Tras casi dos décadas del final de Malcolm in the Middle, Bryan Cranston sigue siendo una figura clave en la vida de Frankie Muniz. El actor que interpretó a Hal, el excéntrico padre de la familia, mantiene contacto regular con su hijo televisivo, preocupándose por su bienestar y apoyándolo en sus proyectos personales. "Aún me escribe cada dos semanas para saber cómo estoy", confesó Muniz en una entrevista reciente. Más que un simple gesto, este vínculo refleja el impacto profundo que Malcolm in the Middle tuvo en sus vidas, tanto dentro como fuera del set.
Muniz comenzó a trabajar con Cranston cuando tenía apenas 11 años, y desde el principio lo vio como una figura paterna. "Siempre estaba al 150%, tratando de hacer del set un lugar increíble para todos", recordó Muniz a The Hollywood Reporter. Ese nivel de dedicación, combinado con su amabilidad, dejó una marca imborrable en el joven actor, quien hoy considera a Cranston "un dios de Hollywood" por su éxito en series como Breaking Bad. Sin embargo, para Muniz, su mayor legado no son los premios, sino la inspiración que representa para quienes trabajan con él.
Un apoyo incondicional
Este apoyo incondicional se ha manifestado de muchas formas a lo largo de los años. Cranston no solo asiste a las carreras de NASCAR en las que compite Muniz, sino que también ha estado presente en los conciertos de su banda. Para el joven actor y piloto, estos gestos son un recordatorio de cómo desea comportarse en su propia carrera: "Quiero que la gente hable de mí como yo hablo de Bryan, como alguien que da lo mejor de sí mismo y se preocupa por los demás".
La relación entre ambos actores también contrasta con la percepción que Muniz tiene sobre la industria del entretenimiento. Aunque asegura que su experiencia como actor infantil fue positiva, es consciente de las dificultades que otros enfrentaron. Por esta razón, afirma que no permitiría que su hijo de 3 años, Mauz, siguiera sus pasos en Hollywood. "Es un mundo complicado y lleno de rechazo", reflexionó Muniz, quien ha encontrado en el automovilismo una pasión que lo aleja de las presiones del espectáculo.