Pandora se ha convertido con el paso del tiempo en una de las firmas joyeras más importantes del mundo. Ahora, también es la primera compañía de la industria que decide dar la espalda a los diamantes naturales. A partir de ahora, sus joyas venderán diamantes sintéticos creados en laboratorios, en lugar de emplear los extraídos de las minas. Se prevé que esto hará que las joyas con diamantes sean más asequibles. El director ejecutivo de Pandora, Alexander Lacik, ha sido el encargado de realizar el anuncio.
Pandora dice adiós a los diamantes naturales
Tal y como se hace eco The Guardian, el pasado martes la firma joyera conocida por sus brazaletes y famosos charms, anunció la puesta en marcha de Pandora Brilliance. Esta nueva división se describe como "su primera colección de diamantes creados en laboratorios". Esta línea de productos incluye pendientes, collares y anillos, que ofrecerán piedras preciosas fabricadas en laboratorios del Reino Unido. Los precios se sitúan a partir de las 250 libras (unos 288 euros).
Alexander Lacik sostiene que ahora es posible imitar la naturaleza pero a "un precio muy, muy diferente". Los diamantes creados en laboratorio podrían producirse por "una tercera parte de lo que pagamos por algo que hemos desenterrado del suelo". La empresa justifica esta decisión con sus preocupaciones por el medio ambiente y las prácticas laborales en la industria minera.
"Queremos convertirnos en un negocio con bajas emisiones de carbono", dijo Lacik a la BBC. "Tengo cuatro hijos, dejaré esta tierra algún día, espero poder dejarla en una mejor forma de la que tal vez hemos creado en los últimos 50 años más o menos". A su vez, la firma señaló que para el año 2025 empezarán a utilizar sólo oro y plata reciclados. Más cerca, para este próximo 2022, Pandora afirma que todos sus diamantes se producirán empleando energía renovable.
Durante los últimos dos años, Lacik ha estado al frente de una renovación de la empresa, que cuenta con 2.700 tiendas en todo el mundo. Durante el pasado 2020 generaron ventas por valor a los 2200 millones de libras (unos 2541 millones de euros). Mientras tanto, la producción de diamantes extraídos cayó a 111 millones de quilates el año pasado, afectando principalmente en Rusia, Canadá, Botswana y Australia.
