Cuando muchos todavía estaban asimilando el final de una década dominada por remakes, superhéroes y universos compartidos, 2019 nos dejó una de esas apuestas que parecían imposibles sobre el papel: una superproducción de imagen real basada en el mítico manga de Yukito Kishiro. Hablamos, claro, de Alita: Ángel de combate, la odisea cyberpunk que Robert Rodriguez llevó a la gran pantalla apoyado en un libreto firmado junto a Laeta Kalogridis y el mismísimo James Cameron, el eterno soñador tecnológico de Hollywood.
James Cameron retoma junto a Rodriguez un proyecto que los fans llevan años esperando: “Avanzamos paso a paso”
En el centro de aquel relato estaba Rosa Salazar, entregadísima como Alita, una joven androide que despierta sin memoria en un mundo que ni entiende ni recuerda. A su lado, un Christoph Waltz comedido y cercano daba vida a Ido, un médico que encuentra entre los restos de un cuerpo mecánico algo más que chatarra: una chispa humana, un pasado latente y una voluntad de hierro dispuesta a renacer.
Entre las calles ásperas de Iron City, Alita trata de reconstruirse mientras Ido intenta protegerla de unas sombras que la siguen reclamando. Y, en paralelo, Hugo aparece como una brújula emocional dispuesta a empujarla hacia la verdad que teme desenterrar.
Aunque su llegada a los cines no fue un fenómeno descomunal -, sí generó una base de fans tan ruidosa como fiel que lleva años pidiendo una secuela. Durante mucho tiempo, pese a los esfuerzos de las productoras, el silencio fue total, y apenas teníamos certezas del proyecto. Hasta ahora.
James Cameron, en una conversación reciente con Empire, confirmó que él y Rodriguez han retomado oficialmente el proyecto. "Los fans de Alita han sido increíblemente leales. Robert y yo juramos por nuestra sangre hacer al menos otra película. Incluso barajamos una estructura para una tercera. Pero una más ya sería motivo de celebración. Y estamos avanzando”, confesó. Mientras Cameron sigue volcado en Avatar y mira hacia su gran estreno de 2025, el sueño de volver a Iron City empieza, por fin, a reactivarse.















