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PS4:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Other Ocean Interactive
Producción: Sony
Distribución: Sony
Precio: 29,99 €
Jugadores: 1
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Español
Online: -
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Análisis Medievil Remake, este muerto está muy vivo (PS4)

Uno de los mayores clásicos de la primera PlayStation regresa a la vida con un remake muy fiel, pero al que le ha faltado algo de ambición.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Análisis de versión PS4.

A finales de 2017, Sony nos dio una de las noticias que más esperábamos: Medievil, uno de los mayores clásicos de la primera PlayStation, regresaría de entre los muertos con un remake para PS4 de su entrega original. Teníamos muchísimas ganas de volver a ver al carismático Sir Daniel Fortesque entre nosotros y esta misma semana la larga espera llega por fin a su final con una recreación extremadamente fiel de la aventura que a muchos nos conquistó en 1998, pero ¿sigue estando a la altura de su leyenda y de nuestros recuerdos?

Videoanálisis

La redención de Sir Daniel Fortesque

Como ya hemos comentado, estamos ante un remake que busca reproducir con mucha fidelidad el juego original, actualizando gráficos, sonido, controles y poco más.

Es un producto que va muy en la línea de lo que hemos visto con Shadow of the Colossus o las trilogías de Crash Bandicoot o Spyro, aunque aquí el título que se ha tomado como base no ha aguantado tan bien el paso del tiempo como los ejemplos que acabamos de mencionar, algo que detallaremos más adelante.

Bienvenido de vuelta, Sir Daniel.

Un detalle importante es que la versión de la que se ha partido es la de PlayStation, por lo que no encontraréis nada que os recuerde lo más mínimo a Medievil: Resurrection, la malograda revisión que se realizó de esta odisea para PSP, algo que nos parece muy positivo, ya que significa que tenemos más y mejores contenidos.

Así pues, su historia nos vuelve a llevar a Gallowmere, una oscura tierra de fantasía medieval en la que Sir Daniel Fortesque es aclamado como un héroe tras dar su vida para derrotar a Zarok, un malvado brujo que intentó conquistarlo todo. Sin embargo, la realidad tras la leyenda es bien distinta, ya que lo cierto es que nuestro protagonista fue el primero en caer en la batalla de un flechazo en el ojo.

Pero tal y como se suele decir, el mal nunca descansa y cientos de años después de su derrota, el hechicero regresa al mundo y lanza sobre estas mágicas tierras un sortilegio con el que despierta a los muertos y controla la voluntad de sus habitantes. Por suerte para todos, esto también provoca que el esqueleto de Fortesque regrese a la vida, teniendo así una nueva oportunidad para redimirse y convertirse realmente en el auténtico héroe de Gallowmere.

El humor es una constante a lo largo de toda la aventura.

La historia, sin ser lo más complejo o apasionante del mundo, funciona muy bien, justificando a la perfección nuestras andanzas por un reino extraño y repleto de personajes de lo más peculiares. Además, el guion tiene muchas dosis de humor y no serán pocas las veces en las que sus diálogos nos sacarán más de una sonrisa con sus constantes burlas y sátiras al género de la fantasía.

Una aventura de otro tiempo

En lo jugable tampoco encontraremos grandes cambios, por lo que volveremos a disfrutar de un juego de acción en el que debemos superar una serie de fases que mezclan con mucho acierto combates, exploración, puzles y plataformas. Lo principal en ellos suele ser eliminar el número suficiente de enemigos para cargar un cáliz, recogerlo para recibir una recompensa (nuevas armas en su mayoría) y buscar la salida, aunque a veces también nos tocará encontrar ciertos ítems clave que deben ser usados en otras pantallas para así poder progresar.

El campo de espantapájaros es uno de los niveles más recordados del juego.

Esta estructura tan particular se ve muy reforzada gracias a un diseño de niveles muy cuidado y, sobre todo, variado. De hecho, aquí tenemos la que es su mayor virtud, ya que si por algo se caracteriza Medievil es por lo diferentes que son todas sus fases entre sí, tanto en temática como en desarrollo. Tan pronto estaremos recorriendo un tenebroso cementerio que esquivando trampas en un campo repleto de espantapájaros con muy malas pulgas, resolviendo acertijos en un laberíntico jardín, luchando contra hordas de locos en un manicomio, evitando dañar a los aldeanos de un pueblo que está siendo controlado por Zarok o "plataformeando" en un barco pirata volador, por mencionar tan solo unos pocos ejemplos.

Ahora los cofres se abren con una animación predeterminada, en vez de dándoles un golpe. En nuestra opinión, era mejor y más rápido el método antiguo.

Gracias a esto, Cambridge Studio fue capaz de diseñar un juego con muchísima personalidad y repleto de pantallas muy recordadas a día de hoy, algo que Other Ocean Interactive, el estudio encargado de este remake, ha querido respetar... tanto para lo malo como para lo bueno, ya que no todos los niveles han aguantado tan bien el tipo y hay ciertas cosas que se podrían haber revisado. Una de ellas son sus jefes finales, extremadamente básicos y fáciles, denotando que son productos de otra época y a los que derrotaremos, en su gran mayoría, casi sin preocuparnos de evitar sus poquísimos ataques.

La acción empujar objetos sigue siendo un tanto incómoda de realizar y poco precisa.

Esto es algo que también se puede aplicar a muchas de sus mecánicas y a los controles. Estos últimos han sido ligeramente retocados para hacer más cómodo el movimiento de Dan, quien ya no gira de forma tan amplia para evitarnos muchas de las muertes absurdas que teníamos en el original al intentar movernos por pasillos estrechos con abismos a los lados. Por desgracia, la cámara y los combates siguen dejando muchísimo que desear. La primera tiende constantemente a situarse en lugares muy poco acertados que dificultan nuestra visibilidad y el cálculo de los saltos, y en los pocos sitios en la que podemos moverla necesitaremos recolocarla manualmente todo el rato para que no nos deje vendidos, algo a lo que acabamos acostumbrándonos, pero que dista de ser lo ideal.

En lo referente a los combates, estos se acaban resumiendo en un incesante aporreo de botones sin mucho sentido y con una cuestionable detección de impactos que acaban por provocar que muchas veces recibamos daño sin poder hacer nada para evitarlo, aunque la dificultad es tan baja y hay tantos lugares para curarse que esto no suele ser una gran traba. Sí que es cierto que la forma de mover la espada de nuestro protagonista es algo distinta y que resulta un poco más fácil mantener a raya a nuestros rivales, pero las sensaciones no son nada satisfactorias a día de hoy. Otro problema derivado de esto es que apenas encontraremos motivos para darle uso a muchas de las armas que conseguiremos a lo largo de nuestra aventura y generalmente todo se suele resumir en espada, martillo y hacha. Hablando del arsenal, nos gustaría destacar la acertada decisión de permitir que nos equipemos con un arma principal y otra secundaria para poder cambiar entre ellas en tiempo real y sin necesidad de abrir el menú.

Un nuevo reto

Como ya hemos comentado, estamos ante el mismo juego que pudimos disfrutar hace más de 20 años: misma historia, mismas fases, mismos jefes, mismos puzles, mismos saltos, mismos enemigos, etcétera. Es decir, si todavía lo tenéis fresco en vuestra memoria, sabréis lo que tenéis que hacer en todo momento y las guías de antaño siguen siendo igual de válidas para esta nueva versión.

Los nuevos retos que nos plantearán las almas en pena son muy variados, aunque son muy fáciles de superar.

Sin embargo, esto no ha impedido que Other Ocean haya intentado paliar con novedades la escasa duración de una aventura que difícilmente suele pasar de las seis o siete horas en una primera partida. Para ello, se les ha ocurrido incluir una serie de coleccionables y retos opcionales que desbloquearemos abriendo un cofre especial en una de sus últimas fases.

Cuando hagamos esto veremos cómo en todas las pantallas aparecerá un alma en pena que nos pedirá que cumplamos su último deseo. Cada uno de estos espíritus nos exigirá que vayamos a un lugar concreto que siempre está en un nivel diferente del que lo encontramos y al llegar allí nos plantearán un desafío. Estos son muy variados, aunque no están especialmente inspirados, y si los completamos todos recibiremos una sorpresa que no os vamos a arruinar. Tenemos que admitir que esta especie de búsqueda del tesoro se nos ha hecho muy entretenida, ya que pone a prueba nuestros conocimientos sobre el juego al obligarnos a averiguar los sitios a los que nos piden que vayamos, algo que no siempre está demasiado claro y para lo que deberemos fijarnos muy bien en los pequeños detalles.

Un remake poco ambicioso

Tal y como era de esperar, su apartado gráfico se ha rehecho por completo para ofrecernos un título a la altura de los estándares actuales, aunque tampoco esperéis algo especialmente deslumbrante en este sentido. Las texturas y modelados son un tanto básicos, la iluminación es extremadamente plana, las animaciones no son nada del otro mundo, la tasa de imágenes por segundo no es del todo estable y a los escenarios no les habría venido mal algo más de detalle. A pesar de ello, el diseño artístico de toda la obra es tan bueno y tiene tanta personalidad que su apartado técnico resulta más que suficiente para que sea un juego que entre fácilmente por los ojos, dejándonos algunas estampas sorprendentemente bellas en ciertos niveles que nos recordarán inevitablemente a una película de animación de Tim Burton.

El diseño artístico del juego sigue siendo sensacional.

Algo que debemos comentar es que al título le falta una capa de pulido, ya que nos hemos encontrado algunos bugs un tanto extraños, como enemigos que se quedan quietos sin hacer nada, cofres ante los que nuestro héroe no conseguía situarse bien para abrirlos, paredes con las que nos quedábamos enganchados e incluso un par de cuelgues. No son errores demasiado frecuentes ni llegan a arruinar la experiencia, pero sí que pasan de vez en cuando y pueden ser ligeramente molestos.

A lo que no podemos ponerle ni una sola pega es a su banda sonora, una auténtica maravilla a todos los niveles. Para esta ocasión se han reorquestado todos sus temas y de los nuevos arreglos se han encargado sus compositores originales, quienes se han asegurado de que todo suene más espectacular y sobrecogedor que nunca. Además, ahora se comporta de forma dinámica, por lo que se va adaptando a lo que va ocurriendo en pantalla. Por supuesto, los efectos también están al mismo nivel.

Finalmente, el doblaje nos llega nuevamente en español, y lo que es más sorprendente todavía: con las mismas voces e interpretaciones del original. Hay una nueva actriz que hace de narradora, ya que se han incluido nuevas líneas de diálogo cuando leemos un libro (en la primera PlayStation eran simples textos), pero todo lo demás suena exactamente tal y como lo recordábamos, incluyendo el marcado acento andaluz del caballero que nos da la Espada Mágica o los piratas latinos.

El doblaje nos devolverá al pasado de un solo golpe.

Esto nos ha dado un puñetazo de nostalgia tan grande que nos ha costado recuperarnos de él, aunque también ha traído consigo algunos problemas inesperados. El mayor de ellos lo tenemos en la inexistente sincronización labial, algo que se extiende también a los gestos y expresiones de los personajes cuando hablamos con ellos, los cuales no se corresponden lo más mínimo con la entonación que tienen las frases. Además, algunas interpretaciones dejan muchísimo que desear y están muy sobreactuadas, con voces que se repiten y que se nota claramente que están leyendo, como en el caso de las brujas.

Conclusiones

Le tenemos muchísimo cariño a Medievil, pero el tiempo no perdona y, al final, lo hemos disfrutado más por nostalgia y los recuerdos que nos evoca que por sus virtudes. No os equivoquéis, sigue siendo una aventura con una personalidad única y un carisma que ya quisieran muchos, y si somos capaces de perdonarle sus defectos disfrutaremos de una experiencia muy entretenida, variada y con mucho encanto. Sin embargo, esos problemas y errores que antes nos resultaba fácil perdonar por ser uno de los primeros juegos que se atrevieron con una jugabilidad 3D, en la actualidad no son nada fáciles de pasar por alto.

Nos encanta que se haya recuperado esta saga, pero este remake pedía a gritos una revisión mucho más profunda y ambiciosa que no se quedase en una simple actualización gráfica, por lo que la sensación que nos ha dejado es la de tratarse de una oportunidad perdida de devolverle toda su gloria y esplendor al gran Sir Daniel Fortesque, un personaje que merece mucho más mimo y cariño que el que aquí se le ha dado y que esperamos volver a ver dentro de no mucho en una aventura completamente nueva que, esta vez sí, le haga justicia.

Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga que nos ha facilitado Sony.

Redactor

NOTA

7.2

Puntos positivos

Una aventura variadísima de principio a fin y con mucha personalidad.
Los nuevos retos y coleccionables alargan un poco más su duración.
La banda sonora es una auténtica pasada.

Puntos negativos

Los combates, los jefes, el "plataformeo" y la cámara no han envejecido especialmente bien.
La nueva Cámara de Dan no aporta nada.
Muy poco ambicioso a nivel técnico y con algunos bugs.

En resumen

Un remake muy fiel pero poco ambicioso de una de las aventuras más recordadas de la primera PlayStation.