En el cambiante mundo del cómic, la noticia de que Rob Liefeld, creador de Deadpool y cofundador de Image Comics, ha decidido retirarse del personaje que lo catapultó a la fama, marca un hito significativo. Liefeld anunció en las redes sociales su decisión de no continuar trabajando en más cómics de Deadpool, argumentando que, con la proximidad del esperado tercer filme del mercenario bocazas, considera que ha llegado el momento de cerrar este capítulo de su carrera.
Que ya no trabaje para Marvel no significa que no promocionará Deadpool 3, subrayando con humor que "no está muriendo", sino simplemente priorizando su salud, edad y el deseo de explorar nuevos proyectos, tal y como señala Comicbook. La decisión de Liefeld de alejarse de Deadpool se alinea con un fenómeno observado entre otros creadores de cómics que, tras alcanzar el apogeo de su carrera, optan por separarse de sus creaciones más emblemáticas para no "sobrepasar su bienvenida" ante el público.
"La verdad del asunto es que cada artista conoce su fecha de vencimiento", dijo Liefeld. "Todos hemos tenido un artista que nos ha gustado, del que de repente ves que las cabezas de las figuras son demasiado grandes. Hay signos reveladores de un artista y de una edad avanzada. He intentado lo mejor que pude. He hecho todo lo posible para buscar señales [en mi trabajo] y estar a la vanguardia", comentó al citado medio.
La cantidad excesiva de trabajo ha hecho mella en su físico
Liefeld ha compartido reflexiones introspectivas sobre cómo la percepción de su propio futuro en el dibujo ha cambiado con el tiempo. Hace una década, se imaginaba dibujando hasta bien entrado en sus setenta, pero el paso del tiempo y el volumen de trabajo producido han dejado su huella en su capacidad física, especialmente en su vista y coordinación mano-ojo. Esta consciencia de la finitud de su carrera artística lo ha llevado a ajustar sus expectativas y a planificar conscientemente para el final de su carrera, reconociendo las limitaciones físicas que vienen con la edad y el desgaste profesional.
"Hace diez años, habría dicho que tendría más de setenta años", añadió Liefeld. "Como todo lo que hago, lo hice a toda velocidad. He producido mucho trabajo, eso es un hecho. Son muchos kilómetros los que he recorrido, en términos de mis ojos, mi coordinación ojo-mano y sosteniendo el lápiz. A todos los artistas se les ha preguntado: '¿Te duelen los dedos? ¿Te duele la mano?'. Luego dices: 'Vaya, mi antebrazo no me molestaba tanto, dibujar después de una hora, también mis ojos, no necesitaba reenfocarme constantemente'. Me ajusté las gafas tres veces en el último año y medio. Sigo poniéndome las gafas y mis ojos están empeorando", ha explicado el creador.
