Análisis Swarm Grinder, un 'Vampire Survivors' de ciencia ficción (PC)
Vampire Survivors es uno de los juegos más adictivos de los últimos años, y aunque no inventó la rueda -¿alguien recuerda Crimsonland?-, es fácil pensar que ha influido e influirá en muchos roguelites de acción contra centenares de enemigos en pantalla. Si ya has exprimido el juego de Luca Galante y buscas una experiencia similar, pero con algún cambio de aires, siempre puedes dar una oportunidad a Brotato o a Swarm Grinder, un simpático proyecto del estudio turco Last Bite Games que sustituye vampiros por una temática con toque de ciencia ficción.
Su paso por acceso anticipado ha permitido ir mejorando ciertos aspectos, sumar nuevos objetos, equilibrar la dificultad y escuchar los comentarios de la comunidad, tanto positivos como negativos.
Esto le ha permitido lanzar una versión 1.0 bastante redonda, que no marca un antes y un después en el género, pero da como resultado un juego muy sólido que merece más atención de la que está recibiendo.
No pierdas de vista tu salud... y el combustible
Swarm Grinder no necesita mucha historia para ponernos en situación. Estamos en un planeta alienígena y un sistema de minería abandonado en busca de piezas de mejora y un recurso muy valioso, los Bioshards o fragmentos Bio. Por supuesto, estos mapas –tres generados por procedimientos, con siete dificultades de evolución- están infestados de criaturas de diferentes tamaños y resistencias. En general son bastante asequibles de eliminar, pero ten en cuenta que a medida que pasas más tiempo en la zona su número se irá multiplicando. Caer en una emboscada es una muerte casi asegurada, así que necesitas mantenerte en constante movimiento para mantener distancias.
De manera parecida a otros juegos del estilo, el control es sencillísimo: teclas de dirección con disparo automático –el mecha dispara cuando los enemigos entran en su radio de detección- pero, por supuesto, al tratarse de un roguelite encontraremos más gadgets y habilidades –activas y pasivas- con 120 mejoras únicas que dan un toque imprevisible a nuestro sistema de combate. Basta con acercarse a unos puntos del mapa, indicados en la interfaz, para añadir estas ventajas que, por ejemplo, pueden añadir un corte de espada que daña a enemigos cercanos.
Enemigos, por cierto, que se esconden en las celdas del entorno. Se pueden distinguir los nidos de criaturas por pequeñas diferencias en la paleta, pero en medio del fragor de la batalla apenas prestarás atención. Con estrategia, puedes controlar la plaga en pantalla: si avanzas a toda velocidad, es muy probable que "despiertes" a decenas de monstruos, pero podrías jugar con un planteamiento más conservadora a riesgo de perder tiempo y gastar más energía. Sí, como se puede ver en las capturas, los enemigos que derrotamos no sólo soltarán ocasionalmente salud –en forma de corazón- sino también unas latas de combustible. Este es otro de los recursos imprescindibles para sobrevivir en Swarm Grinder, pues el vehículo que controlamos necesita su gasolina.
No sería un roguelite sin un bucle jugable si no incluyese algunas mejoras permanentes para que el tiempo invertido en cada partida no de la sensación de perdido, y poco a poco puedas ir bajando su dificultad con la subida de los parámetros básicos. Disponemos de tres personajes para desbloquear, más mapas y diversos logros dentro del juego con los que dar buena cuenta de una decena de enemigos diferentes y algunos jefes. El contenido puede ser un poco escaso, pero su precio es ajustado -7,99 euros de lanzamiento- y os podemos asegurar que tiene ese toque adictivo de este subgénero, por lo que te costará cerrar el juego; la rejugabilidad es lo que define su longevidad. Muchas veces, estas mecánicas tan simples son todo lo que necesitas para engancharte durante multitud de horas.
Swarm Grinder está ambientado por una buena banda sonora pero quizás sepa a poco en el apartado gráfico. Una captura no hace justicia, es un arcade pixel-art con toneladas de criaturas en movimiento y explosiones, y la verdad es que otros juegos más conocidos –el mismo Vampire Survivors- tampoco es un alarde visual. Sin embargo, creemos que el juego que nos ocupa podría hacer más: mejor contraste de nuestro mecha con el entorno o enemigos, biomas más diferenciados, mejores efectos… Que no necesite mucho con este gameplay no significa que no se le pueda exigir un poco más en materia artística.
Conclusiones
No es especialmente original salvo por unos pocos detalles, pero Swarm Grinder tiene posibilidades de convertirse en tu próxima obsesión a nada que te guste este tipo de arcades. Está verificado para Steam Deck, donde parece que este tipo de juegos se ajusta como un guante, y es el candidato perfecto para desestresar sin necesidad de pensar mucho. Una lástima que no sea un poco más ambicioso en todo lo que hace, porque con más contenido, variedad y gráficos cuidados, podría ser un serio rival a los roguelite de más renombre.
Hemos realizado este análisis gracias a un código proporcionado por GameDev.