Los números de la San Diego Comic-Con de Málaga dejan claro que, pese a las críticas por la falta de organización y las interminables colas, el evento ha sido un éxito comercial rotundo: más de 120.000 visitantes, un impacto económico estimado en 50 millones de euros y cientos de asistentes dispuestos a pagar por fotos y autógrafos con sus ídolos.
Con Schwarzenegger ya de vuelta en Hollywood, la atención se traslada ahora a otra feria: la de la reventa. Los fans han encontrado en Wallapop un terreno fértil para sacar tajada, ofreciendo objetos conseguidos en la Comic-Con a precios que, cuando menos, sorprenden.
La Comic-Con Málaga dispara la fiebre de la reventa en Wallapop: Funkos a 600 € y chapas a 900
El ejemplo más evidente fueron las colas del primer día frente al stand de Funko Pop! Las filas no solo estaban llenas de entusiastas de la franquicia: muchos eran auténticos profesionales de la reventa, dispuestos a esperar horas por figuras exclusivas. Y los números hablan por sí solos: el Funko del General Grievous de Star Wars, con el holograma de la Comic-Con y numerado como 796 de 9500 unidades, alcanza los 600 euros. Otro Funko, Spider-Boy de Marvel, en su edición 1.511 de 9.500 piezas, se oferta por 500 euros.
Pero no todo se queda en las figuras. Wallapop se ha llenado de todo tipo de artículos del evento, desde lo absurdo hasta lo insólito. Una chapa "exclusiva" que según los vendedores "sujetaba el cartel de Aaron Paul" se oferta por 900 euros, mientras que una hoja de reclamaciones, sí, una hoja de reclamaciones, alcanza los 500 euros, con un tono claramente irónico sobre su supuesta rareza.
Otros anuncios van más allá del merchandising habitual. Un vendedor ofrece la colección completa en DVD de Breaking Bad, firmada por Aaron Paul, por 300 euros. Y el merchandising oficial de la Comic-Con tampoco se salva: bolsas de bienvenida a 60 euros, pulseras a 50, gorras y camisetas entre 50 y 100 euros. Incluso una zapatilla con una pulsera de acreditación. Es una auténtica locura. Algunos han aprovechado el contexto de la Comic-Con para hacer negocios. La pregunta queda en el aire: ¿hasta dónde estarías dispuesto a pagar por uno de estos objetos de culto?