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James Gunn lo vuelve a hacer: el final de la temporada 2 de El Pacificador conecta al DCU con su saga más ambiciosa hasta ahora

James Gunn confirma que los personajes de 'El Pacificador' encontrarán un nuevo camino en próximas producciones de DC pero puede que no en otra temporada de la serie.

La segunda temporada de El Pacificador ha cerrado su historia con un estallido que redefine el futuro del nuevo universo DC. James Gunn, fiel a su estilo, ha dejado una mezcla de redención emocional, sátira política y guiños al cómic que sirven como punto de partida para la nueva continuidad del DCU. Lo que empezó como la historia de un antihéroe violento y desorientado termina ahora con una declaración de intenciones: El Pacificador es la pieza de transición que enlaza el caos del antiguo DCEU con el orden del universo que Gunn está construyendo desde Superman: Man of Tomorrow. Y sí, el final tiene más implicaciones de las que aparenta.
Spoilers del final de temporada de 'El Pacificador', estrenado la madrugada del jueves 9, a partir de aquí.

En el último episodio, Christopher Smith (John Cena) finalmente consigue algo que llevaba dos temporadas buscando: aceptación y propósito. Tras ser detenido por A.R.G.U.S. y traicionado por Rick Flag Sr., el protagonista negocia su libertad ofreciendo el "Quantum Unfolding Chamber", un dispositivo capaz de abrir portales interdimensionales.

Flag planea usarlo para enviar a los metahumanos peligrosos a otros mundos, un proyecto en el que también está involucrado Lex Luthor. Pero antes de que su plan se concrete, los 11th Street Kids rescatan a El Pacificador, lo sacan de su encierro y le dejan claro que, por primera vez en su vida, tiene una familia que lo valora más allá de su uniforme o sus errores.

Checkmate y el relevo de Waller

Ese acto de lealtad desemboca en un nuevo comienzo: Economos, Harcourt, Adebayo, Judomaster y Sasha Bordeaux deciden abandonar A.R.G.U.S. y fundar su propia organización, llamada Checkmate. En los cómics, Checkmate es una división secreta derivada del Escuadrón Suicida (Task Force X), pero esta versión televisiva parece apuntar a un enfoque más ético: un grupo que busca redimir a metahumanos inestables en lugar de explotarlos. La decisión de Gunn de introducir este nombre no es casual. Checkmate podría funcionar como el relevo de Amanda Waller dentro del nuevo DCU y servir de punto de conexión con futuros proyectos, entre ellos Man of Tomorrow o la serie aún no confirmada sobre Waller.

El giro final, sin embargo, devuelve a Smith a su tragedia personal. En una última jugada, Rick Flag Sr. logra capturarlo de nuevo y lo utiliza como sujeto de prueba en su experimento interdimensional, enviándolo a través del portal del Quantum Chamber hacia un destino incierto: el planeta Salvation. Los lectores de cómic reconocerán el guiño inmediato: se trata de una adaptación de la saga Salvation Run (2007), en la que A.R.G.U.S. y el gobierno estadounidense deportan a supervillanos a un mundo hostil que resulta ser campo de entrenamiento de Darkseid. Allí acaban figuras como el Joker, Luthor o los Rogues, forzados a sobrevivir juntos bajo la amenaza de los Parademonios.

Hacia una alianza de villanos

Con ese movimiento, Gunn no solo cierra un arco narrativo: abre la puerta a una alianza de villanos dentro del nuevo universo DC. Si Rick Flag Sr. sigue enviando criminales a ese planeta, podría estar creando sin saberlo una fuerza capaz de unirse contra él. La posibilidad de ver a Luthor, DeSaad o incluso al propio Pscificadoren un entorno dominado por Darkseid apunta hacia un conflicto de escala cósmica. De confirmarse, Salvation Run podría ser la gran saga que conecte las series y películas venideras, estableciendo el tono para una futura crisis multiversal.

El final también deja algunos cabos sueltos importantes. Keith Smith, el hermano de Pacificador, sigue vivo en otra dimensión, y todo apunta a que su venganza será el eje de una hipotética tercera temporada. Además, Checkmate podría convertirse en la base del nuevo equilibrio moral del DCU: un grupo sin superpoderes intentando arreglar los errores de los dioses y los gobiernos. Gunn logra así algo poco habitual en el género: que una serie centrada en un bruto misántropo acabe funcionando como la semilla emocional de un nuevo universo cinematográfico. Pacificador nació como una broma; ahora es, literalmente, el corazón del futuro de DC.