Lumines Arise, una sinfonía de luz, ritmo y precisión (PC, PS5)

Con el tiempo, muchos estudios consiguen encontrar su esencia, y los creadores de Tetris Effect: Connected y Rez Infinite han encontrado la suya: coger fórmulas conocidas y darles un giro, mayor o menor, mientras la envuelven en su identidad audiovisual. Ahora, es el turno de Lumines. La propuesta se mantiene fiel al concepto original: combinar piezas de dos colores para formar cuadrados perfectos, mientras una línea avanza al compás de la música y borra lo que hayamos completado. Lo que cambia es (casi) todo lo demás.

La fusión perfecta entre sonido y forma

Lumines Arise es la nueva entrega del legendario puzle musical de la mano de Tetsuya Mizuguchi y Enhance. Este nuevo capítulo es una «secuela de autor», por decirlo de alguna manera, que mantiene los pilares de la saga intactos pero los envuelve en lo que se ha convertido en la seña de identidad del estudio. El juego convierte la clásica cuadrícula en una experiencia mucho más audiovisual si cabe, un viaje de luces y sonidos que no sólo exige reflejos, sino también concentración, intuición y ritmo. Cada uno de sus niveles es una experiencia propia que evoluciona según jugamos y que transforma la partida en algo casi hipnótico.

Aunque a nivel jugable es básicamente idéntico a sus predecesores, el nuevo sistema de «Burst» añade una capa estratégica interesantísima. Nos permite cargar energía y, al activarla, manipular el tablero creando enormes reacciones en cadena.

Una pequeña mejora que cambia completamente la dinámica de cada partida y que nos empuja a jugar con un puntito más de estrategia, intentando encontrar el mejor el mejor momento para lanzar este potenciador e intentar limpiar la pantalla lo máximo posible.

Modos para perderse durante horas

Aunque, obviamente, la propuesta jugable es la que es, Lumines Arise intenta ofrecer multitud de modos para dar variedad a la experiencia. En el centro está el Viaje, el modo principal dividido en nueve áreas temáticas que funcionan como un recorrido emocional por el universo del juego. Cada una combina escenarios, temas musicales y paletas de color que se transforman ante nuestros ojos, de una manera mucho más radical y ambiciosa que en las entregas anteriores.

A su lado, los modos Desafío y Misión ofrecen algunos de los mejores momentos de Lumines Arise. El primero propone puzles autoconclusivos que retuercen las reglas de lo que esperábamos del sistema; el segundo, una colección de retos que premian la precisión, la lectura del ritmo y la creatividad. El modo Desafío en concreto nos ha encantado, y ojalá se expanda en el futuro, porque su potencial para alargar la experiencia es enorme.

Por su parte, Burst Battle recupera el modo competitivo clásico, tanto local como online, con un funcionamiento impecable. No hemos podido jugar mucho porque, incluso durante las sesiones de juego que nos ofrecieron durante el periodo del análisis no encontramos a mucha gente, pero la base es sólida y promete duelos ajustados y muy divertidos. Todo el sistema de progresión y desbloqueo de avatares, emblemas y Loomii está pensado para engancharte canjeando puntos y personalizando a tu personaje, y lo consigue.

Un espectáculo audiovisual

En lo visual, Enhance se ha superado. El juego es, sencillamente, un espectáculo. Cada nivel es una pequeña joyita que va cambiando poco a poco, e incluso rompiendo las dos dimensiones que caracterizan Lumines con multitud de elementos que se «escapan» del tablero y que vibran al ritmo del compás. Las texturas, los efectos de partículas y la iluminación juegan un papel fundamental para mantenerte dentro de esa estética que tan bien define a los juegos de Mizuguchi. Lo único que nos ha chocado es que no tiene HDR, al menos en PC, y es un juego que lo pide a gritos.

No todo está perfectamente alineado: en algunos niveles el diseño sonoro y el visual parecen no hablar el mismo idioma. Hay fases donde la música no termina de encajar con lo que vemos —como esa de locomotoras industriales acompañadas por un tema electrónico machacón— y el resultado puede resultar algo desconectado. No empaña el conjunto, pero sí rompe un poco esa armonía que el juego logra en la mayoría de sus momentos. Aun así, en la inmensa mayoría de las fases, la sincronía entre ritmo, color y animación es fantástica. La producción musical de Hydelic y Takako Ishida vuelve a brillar con fuerza y pocas pegas pueden ponérsele.

Como nota, podemos jugarlo en realidad virtual por si queréis la inmersión definitiva y, además, tiene opciones para ajustar el tamaño del tablero, algo sorprendentemente útil si jugamos en portátil. En la Steam Deck funciona genial, y acercar la cámara lo hace mucho más cómodo que con la cámara por defecto que tenemos en la tele. Esto se suma a otras opciones de accesibilidad, como ajustar la distancia de cámara, los efectos visuales, el movimiento del fondo, o incluso jugar con un modo «Sin estrés» que elimina la presión temporal. Un acierto que abre el juego a todo tipo de jugadores sin sacrificar su esencia.

Un viaje musical que no olvida sus raíces

Lumines Arise es un regreso triunfal y una demostración de cómo evolucionar un clásico por parte de Enhance. Respeta la filosofía original de la serie —la unión perfecta entre puzle y ritmo— y la amplía con una presentación moderna, un repertorio audiovisual deslumbrante y una profundidad de modos que lo convierten en la versión definitiva de la experiencia. Los pocos desajustes entre sonido y estética o el leve desconcierto inicial en algunos niveles apenas empañan un resultado sobresaliente. Todo lo demás funciona a la perfección. Es hipnótico, elegante y adictivo.

En definitiva, Lumines Arise es un imprescindible para los amantes de la saga o, simplemente, de este tipo de puzles; una experiencia que se juega tanto con las manos como con los ojos y los oídos. Ya sea en pantalla o en VR, pocas veces un juego ha conseguido que cada pieza, cada nota y cada sonido encajen tan bien.

Hemos realizado este análisis en PC (RTX 5070 Ti, Ryzen 7 7800X3D, 32 GB RAM) con un código de descarga proporcionado por Enhance.