Análisis DeathSprint 66, el extraño resultado de mezclar Wipeout y Sonic (PC)
Los juegos de carreras arcade con potenciadores tuvieron una época dorada en la que teníamos opciones para todos los gustos: desde el mítico Mario Kart o Crash Team Racing a la saga Wipeout o incluso en injustamente olvidado Blur. Por desgracia, ahora parece que la saga de Nintendo es la única que se mantiene en forma, pero de vez en cuando encontramos desarrolladores dispuestos a probar cosas nuevas en el género. Secret Mode y su Deathsprint 66 es el último ejemplo de ello.
Corriendo por nuestras vidas
Deathsprint 66 es un juego de carreras a pie en tercera persona que nos lleva a pistas futuristas repletas de trampas y potenciadores con el único objetivo de, por supuesto, llegar el primero a la meta. A diferencia de otros juegos de carreras, memorizar el circuito no será suficiente para tener ventaja, ya que muchas de las trampas no son estáticas, y tenemos que tener en cuenta también su posición al acercanos a ellas. Si a esto le sumamos todos los ataques que vamos a recibir de nuestros rivales, el caos está asegurado.
Se trata de un juego muy rápido, en el que tenemos que saltar, derrapar, correr por las paredes, deslizarnos por raíles, saltar por rampas... De ahí que nos recuerde a Sonic en cierto modo. La acción es constate y, honestamente, muy divertida. No hay tiempo para preocuparnos por nuestros rivales; sobrevivir es suficiente. Según nos vamos acostumbrando podemos empezar a ser más estratega con las armas y potenciadores que encontramos, pero os aseguramos que no es un título con mucho tiempo para pensar.
Ahora, no todo son buenas noticias. Lo primero es que tarda muchísimo en empezar cada carrera, quizás porque no parece haber demasiada gente jugando y espera a ver si se conecta alguien antes de tirar de bots para llenarla. Esto te saca completamente de la acción y, si bien es cierto que después de cada carrera siempre te quedas con ganas de otra, los tiempos de carga te las quitan.
Por otra parte, pensamos que en un juego destinado a jugar a través de internet, a que mejorar el tema de la latencia y la respuesta del personaje. Generalmente no se apelotonan los corredores, pero cuando lo hacen, los problemas del código de red se hacen latentes. Hay un modo para un jugador en el que tenemos que completar una serie de desafíos (nueve bloques con entre tres y cinco pruebas cada uno, muy entretenidos), pero es un juego tan enfocado al online que no funciona sin conexión a internet. Con esta premisa, creemos que hay que mejorar mucho la experiencia y, además, añadir contenido, que se antoja bastante limitado ahora mismo.
A la velocidad de la luz
Deathsprint 66, estéticamente, nos recuerda bastante a Ghostrunner, aunque podéis ver las imágenes y juzgar por vosotros mismos. Personalmente, nos parece un apartado que requiere bastante trabajo. Por una parte, tenemos pistas virtualmente idénticas, prácticamente indistinguibles, y creemos que es una estética que da muchísimo más juego del que vemos aquí. Por otra parte, también hay bastante margen de mejora en la optimización. Con el ordenador que veis bajo estas líneas, tenemos que jugar en medio usando DLSS para mantener 60 imágenes estables, y creemos que con lo que pone en pantalla no hay razón para justificarlo.
De igual modo, se queda bastante corto en el sonido. Es un juego que pide una banda sonora absorbente y efectos de sonido que acompañen la acción, pero el resultado es meramente anecdótico, y apenas el comentarista destaca de manera muy puntual.
Una idea interesante con potencial para el futuro
Deathsprint 66 nos ha gustado y nos lo hemos pasado bien con él. De hecho, creemos que el núcleo jugable está muy bien planteado, y siempre nos ha dejado con ganas de echar una carrera más, pero ahora mismo necesita pulir y mejorar muchas cosas para hacerse un hueco en un mercado tan competitivo. En nuestra humilde opinión, creemos que tiene que añadir contenido y modos de juego, mejorar el rendimiento y, quizás, añadir más variedad a su apartado artístico y más fuerza a su banda sonora.
Queremos que quede claro que lo que tenemos aquí es un buen juego, fácil de entender y difícil de dominar, pero va a necesitar ir más allá para captar la atención y el tiempo de los jugadores. Si os vuelve locos la idea, id a por él, que además sale a un precio relativamente ajustado, pero si simplemente os llama la atención, esperaríamos a ver cómo evoluciona en las próximas semanas o meses.
Hemos realizado estas impresiones en PC (Ryzen 7 3700X, GeForce RTX 2070 Super, 32 GB RAM) gracias a un código de descarga proporcionado por Secret Mode.