Cuando algo tiene éxito no tardan en aparecer montones de imitadores intentando rascar una parte del pastel. Esta es una regla no escrita que lleva cumpliéndose en nuestra industria desde tiempos inmemoriales y que, por supuesto, tampoco falló con Pokémon. Después de que Nintendo y Game Freak desataran el fenómeno y la fiebre por el coleccionismo y las batallas de monstruos virtuales, las estanterías de las tiendas empezaron a recibir infinidad de juegos con la misma temática. Algunos intentaban innovar y alejarse lo suficiente de la fórmula como para diferenciarse lo justo, mientras que otros directamente ni se esforzaban y se limitaban a ser burdas copias que podrían hasta ser denunciadas por plagio.
De hecho, hoy en día esto último se ha convertido en algo tristemente normal en Google Play y en la App Store, donde podemos encontrar auténticos esperpentos que no se cortan lo más mínimo a la hora de utilizar nombres e incluso materiales gráficos de la saga de Nintendo, un submundo en el que no nos vamos a adentrar por motivos obvios.
En cambio, hoy vamos a recordar algunos de los imitadores y contendientes más destacables que han tenido nuestros monstruos de bolsillo favoritos a lo largo de los años con una pequeña lista que representa tan solo una pequeñísima, pero más que curiosa parte, de todo lo que desató la fiebre Pokémon.
Dragon Quest Monsters
Empezamos con uno de los casos más curiosos de todos. Como muchos sabréis, Pokémon no inventó precisamente la mecánica de capturar y entrenar criaturas para ponerlas a combatir entre sí y ya existían algunos JRPG que hacían gala de este tipo de sistemas, como Dragon Quest, cuya quinta entrega ponía mucho énfasis en ello y se estrenó cuatro años antes que la aventura de Game Freak.
Sin embargo, en Enix no se atrevieron a realizar un spin-off de la serie completamente centrado en estas mecánicas hasta un par de años después de que Pokémon arrasara en Japón, dando así origen a la subserie Dragon Quest Monsters, cuya entrega original fue casualmente para Game Boy y Game Boy Color, ofreciéndonos un juego con muchas similitudes en el que un niño sale de aventuras para rescatar a su hermana. Por supuesto, nuestro héroe no sabe pelear, pero sí domar monstruos, así que para avanzar deberíamos reclutarlos, entrenarlos y aparearlos para obtener poderosas criaturas que de otro modo no se podían conseguir. A pesar de no ser especialmente original en su propuesta, supo aportar algunas ideas propias y, en líneas generales, resultó ser un cartucho muy divertido y disfrutable.
Monster Rancher
Monster Rancher (Monster Farm en Japón) fue uno de los primeros contendientes de Pokémon, aunque las similitudes con la saga de Nintendo terminan prácticamente en su premisa ser un entrenador de monstruos que los colecciona y cría para ponerlos a combatir. Sin embargo, en vez de centrarse en desarrollar un JRPG más o menos puro, Tecmo, su desarrolladora, quiso competir con las criaturas de Game Freak combinando su idea base con una crianza de nuestras mascotas que bebía fuertemente de los Tamagotchi que tanto furor causaron en la década de los 90.
Además, el hecho de lanzarse en una consola de sobremesa (PlayStation) también le sirvió para destacar en una época donde la mayoría de imitadores se estrenaban en portátil. Es más, gracias a esto pudo desarrollar un adictivo y sorprendente sistema de obtención de monstruos basado en introducir cualquier CD que tuviésemos en casa para que el programa lo leyera y nos recompensara con una nueva criatura a la que entrenar, una característica que gustó muchísimo y que ayudó a que el juego tuviese el suficiente éxito como para disfrutar de multitud de secuelas y un anime. Eso sí, la entrega original como tal, nunca llegó a ser un título especialmente destacable más allá de lo que acabamos de comentar.
Digimon
Si Monster Rancher bebía de Pokémon y Tamagotchi, la propia Bandai Namco no quiso perder su oportunidad de competir y creó Digimon, probablemente el mayor rival de Pokémon que jamás ha existido y uno de los más antiguos, ya que llegó al mercado al año siguiente de que Pikachu, Charizard y compañía arrasaran en Japón. En esencia, lo que hizo la empresa fue desarrollar un nuevo tipo de Tamagotchi que cambiaba sus adorables y extrañas mascotas por unos seres de aspecto mucho más agresivo a los que debíamos criar y entrenar para ponerlos a luchar contra otros jugadores, ya que podíamos conectar nuestro dispositivo al de un amigo mediante un conector que incluía en su parte superior.
A partir de aquí, el resto es historia: los monstruos digitales dieron el salto a las consolas con montones de videojuegos, se lanzaron mangas, series de anime y hasta películas, creando una franquicia que a día de hoy nos sigue dando muchas alegrías con auténticos juegazos como Digimon Story: Cyber Sleuth que poco o nada tienen que ver ya con Pokémon más allá de su foco en los combates entre criaturas.
Robopon
Aquí tenemos uno de los clones más descarados que jamás ha recibido Pokémon. Desarrollado por la icónica Hundson Soft para Game Boy Color, el juego nos ofrecía un JRPG en el que encarnábamos a un niño que coleccionaba y entrenaba Robopon, unos simpáticos robots que se usaban para combatir. ¿Su objetivo? Convertirse en el mejor que habrá jamás, motivo por el que sale de aventuras por su isla para enfrentarse a los mayores maestros de Robopon y coronarse como el campeón.
Las similitudes saltan a la vista, tanto en su premisa como en su apartado gráfico (había sprites de personajes y escenarios que rozaban el plagio), desarrollo jugable y estructura, aunque al menos introducía un adictivo sistema mediante el cual podíamos cambiar las piezas de nuestros robots para que adquiriesen nuevos ataques y modificar sus características. De hecho, también se lanzó en tres versiones distintas: Sun, Star y Moon, siendo esta última una especie de versión extendida y mejorada que llegó a posteriori, aunque en Occidente solo pudimos disfrutar de Sun. No podemos negar que era un título entretenido que sin ser una obra sobresaliente funcionó medianamente bien en el mercado nipón, donde recibió un par de secuelas para Game Boy Advance y un juego para Nintendo 64, así como varias adaptaciones a manga.
Jade Cocoon
Jade Cocoon fue otro de esos juegos que intentó llevar la captura, crianza y batallas de monstruos a la primera PlayStation. Su historia nos llevaba a un mundo cubierto por un denso bosque habitado por multitud de criaturas mágicas a las que los humanos aprendieron a domar para así poder usarlas para defenderse de los monstruos más agresivos y peligrosos. Como suele ser habitual en este tipo de títulos, encarnaríamos a un joven que, siguiendo los pasos de su padre, se convierte en un maestro en esto de la crianza de bestias. En lo jugable, contaba con un simplificado sistema de debilidades y resistencias elementales y también nos ofrecía la posibilidad de fusionar a nuestras mascotas para así obtener otras completamente nuevas y con características heredadas.
El juego como tal causó cierta división de opiniones entre los que amaron su propuesta y los que no terminaron de quedar satisfechos con su lentísimo desarrollo, simplista diseño de niveles, extraños seres e incómodos controles tipo tanque, aunque a día de hoy está considerado por muchos como una aventura de culto, ya que la historia estaba más elaborada de lo habitual en este tipo de propuestas y contaba con diseños de Katsuya Kondo, uno de los diseñadores más laureados de Studio Ghibli. Como curiosidad, comentar que llegó a recibir una secuela.
Shin Megami Tensei: Devil Children
Que en esta lista metamos algo de Shin Megami Tensei probablemente os haya hecho arquear la ceja a más de uno y de dos, ya que estamos hablando de una serie basada en la captura, crianza y fusión de demonios, pero aquí vamos a hablar de uno de sus spin-offs que nació precisamente como una respuesta a Pokémon. Con el fin de llevar la serie a un público más joven y aprovechar el tirón del género, Atlus se atrevió con Devil Children, una aventura para Game Boy Color en la que encarnábamos a un joven semidemonio que debía viajar por el mundo demoniaco capturando, coleccionando y entrenando criaturas con un aspecto mucho más "mono" y adorable de lo habitual.
Si lo comparamos con los juegos de la saga principal, se simplificó todo demasiado y su historia no era especialmente interesante, aunque al menos fue capaz de ofrecernos guiones completamente distintos en cada una de sus dos ediciones y el sistema de fusión de monstruos seguía funcionando de maravilla. Eso sí, a pesar de no ser ninguna maravilla, se convirtió en todo un exitazo en Japón que propició el lanzamiento de secuelas e incluso spin-offs propios.
Keitai Denju Telefang
Llegamos a la que es con toda seguridad la historia más loca y extravagante de esta lista. En realidad, el juego del que vamos a hablar no tiene nada de raro, ya que es un JRPG clásico para Game Boy Color desarrollado por Natsume, en el que debíamos coleccionar y entrenar criaturas para ponerlas a combatir contra otras. El título tenía casi todo por lo que se han caracterizado Pokémon y sus clones: una tabla de tipos con resistencias y debilidades, evoluciones, una serie limitada de movimientos por cada bestia, combates por turnos, dos ediciones distintas con características exclusivas, etcétera. Es decir, una aventura que era tan entretenida como poco original y que en ningún momento ocultaba su fuente de inspiración, llegando incluso a disfrutar de una secuela para Game Boy Advance y una adaptación a manga.
Sin embargo, este cartucho se hizo especialmente famoso por la historia de cómo acabó llegando a Occidente. Con Pokémon en pleno apogeo a nivel internacional, un grupo de piratas decidió aprovecharse de ello creando una traducción no oficial al inglés para ambas versiones de Keitai Denju Telefang que colaron dentro de una serie de cartuchos pirata que, de alguna manera, consiguieron llegar a multitud de tiendas bajo el nombre de Pokémon Jade y Pokémon Diamante (curioso que este último nombre llegase a hacerse oficial con la cuarta generación de Game Freak), cuyas portadas llegaban a utilizar incluso al Espíritu del Bosque de la película La Princesa Mononoke. Toda una estafa muy conocida por los niños de la época. Y sí, la traducción no solo hacía uso de un inglés incomprensible: también provocaba montones de errores de programación y cuelgues.
Dinosaur King
Entre las grandes compañías que intentaron plantarle cara a Pokémon también se encuentra Sega, aunque esta llegó mucho más tarde de lo que cabría esperar, pues Dinosaur King no se estrenó hasta 2007, once años después de que los monstruos de Nintendo irrumpieran en el mercado japonés. Tal y como su propio nombre indica, aquí nos tocaba coleccionar y entrenar dinosaurios que podíamos revivir a partir de fósiles, bestias que deberíamos usar para pararle los pies a una malvada organización que pretendía hacer uso de ellas para conquistar el mundo.
Esta aventura tenía prácticamente todos los elementos habituales que se esperan de un juego que sigue los pasos de Pokémon, como combates por turnos o una tabla de tipos con resistencias y debilidades. Por desgracia, en lo jugable acabó resultando un producto mediocre y poco interesante, con unas batallas que, literalmente, consistían en jugar al piedra, papel y tijeras con nuestro contrincante. Además, la lista de dinosaurios que podíamos coleccionar era muy escasa y apenas pasaba de los 70.
Yo-Kai Watch
Sí, Yo-Kai Watch es otro JRPG al más puro estilo Pokémon, pero también es uno de los que mejor ha sabido diferenciarse de su referente para ofrecernos una experiencia de juego con mucha personalidad y buen hacer. De hecho, desde que su primera entrega se lanzase en 2013 en Japón para Nintendo 3DS se ha convertido en un auténtico exitazo que ha vendido millones de copias en todo el mundo y ha recibido varios spin-offs, así como sus respectivas series de anime y manga. Si bien a día de hoy se encuentra en horas bajas con una cuarta parte que no ha terminado de funcionar del todo bien en el País del Sol Naciente, nos hemos visto obligados a incluir esta saga en nuestra lista.
Su premisa no se aleja demasiado de lo habitual en el género: capturar, coleccionar y entrenar a nuestro Yokais, unas criaturas espirituales basadas en los seres del folclore japonés, para así enfrentarlos contra otros. Lo más interesante es que aquí no somos un entrenador que busca convertirse en el mejor, sino un niño que vive su día a día en Tokio y que por azares del destino acaba resolviendo los misterios que suceden en su ciudad, la mayoría de los cuales suelen estar relacionados con algún Yokai. Como decimos, unas aventuras entretenidísimas, con muchísimo encanto y con unos valores de producción sobresalientes a las que solo les ha fallado un sistema de combate que si bien ha ido mejorando con el paso de las entregas, se queda lejos de lo que podemos encontrar en otros títulos del género.
Otros juegos similares y los que están por llegar
Como dijimos al comienzo de este artículo, hay infinidad de juegos de corte similar a Pokémon que podríamos haber incluido en nuestra lista. No hay más que rebuscar un poco en Steam o en las tiendas de descarga de aplicaciones para móviles para darnos cuenta rápidamente de lo mucho que gustan y venden los títulos de coleccionismo y combate de criaturas.
Si tuviésemos que nombrar algunos títulos que hacen de esto una de sus mecánicas centrales no nos podríamos olvidar de aventuras como las dos entregas de Ni No Kuni, World of Final Fantasy, Nexomon, Puzzle & Dragons o Monster Hunter Stories, por mencionar algunos pocos. Si nos ponemos exquisitos, incluso el fenómeno de los juegos tipo "gacha" bebe mucho de Pokémon al proponernos coleccionar personajes, entrenarlos y evolucionarlos en sistemas que cuentan con su propia tabla de tipos para las debilidades y resistencias.
Evidentemente, esto no acaba aquí y en el futuro llegarán más imitadores, unos más descarados que otros. Entre los más destacados y prometedores nos encontraríamos con Temtem, un proyecto del estudio español Crema Games que quiere llevar la fórmula Pokémon prácticamente intacta al terreno de los MMORPG. Con un enfoque más tradicional y enfocado al jugador solitario también tenemos Coromon en Steam, una obra que prácticamente "plagia" los juegos clásicos de Game Freak punto por punto.
Por supuesto, no podemos despedirnos sin animaros a que nos digáis en los comentarios qué imitadores de Pokémon habéis jugado, cuáles son vuestros favoritos y cuáles creéis que deberían haber estado en esta lista y nos hemos dejado en el tintero. ¡Esperamos vuestros comentarios!