtiéndose en uno de los aspectos más divertidos de la mecánica.
Además de navegar podemos también abordar otros navíos, con lo que se activan distintos retos, ya sea relacionados con batir a un número determinado de enemigos en un tiempo concreto o simplemente con sobrevivir a oleadas de monstruos, por citar algunos ejemplos. La idea principal consiste en explorar las islas para obtener objetos especiales, nuevas habilidades o para conocer mejor el mundo de Obelia Bay. Es entretenido hacerlo y nos llevará un buen puñado de horas completar todo el contenido secundario. En total, terminar la aventura por completo nos llevará entre 40 y 50 horas.
Combate dual
Otro de los rasgos característicos de Ys X: Nordics es su sistema de combate en tiempo real. Como comentábamos anteriormente, en este caso desaparece el habitual grupo de personajes secundarios para centrar toda la atención en dos: Adol y Karja. Aunque al principio da la impresión de que este cambio representa un aspecto negativo, con el paso de las horas descubrimos que, nada más lejos de la realidad, la posibilidad de combinar los ataques entre estos dos personajes da mucho más juego del que cabía imaginar en primera instancia.
Esto se debe a un mecanismo que combina los golpes cuerpo a cuerpo con las habilidades mágicas derivadas del uso del mana. Podemos intercambiar personajes y atacar con ellos de manera individual o emplear los ataques duales, con lo que infringimos mucho más daño a los enemigos mientras nos defendemos de sus golpes. No todo se basa en atacar, sino que tendremos que prestar también especial atención a la defensa y especialmente a los contrataques, algo fundamental para lograr que los numerosos jefes finales a los que hacemos frente muerdan el polvo con relativa facilidad. Si somos capaces de manejar el uso de habilidades especiales con el cambio de personaje en el momento justo además de los contraataques, nos convertiremos en guerreros prácticamente invencibles… al menos, en los niveles de dificultad más asequibles (fácil, normal), dado que, la cosa cambia al seleccionar algunos de los tres más elevados.
El nivel de dificultad que elijamos al comenzar la partida es en este caso muy determinante para definir el tipo de experiencia de la que queremos disfrutar, ya que, si bien en el modo fácil basta con machacar los botones para salir ilesos de los combates, en los más elevados se requiere un uso estratégico tanto del cambio de personajes (uno recupera HP mientras atacamos con el secundario y viceversa) y de los escasos objetos curativos que encontramos por los escenarios. En Nordics también contamos con la posibilidad de crear objetos si hemos localizado previamente los materiales necesarios para ello, así como de comprar y mejorar algunos objetos básicos de nuestro equipo. Junto con ello, tenemos también a nuestro alcance la posibilidad de mejorar los atributos de los dos héroes mediante un sistema de esferas o habilidades que nos permite elegir grosso modo cómo queremos que evolucione nuestro combate (más ofensivo, defensivo o equilibrado).
No es Ys X: Nordics un juego que entre fácilmente por los ojos. Ya lo comentábamos al principio de este análisis y es algo que es importante recalcar: el motor gráfico, especialmente si disfrutamos del juego en PS5, será cuando menos desconcertante para los jugadores que se acerquen por primera vez a la franquicia (aunque no tanto para los que ya la conozcan). Esto se debe en gran parte al pobre uso que se hace de los mapeados y de la escasa decoración que impera en los mismos. Entendemos que Falcom no ha sido una compañía que enfoque su esfuerzo en ese aspecto, pero es difícil negar que solemos transitar por escenarios vacíos, repetitivos y con una definición más propia de hace quince o veinte años que de los tiempos que corren. Nos referimos no al rendimiento en sí del motor gráfico, que no presenta ralentizaciones ni grandes problemas relacionados, sino al aspecto que luce el mundo que descubrimos.
Curiosamente no sucede lo mismo con el diseño de personajes, bastante superior al de anteriores entregas y donde claramente se ha invertido la mayor parte del esfuerzo. Hay que hacer un pequeño esfuerzo para acostumbrarse a la escasa calidad del mar o a la falta de profundidad en los momentos de navegación. Si somos capaces de olvidar este aspecto, podremos disfrutar de unos interiores algo más definidos y de personajes que tienen un aspecto notable. No se trata de algo realmente nuevo en la franquicia, pero, insistimos, es algo que llama mucho la atención y que es importante tener en cuenta. La banda sonora cumple, como de costumbre, ofrece un resultado notable.
Conclusiones
La experiencia que ofrece Nordics nos recuerda a la de los JRPGs menos conocidos de antaño: su gran baza no se encuentra en su argumento o en un motor gráfico de ensueño, sino en su divertido sistema de combate y en todo el contenido que ofrece su peculiar propuesta. Es una aventura que pueden disfrutar tanto acérrimos de la franquicia como aquellos que se acerquen a ella por primera vez, y que adolece principalmente de contar con una importante falta de definición en los mapeados, así como de no traer una traducción al español que facilite la comprensión de la jerga que emplean los personajes. Sin embargo, su particular enfoque marítimo, la exploración de islas y los entretenidos enfrentamientos que disfrutamos hacen de esta una opción muy a tener en cuenta para invertir un buen puñado de horas sin complicarnos demasiado la vida.
*Hemos realizado este análisis gracias a un código de descargada facilitado por Bandai Namco.