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Género/s: Acción / Motos
Fecha de lanzamiento:
PS4, PC, XBOne:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Team 6 Studios
Producción: Maximum Games
Distribución: Badland Games
Precio: 29,99 €
Jugadores: 1
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Inglés
Online: hasta 4 jugadores
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Análisis de Road Rage (PS4, PC, Xbox One)

Un fallido ejercicio de nostalgia con el que no merece la pena perder el tiempo.
·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
Análisis de versiones PS4, PC y Xbox One.

Hay juegos buenos, malos y regulares. Siempre los ha habido y siempre los habrá. Pero creednos que con Road Rage, la nueva creación de Team 6, casi se abre una nueva categoría: los horribles. Sentimos un respeto tremendo por cualquier trabajador sea de la especialidad que sea, y más si está relacionada con este sector. Pero no afirmar que esta nueva producción para PS4, Xbox One y PC es deficiente en todos sus aspectos sería mentir.

Para empezar la historia es de todo menos atractiva. Por motivos que no quedan nada claros, la ciudad ficticia de Subtroit está sumida en el caos más absoluto.

Cada uno de sus distritos está tomado por bandas de motoristas que roban y siembran el terror allá donde pisan, y nos toca lidiar con ellos a lo largo de más de 40 misiones diferentes… o eso creemos.

Sí, porque resulta tremendamente confuso discernir qué objetivos forman parte de la trama principal y cuáles son secundarios. ¿Y qué debemos hacer en cada uno de ellos? Pues desde participar en carreras contrarreloj o de resistencia a demostrar nuestra habilidad dando saltos o acabando a golpes con los adversarios. Sea cual sea nuestra tarea, lo cierto es que cada misión es tan aburrida como carente de interés total, y eso es debido a los múltiples defectos jugables y gráficos que arrastra el título.

Arcade de poca monta

Road Rage es un arcade de motos que trata sin ningún tipo de fortuna de imitar lo disfrutado en esa gran saga de culto que es Road Rash. Nosotros siempre vamos subidos a alguna moto (hay varias entre las que es posible ir escogiendo y personalizando) y, también, vamos armados con algún tipo de objeto contundente (palos, sticks, hachas, etc.) para dar cera a los oponentes que van apareciendo.

Tenemos la posibilidad de golpear a los rivales con objetos contundentes. Un pequeño aliciente.

Sobre el papel es una propuesta por lo menos sugerente, pero ha sido ejecutada con un nivel de acierto nulo en cualquier área en el que nos fijemos. Por empezar por algún sitio, el control no puede ser más simple y soso. Acelerar, frenar y dar mamporros es de lo poco que podemos efectuar, acciones tan poco precisas como realmente toscas. La física de la moto es de risa incluso para tratarse de un arcade, la detección de los golpes es lastimosa y el diseño de los recorridos que debemos ir transitando carece de gracia alguna. Pero hay más.

El sistema de colisiones es un desastre de proporciones increíbles. Hasta tal punto es así, que hemos podido contemplar a los pilotos manejados por la CPU atravesar muros como si nada. Y a esto se suma una IA irrisoria y casi cómica que termina de hundir cualquier atisbo de diversión.

Existen multitud de misiones que podemos cumplir, pero todas ellas son muy aburridas.

¿Existe algún elemento que merece la pena en esta obra? Pues, bueno, posee modo multijugador para cuatro tanto online como local, pero no aporta nada. Y, también, por lo menos tenemos la posibilidad de recorrer una ciudad relativamente amplia que está estructurada por barrios o distritos. Eso sí, no esperéis descubrir ni visualizar nada especialmente atractivo ni bello porque se trata de una producción increíblemente humilde en ese sentido. Hasta tal punto es así que casi está más cerca de un juego de hace dos generaciones (sin exagerar) y no de los más punteros precisamente que de uno para los formatos actuales.

La ciudad está bañada por una capa permanente de niebla que oculta (o trata de hacerlo sin mucha fortuna) el popping exagerado de cualquier objeto que se deja ver en pantalla, ya sea un coche, un árbol, un edificio… y poco más, porque sin duda se trata de una de las urbes más desangeladas que recordamos. Esta limitación técnica tan evidente tendría un pase si para compensar su apartado artístico fuera llamativo, pero no es el caso. Es un juego feo, gris y sin atractivo visual alguno. Y casi mejor no hablar de las animaciones de los personajes, que son tan simples como escasas y mal realizadas.

Técnicamente es así de feo. Olvidaos de las pantallas de prensa porque no tienen nada que ver con la realidad.

El sonido no mejora mucho lo experimentado en el apartado anterior, si bien es cierto que alguna melodía que se deja escuchar por ahí es decente y la voz del narrador (en inglés con subtítulos en español) no es mala… y recuerda sobremanera a la misma que tantas veces hemos disfrutado en la saga Metal Gear de boca de Snake (David Hayter). Una mera anécdota.

Un título olvidable

No vamos a ensañarnos más porque no es ni nuestra intención hacerlo ni haceros perder vuestro tiempo. Sólo debéis saber que se trata de uno de los peores títulos que hemos jugado en mucho tiempo. Una pena que lleguen juegos como éste de vez en cuando…

Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 un código de descarga proporcionado por Deadgood Media.

Colaborador

NOTA

3

Puntos positivos

El escenario que podemos recorrer es bastante extenso.
Podemos ir adquiriendo nuevas armas y motos.
Trata de revivir el espíritu de Road Rash.

Puntos negativos

Innumerables defectos jugables.
Técnicamente es un juego de hace más de una década, y de los humildes.
Su desarrollo es aburrido y predecible.

En resumen

Un juego prescindible que no merece la pena en ningún aspecto. Alejaos de él.