Análisis de Bye-bye BoxBoy! (Nintendo 3DS)

Qbby no será el personaje más famoso y popular de Nintendo y HAL Laboratory, pero los buenos ratos que nos ha hecho pasar resolviendo sus ingeniosos puzles en nuestras Nintendo 3DS no nos los va a quitar nadie. Tras dos entregas muy notables, esta adorable caja se dispone a despedirse de todos nosotros con un tercer capítulo que pone punto y final a su trilogía de aventuras, aunque la buena noticia es que lo hace por todo lo alto con el que es su mejor juego.

Cajas y puzles

Tal y como era de esperar, volvemos a estar ante un juego de puzles en el que controlaremos a una caja con vida propia llamada Qbby que tiene la capacidad de generar bloques de su mismo tamaño para crear puentes y diferentes estructuras que puedan ayudarle a sortear todo tipo de obstáculos (abismos, rayos láser, pinchos, etcétera) para que pueda llegar al final de cada fase.

El número de cajas que podemos crear de forma simultánea depende del nivel en el que nos encontremos (aunque ciertos trajes pueden cambiar esto) y todo lo que hayamos creado desaparecerá en el momento que empecemos a generar más bloques, lo que limita mucho nuestro rango de acciones para que tengamos que pensarnos muy bien todos nuestros pasos si queremos dar con la solución exacta al puzle que tenemos frente a nosotros.

Como veis, la propuesta es exactamente la misma que la de sus predecesores, aunque ahora se han añadido nuevas mecánicas que ayudan a darle cierta frescura al desarrollo del título, a pesar de lo evidentemente conservador que resulta en todo momento. Entre ellas, una de las más destacadas es la inclusión de una serie de cajas como Qbby (aunque más pequeñas) a las que tendremos que escoltar.

Esto es algo que afecta muchísimo al planteamiento y diseño de los puzles, ya que tendremos que ingeniárnoslas no solo para abrirnos camino nosotros, sino también para que nuestros compañeros puedan avanzar y hacer todo lo que haga falta para ayudarnos en nuestro viaje hacia el final del nivel. Se trata de una novedad muy bien implementada, ya que las fases en las que se hace uso de ella suelen ser muy ingeniosas y cuentan con un gran diseño, por lo que no se sienten como una simple y molesta escolta, tal y como suele ocurrir en otros juegos en los que tenemos que ocuparnos de proteger a otros personajes.

Por otra parte, tenemos la inclusión de nuevos poderes, gracias a los cuales podremos crear cajas especiales con características únicas (control remoto, teletransporte, etcétera), algo que también se sabe aprovechar con gran maestría para crear puzles muy inteligentes que girar en torno a ellas. Lo mejor es que sus desarrolladores han sabido hacer esto sin necesidad de abusar de estas habilidades (una vez han sido explotadas las posibilidades de una mecánica esta suele dejar paso a otra), de modo que no llegan a cansar ni a repetirse y ayudan a aportar variedad, renovando así nuestro interés constantemente durante toda la aventura.

En líneas generales, el diseño de las fases y puzles nos ha gustado mucho. Son cortas y rápidas de resolver, pero nos obligan a pensar de muchas y diferentes maneras, con algunos momentos (especialmente en su recta final) sorprendentemente desafiantes. Ya que hablamos de dificultad, comentar lo genialmente medida que está, ya que el título comienza muy suave y va endureciéndose de forma gradual, permitiendo que nos vayamos familiarizando y adaptando a sus diferentes mecánicas progresivamente.

Completar el juego principal es una tarea que nos llevará unas cuatro horas aproximadamente (como siempre, esto es muy relativo y depende de la habilidad de cada uno a la hora de resolver rompecabezas), una duración muy justita, aunque justa por los cinco euros que cuesta. Además, el título es lo suficientemente rejugable como para que queramos echarle unas cuantas horas más intentando conseguir su 100%.

Entre estos contenidos adicionales nos encontramos con que en cada nivel hay una serie de coronas que tenemos que recolectar. Para llegar hasta ellas tendremos que pensar bastante y suponen el mayor reto de todo el producto, ya que suelen estar colocadas en lugares que parecen inaccesibles a primera vista, por lo que nos tocará usar bastante nuestra materia gris para encontrar la manera de alcanzarlas.

Además, también dispondremos de un modo Desafío donde tendremos que superar fases con objetivos y retos muy concretos, como no poder tirar ni soltar las cajas que generemos durante todo el nivel. Sumadle que existe una tienda donde comprar más desafíos, trajes y música con los puntos que consigamos jugando, y tendréis un juego de puzles muy ingenioso, divertido y barato con una duración más que aceptable.

Como podéis ver por las imágenes y vídeos que acompañan a este análisis, no se trata de ningún portento técnico, aunque tampoco pretende serlo. A cambio, nos regala un genial diseño artístico con mucha personalidad al que únicamente le basta un fondo blanco con algo de color y líneas negras con formas simples para que nos entre fácilmente por los ojos.

Sin embargo, el sonido se lleva la peor parte por culpa de una banda sonora muy limitada y que se repite hasta la extenuación. Los temas que la forman no son malos y el estilo calmado y relajado de sus composiciones le sientan realmente bien al juego, ya que ambientan muy bien, pero son tan pocos que no tardan en casar. Los efectos por su parte, cumplen correctamente su función y resultan muy identificables y característicos.

Conclusiones

Bye-Bye BoxBoy! es uno de esos juegos de la eShop de la portátil tridimensional de Nintendo que ningún amante de los puzles se debería perder. El diseño de sus rompecabezas es tan ingenioso como inteligente, sus diferentes mecánicas funcionan a la perfección, las novedades que se han introducido hacen de la aventura una experiencia mucho más variada que nunca y su estilo visual nos sigue encandilando.

Quizá se le podría achacar lo conservador que es respecto a entregas anteriores y que, a fin de cuentas, no da para muchas horas de juego, aunque por los cinco euros que cuesta nos parece que tiene una cantidad de contenidos más que razonable. Es una pena que Qbby se tenga que despedir de nosotros, pero no podría haberlo hecho de mejor manera.

Hemos realizado este análisis gracias a una código de descarga que nos ha facilitado Nintendo.