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La guerra del mañana 2: ¿Tendremos una secuela con Chris Pratt?

Chris McKay, realizador del filme de ciencia ficción, comienza a pensar en una nueva entrega centrada en las criaturas que ponen en jaque a la Tierra y al bueno de Pratt. Os lo contamos todo.

La guerra del mañana o The Tomorrow War ha sido una de las películas más vistas de la historia del streaming reciente. En apenas 48 horas desde su estreno, había congregado a millones de espectadores de todo el mundo, algo que ha congratulado a Amazon Prime Video y Paramount Pictures que, junto a Skydance, se han encargado de apoyar este proyecto protagonizado por Chris Pratt y dirigido por Chris McKay. Pero, ¿habrá una secuela de esta historia de viajes temporales, alienígenas y futuros posibles? Os contamos todo lo que sabemos y las ideas que se barajan para continuar en este universo con mucho potencial

La guerra del mañana: Una historia con potencial para una saga

Ya os lo adelantábamos en su día, cuando se estrenaron los primeros tráilers. Con un un guion escrito por Zach Dean, La guerra del mañana es una pieza muy jugosa de cara al futuro, pues es una propiedad intelectual original y tener a un distribuidor que la lance y estrene por todo lo alto como Amazon, puede significar futuros tratos comerciales de cara a secuelas, coproducciones y otros contratos derivados bajo la forma de novelas, videojuegos o cómics. Lógicamente, cuando alguien invierte 200 millones de dólares no quiere perder ni un solo céntimo.

La guerra del mañana nos narra como un grupo de soldados de élite, procedentes del lejano y apocalíptico año 2051, viaja al pasado para alertar a la humanidad de la invasión extraterrestre que se cernirá sobre la Tierra en un momento dado. Aparecerán en un partido de fútbol del Mundial de Qatar de 2022, ante millones de espectadores, informándonos de nuestro funesto destino. Su misión es clara, pues necesitan reclutar a los mejores militares y ciudadanos en el pasado para combatir a estos seres, ya que nuestra especie se encuentra en grave peligro de extinción y está siendo diezmada a un ritmo alarmante.

Entre los elegidos y voluntarios que salvarán a la humanidad estarán un profesor de instituto y padre de familia (Chris Pratt), cuya única obsesión será la de salvar el mundo para garantizar un mañana para su hija. También conoceremos a una científica (Yvonne Strahovski) que lidera la lucha del futuro y a su padre (J.K. Simmons), una figura que no ha estado para el personaje de Pratt cuando lo necesitaba, así como un heterogéneo equipo de personas que intentarán reescribir el futuro del planeta mientras luchan contra los invasores. La película cierra sus tramas de forma conveniente, como ya lo haría Terminator 2: El juicio final, eliminando la posibilidad de un futuro aterrador para la humanidad. Pero hay espacio para algo más.

La guerra del mañana 2: ¿Tendremos una secuela?

Es la gran pregunta. Hasta la fecha, Amazon y Paramount Pictures parecen más que satisfechas del proyecto y de su éxito en el portal de streaming, pero no hay nada confirmado ni en firme. Lo que sí sabemos es que el director de la película, Chris McKay, ha comenzado a hablar y debatir la posibilidad de una segunda parte. Según explicó al medio ComicBook, tanto él como el guionista original quieren contar más sobre los extraterrestres, unos seres que fueron el eje de grandes reuniones creativas entre artistas, guionistas y diseñadores. El realizador disfrutó muchísimo trabajando en ellos, creando su trasfondo y dotándoles de personalidad. Los Púas Blancas (Whitespikes en la versión original) son los protagonistas de la historia, unos seres mortales que diezman a los seres humanos con sus grandes púas a modo de proyectiles, su velocidad y su capacidad de adaptarse al entorno.

El proceso de diseño de los Púas Blancas encandiló al director: quiere explorar su origen en una secuela o precuela

Cuando comenzaron a trabajar en La guerra del mañana, equipo se debatió sobre sus orígenes, el mundo del que proceden y su personalidad como especie, algo que se ve tímidamente en el último tercio de la película. "Tuvimos un proceso de diseño muy divertido. Hablamos sobre el mundo natal de estas criaturas, de dónde venían, cómo fueron creadas o criadas, y cómo quizás estaban siendo utilizadas. Me gustan los experimentos de 'world-building', especialmente cuando tienes el potencial de hacer algún tipo de viaje en el tiempo", remarca McKay, responsable del filme. "Creo que una secuela podría incluir muchas de estas ideas divertidas que hemos barajado, así como el estudio etnográfico de los Púas Blancas que hemos desarrollado, contándonos más de su mundo y de dónde vinieron, cuál era su propósito y todo ese tipo de cosas. Así que sí, creo que podría ser muy divertido. Y con este reparto, también, estamos comenzando", dejaba caer el realizador.

Lo que nos gustaría ver en La guerra del mañana 2

Barra libre de spoilers. La guerra del mañana es una película que no tiene complejos a la hora de presentar sus elementos, es un blockbuster en toda la regla, con tramas disparatadas, líneas de guion un tanto vergonzosas y alguna que otra decisión poco defendible. Pero funciona como un engranaje bien engrasado, con sus tics, peajes a obras como La cosa, Aliens o Starship Troopers y con esa picardía en lo referente a las líneas temporales propia de filmes más redondos en su base como Al filo del mañana con Tom Cruise. El pastel de la película se descubre cuando Dan se encuentra con la versión adulta de su hija (Yvonne Strahovsky), la científica que está liderando a la humanidad en su lucha contra los Púas Blancas. Desde hace meses, y tras capturar a una hembra, esta científica y militar lleva desarrollando una potente toxina que podría acabar con los monstruos de un plumazo. Sin embargo, cuando llega a la fórmula perfecta, los seres atacan las instalaciones y le entrega el resultado de su trabajo a su padre, que regresa al pasado. No ha podido culminar su tarea en su realidad y presente, pero sí puede evitar que todo ocurra en el mañana de su padre.

Pero agobiado por las implicaciones que puede tener la toxina en el orden mundial, que se resquebraja luego de que el futuro esté condenado por mucho que intentemos impedirlo, Dan pasa a la acción. Descubre que los aliens no llegaron en naves ni meteoritos en el futuro: llevaban miles de años congelados bajo tierra. Fue el calentamiento global lo que los libera. Decide ir con un grupo de soldados del mañana y sus más íntimos a combatir contra los seres en su punto de origen, inoculando la toxina y destrozando la nave en la que viajaban como carga. Esto, en un principio, cerraría todas las tramas, pero tenemos algunas dudas.

¿Sabremos más de la raza extraterrestre que portaba a estos seres en su nave?

¿Han podido sobrevivir los Púas Blancas a la explosión? ¿Queda alguno vivo? Son seres extremadamente inteligentes, capaces de sobrevivir a casi todo, la película no se cansa de recordarlo. Tampoco sabemos con exactitud si estos extraterrestres, aquellos que pilotaban la nave, se estrellaron en la Tierra por error o si tenían intenciones de bombardearnos con su carga. Este misterio, al estilo Alien: El octavo pasajero, podría ser el punto de partida para la segunda parte o la precuela. Si McKay es inteligente, más que Roland Emmerich con la secuela de Independence Day, podríamos ver cómo se ahonda en el concepto de los Púas Blancas y su rol como destructores de mundos, unas armas biológicas de destrucción masiva muy potentes que son arrojadas contra civilizaciones enteras de un plumazo.

Además, queda la cuestión del destino del propio personaje de Chris Pratt, que en el futuro fallece en un año concreto y decide abandonar a su mujer e hija, como ya hizo su padre, atormentando por los terrores de una guerra que ha llevado consigo. La guerra del mañana nos habla de las segundas oportunidades, por lo que no sería de extrañar tampoco que se aprovechara este concepto, explicándonos que los errores que se cometen viajan con nosotros, aunque tenemos tiempo de solucionarlos, pagar por ellos y recomponernos de sus consecuencias. Estamos esperando si la propia Amazon le concede una segunda oportunidad a esta potencial saga, que podría convertirse en una de las claves del portal de cara al mañana. Y nunca mejor dicho.