Análisis de Persona 3: Dancing in Moonlight (PS4, PSVITA)
De los spin-offs que se han lanzado de Persona (saga que, a su vez, nació como un spin-off de Shin Megami Tensei), probablemente el más inesperado y extraño de todos fuese Persona 4: Dancing All Night, un juego musical en el que los héroes de la cuarta entrega de la serie lo daban todo en la pista de baile para enfrentarse a las Sombras mientras se desarrollaba una nueva trama argumental en forma de novela visual.
A pesar de que se nos quedó un tanto cojo en lo que a contenidos se refiere, a nivel jugable el título era adictivo y divertido como él solo, por lo que el anuncio de Persona 3: Dancing in Moonlight y Persona 5: Dancing in Starlight nos resultó una sorpresa de lo más agradable, juegos que ya nos disponemos a analizar, empezando por el primero de ellos.
Bailando en el Tártaro
Como podréis suponer, Persona 3: Dancing in Moonlight es un juego musical protagonizado por los personajes de la tercera entrega de esta serie de JRPG.
Por lo tanto, en él tendremos que bailar al ritmo de las nuevas remezclas que se han hecho de algunos de los mejores temas de la banda sonora del título original.
A diferencia de su predecesor, aquí no existe un Modo Historia como tal, así que podremos centrarnos en jugar canciones para desbloquear nuevos temas y contenidos sin necesidad de seguir ningún tipo de trama. A pesar de ello, Atlus sabe que esto es un juego dirigido a los fans, así que se han incluido varias escenas para permitirnos charlar con nuestros compañeros, aunque estas no las podremos ver a menos que cumplamos ciertos requisitos, como jugar una canción mientras un personaje determinado lleva un atuendo personalizado.
No es que estas conversaciones sean ninguna maravilla, pero siempre es agradable reencontrarse con personajes tan carismáticos y con los que hemos vivido tantísimas aventuras para conocerlos un poco mejor.
Entrando ya en lo que es la jugabilidad propiamente dicha, comentar que estamos ante un juego que sigue punto por punto la fórmula de Persona 4: Dancing All Night. A efectos prácticos se podría decir que estamos ante el mismo título, pero con diferentes canciones y personajes, ya que ambos se juegan exactamente igual.
Así pues, desde el centro de la pantalla irán apareciendo notas que se dirigirán hacia algunas de las direcciones que hay señaladas a la izquierda (arriba, izquierda y abajo) o hacia los botones del lado derecho (triángulo, círculo y X). Para acertarlas, simplemente nos bastará con presionar la dirección o el botón indicado en el momento justo en el que dichas notas pasen por encima de estos iconos.
Evidentemente, hay diferentes tipos de notas que nos requerirán hacer una cosa u otra, ya sea realizar una pulsación doble, mantener un botón o presionarlo junto a una dirección de forma simultánea.
Para darle algo de "chicha" al asunto también existen unas notas completamente opcionales en forma de grandes círculos (son como una onda que se va expandiendo) que nos permitirán realizar un scratch si inclinamos el stick derecho en cualquier dirección, aunque también podemos configurar los controles para realizarlos con los botones L1 y R1.
Como decimos, si pasamos de ellas no nos penalizarán de ninguna forma, aunque si conseguimos acertarlas podremos aumentar considerablemente nuestro medidor de combo y, por tanto, nuestra puntuación. Además, a veces aparecen unos scratchs especiales que nos abrirán las puertas para entrar en un modo especial en el que aparecerá nuestro acompañante para bailar junto a nosotros, nuestros puntos se multiplicarán y los fallos no nos pasarán factura durante un tiempo limitado, por lo que tampoco se romperán los combos cuando estemos en este estado.
Aunque no incluya ninguna novedad destacable, lo cierto es que la fórmula jugable sigue siendo divertidísima y a poco que nos gusten este tipo de juegos nos sorprenderemos a nosotros mismos jugando una canción tras otra en diferentes dificultades e intentando superar nuestras puntuación.
Por si no fuese suficiente, a medida que avancemos y juguemos desbloquearemos multitud de modificadores que podremos aplicarnos. Los hay de todo tipo y pueden ser tanto ayudas (por ejemplo, que los Good no nos rompan un combo) como obstáculos (que fallar un scratch sí penalice). Como cabría esperar, las ayudas reducirán nuestra puntuación, mientras que los efectos negativos la aumentarán, aunque ya os avisamos de que estos últimos pueden convertir las canciones en un auténtico infierno con todo tipo de locuras que serán capaces de volvernos completamente locos.
Este sistema fue algo que ya nos gustó mucho en el anterior juego y que aquí vuelve a funcionar genial, permitiéndonos adaptar la dificultad a nuestro gusto y necesidades, lo que a su vez potencia muchísimo el valor rejugable de la aventura.
Por desgracia, la lista de canciones no es muy amplia, ya que solo se han incluido 25 temas y muchos de ellos son remezclas diferentes de una misma composición (por ejemplo, hay tres versiones diferentes de "Burn my Dread"), por lo que se echa en falta algo más de variedad y contenidos.
La buena noticia es que los remixes que se han realizado de las mejores canciones de Persona 3 son, en su gran mayoría, de una calidad altísima, recogiendo nuevamente esa curiosa mezcla de jazz y hip hop para darle un toque más movido y electrónico que las haga más "bailables". Como decimos, la mayoría son auténticos temazos y en sus versiones completas, así que preparaos para jugar canciones que duran entre tres y cinco minutos, todo un reto para nuestra concentración en las dificultades más altas, especialmente si utilizamos modificadores.
Cabe destacar que no todas las composiciones provienen exactamente de la tercera entrega, ya que también se han añadido algunas provenientes de Persona Q e incluso hay una perteneciente a un concierto que se realizó en Japón. Evidentemente, las remezclas no nos han gustado por igual (las versiones originales nos parecen insuperables), aunque, en general, el nivel es bastante alto, tal y como hemos comentado.
A nivel gráfico nos ha gustado muchísimo lo fiel que es en todo momento a la interfaz de Persona 3, por lo que las fuentes y la disposición de los menús nos recordarán inevitablemente a este juegazo, ya que se han reproducido con gran acierto. Por su parte, los personajes están muy bien modelados y sus animaciones son simplemente geniales, lo que en conjunción con la cuidada dirección artística y las elaboradas coreografías consiguen que cada baile sea todo un espectáculo.
Conclusiones
Persona 3: Dancing in Moonlight es un juego musical muy divertido y disfrutable que únicamente se ve lastrado por una lista de canciones algo limitada y no muy variada, lo que acaba por pasarle factura a medio y largo plazo. A cambio, nos ofrece una fórmula jugable muy adictiva y que ya ha quedado demostrado que funciona perfectamente, por no hablar de que a nivel musical es la mejor entrega de esta serie de spin-offs rítmicos. Si os gusta el género y sois fans de la saga rolera de Atlus, aquí tenéis una compra muy recomendable y atractiva.
Hemos realizado este artículo gracias a un código de descarga para PS4 que nos ha facilitado Koch Media.