Análisis Wreckreation, Burnout Paradise en un mundo contraproducentemente abierto (PC, Xbox Series X, PS5)
Three Fields Entertainment, el pequeño estudio fundado por veteranos de Burnout y Need for Speed, regresa con un proyecto que es pura pasión por la velocidad y el caos. Tras su saga Dangerous, con dos Dangerous Zone (tres si contamos el de golf) y un Dangerous Driving, que recuperaban el modo Crash y las carreras clásicas de la saga Burnout, ahora vuelven con un nuevo título que no sólo quiere recuperar, sino innovar.
Un alma Burnout en un mundo demasiado grande
Wreckreation es un juego arcade de carreras en mundo abierto, que, como su nombre sugiere, ofrece una mezcla entre destrucción y creatividad, un sandbox para diseñar rampas imposibles, volar por los aires y competir con amigos en un gigantesco mapa abierto. Es un homenaje directo a Burnout Paradise, pero también un experimento que se atreve a romper las reglas e innovar dentro de un género bastante estancado.
Wreckreation es un juego extremadamente Burnout. Desde el primer segundo, los derrapes, los choques, el turbo y los takedowns transmiten esa sensación arcade pura que la saga de Criterion dominaba hace dos décadas.
La física, son estar a la altura de su predecesor, es precisa y divertida, los choques son espectaculares y los controles —afinados casi a la perfección— evocan directamente a los mejores tiempos de Burnout 3: Takedown o Revenge.
El diseño de misiones es 100% Burnout Paradise. Encuentra diferentes misiones por el mapa (contrarreloj, carreras, furia al volante...), quema rueda, y juega. Rompe carteles (aunque cada uno puede requerir un salto concreto para romperlos), persigue a ciertos coches y hazles un takedown para añadirlos a tu colección, rompe vallas, supera los récords de tus amigos... Aquí no hay sorpresas.
Sin embargo, la mayor diferencia está en el escenario. En lugar de los circuitos urbanos cerrados y repletos de tráfico de antaño, Wreckreation se desarrolla en una isla gigantesca, de más de 400 kilómetros cuadrados, con carreteras amplias, autopistas rectas y enormes tramos sin tráfico. Y es precisamente ahí donde el juego pierde parte de lo que hacía tan intensos los Burnout clásicos: el riesgo constante de chocar, esa tensión que hacía cada en cada curva nos pudieran reventar. Aquí el espacio es tan grande que, salvo en eventos concretos, el peligro se disuelve entre tanto asfalto vacío, por mucho tráfico que haya.
Incluso si nos centramos en los Burnout «modernos» (Paradise y Need for Speed: Most Wanted (2012)), las ciudades son infinitamente más densas, con atajos rebuscados, múltiples alturas, y pruebas en cada esquina. Aquí no tenemos nada de eso, y nos parece esencial para recrear lo que hizo de la saga, ya sea pre o post Paradise, esa experiencia que echamos tanto de menos.
El poder de crear
La gran apuesta de Wreckreation está en su modo de creación "Live Mix", un sistema que nos permite colocar rampas, bucles, plataformas o circuitos en el aire en cualquier parte del mapa. Es como un Trackmania de mundo abierto mezclado con el ADN de Burnout Paradise. Podemos construir pistas imposibles, modificar el clima, alterar la hora del día o incluso crear desafíos personalizados que otros jugadores pueden probar o remezclar a su gusto.
El concepto es fantástico, y con amigos, es una auténtica locura. Las partidas multijugador —de hasta ocho jugadores— son puro caos creativo, donde cada rampa mal colocada puede acabar en una cadena de explosiones y risas. La cosa es que no es muy competitivo, sino más creativo. Si disfrutasteis esa época maravillosa de Burnout Paradise online, juntándote con gente para hacer trompos y dar volteretas para ganar puntos, seguramente vas a disfrutar de Wreckreation al máximo. Si eres de los que venía a Burnout a correr... quizás no tanto.
Aun así, el sistema de compartir creaciones es limitado. Podemos invitar amigos y dejarles modificar el mundo, pero no hay un buen sistema centralizado para descubrir o descargar circuitos creados por otros jugadores, lo que hace que el contenido generado por la comunidad, una de las grandes bazas del concepto, se quede a medio gas. Se supone que las creaciones de tus amigos aparecen en el mapa, pero al no haber salido todavía, no hemos podido probar esto bien.
El progreso y la recompensa
A medida que jugamos, vamos desbloqueando nuevos vehículos, piezas y objetos para Live Mix. El problema es que el juego tarda bastante en mostrar su verdadero potencial. Las primeras horas se hace un poco lentas, y las carreras, aunque muy divertidas, carecen de la chispa de los Burnout clásicos por culpa del mapa. No hay tráfico denso, ni curvas ajustadas, ni esa sensación de inminente colisión que hacía cada victoria un pequeño milagro. No nos malinterpretéis: es un juego muy divertido, y hacer takedowns sigue siendo extremadamente satisfactorio, pero en mapas tan grandes esa receta acaba un poco aguada.
Sin embargo, cuando todo está desbloqueado —los 48 vehículos, los 400 objetos y las variantes del Live Mix—, el juego se transforma. Ahí sí que Wreckreation brilla con fuerza, pero para llegar ahí tenemos que echar bastantes horas, y quienes quieran disfrutar de esa experiencia creativa, van a tener que echar bastantes horas conduciendo para desbloquear todo.
Velocidad con espíritu independiente
Audiovisualmente, Wreckreation cumple con solvencia. Los coches se ven muy bien, los efectos de destrucción son muy buenos, los entornos están bien diseñados y la sensación de velocidad es constante. No es un título de gran presupuesto, pero se nota que el equipo ha sabido elegir dónde invertir sus recursos. En el equipo que veis bajo este texto no hemos tenido problemas para jugar con todo en alto a 60 imágenes por segundo y a 1440p, pero sí que hemos encontrado bastantes tirones en zonas puntuales. No estamos seguros de si ha sido shader compilation o los stutters de Unreal Engine, pero en cualquier caso no ha sido nada grave. Eso sí, tienen que contratar a alguien para que les haga la interfaz.
La banda sonora, compuesta por más de una docena de emisoras ficticias que van desde el jazz hasta la electrónica, acompaña perfectamente y nos ha parecido que ofrece una muy buena selección. No hay grandes nombres pero al menos sirve para descubrir a nuevos artistas. Las voces, en inglés, nos van explicando cómo funciona todo con textos en castellano, aunque si habéis jugado a Burnout Paradise ya sabéis cómo funciona todo.
¿Qué hace un Burnout como tú en un sitio como este?
Pese a sus carencias, hay que reconocerle algo a Wreckreation: es uno de los pocos juegos recientes que se atreven a innovar en el género de la conducción arcade. No intenta ser otro Forza Horizon ni otro Need for Speed, sino un espacio de creatividad y destrucción que combina lo mejor de los juegos de conducción con la libertad de un sandbox. Eso sí, nos habría encantado que ese espíritu de Burnout que recupera no estuviese tan perdido en esas carreteras tan largas, amplias y rectas. Como decíamos, si para ti Burnout es las locuras y las acrobacias de Paradise, aquí te lo vas a pasar en grande. Si para ti Burnout es la intensidad de cada carrera, mejor ponerte el Takedown o el Revenge.
Hemos realizado este análisis en PC con un código de descarga proporcionado por THQ Nordic.