Dicen que los que se construía antes duraba más, pues esta no es una simple frase, hay una presa que tiene ya más de 2.000 años de antigüedad, que da testimonio de ello. La presa romana de Almonacid de la Cuba, también llamada "La Cuba" en su territorio, no es simplemente una edificación de piedra en el núcleo de Aragón; es un componente vivo de la historia, una fortaleza moldeada en la roca que reta el tiempo y la naturaleza. Esta imponente edificación, construida hace dos mil años durante la época de los emperadores Augusto y Tiberio, se acaba de convertir en un emblema de la arquitectura y el ingenio romanos en el diminuto poblado de Almonacid de la Cuba, en la región aragonesa del Campo de Belchite. Lo increíble de esta construcción es que ha sido capaz de aguantar las a href="https://vandal.elespanol.com/noticia/r29645/xokas-furioso-por-la-dana-senala-al-gobierno-de-espana-y-desafia-a-hacienda-no-voy-a-pagar" target="_blank">DANAS que han estado azotando la región de Aragón.
Una obra maestra de la ingeniería romana
No nos encontramos ante una presa cualquiera; La Cuba posee el honor de ser la edificación hidráulica romana de mayor altura reconocida en el Imperio, con sus majestuosos 34 metros de altura. Su estructura, que mide 120 metros de longitud y 27 metros de anchura, se diseñó con una exactitud que refleja las grandes aspiraciones de sus arquitectos. Inicialmente diseñada para asegurar el riego de los campos y la provisión de agua para los residentes de la región, su capacidad de 6 hectómetros cúbicos la transformó en el eje central de la vida económica y social de la región. Aunque ha experimentado el transcurso del tiempo y las modificaciones, como su conversión en azud durante la era musulmana, una función que conserva hasta hoy, su propósito inicial nunca ha cambiado: proteger y servir.
La clave de la construcción
Cuando la DANA más reciente arrasó violentamente con el litoral de la Comunidad Valenciana y otras regiones de España, la antigua presa romana resistió la furia de las aguas. Su robusta edificación en pendiente soportó el crecimiento del río Aguasvivas sin sacrificar ni una sola piedra. Su resistencia se atribuye a un diseño excepcional y al uso de materiales y métodos que le otorgan una flexibilidad estratégica. La aplicación exacta de la mampostería de piedra y el mortero de cal en su edificación ha facilitado que La Cuba disminuya la presión de las aguas, previniendo acumulaciones que podrían resultar catastróficas. Esta misma ingeniería, creada por los romanos hace siglos, vuelve a evidenciar su importancia en periodos de desastres naturales.
Reconocimiento internacional a un legado milenario
La hazaña cubana no ha sido inadvertida. No solo ha representado un motivo de orgullo para España, sino que ha atraído la atención de medios globales, asombrados por la comparación entre la robustez de esta edificación milenaria y la fragilidad de infraestructuras contemporáneas afectadas por la misma tempestad. El Daily Mail y el Correio da Manhã destacaron la robustez de esta obra de Roma, transformándola en un emblema de excelencia técnica de una era que utilizaba herramientas escasas pero un conocimiento profundo. En Italia, no faltaron medios que honraran con orgullo este patrimonio de sus ancestros, resaltando cómo una edificación de dos mil años se levantó como la protección de una comunidad frente a la inundación.
Un tesoro turístico e histórico en Aragón
En la actualidad, La Cuba va más allá de ser una reliquia; es un imán para los turistas y una joya del legado aragonés, catalogada oficialmente como Bien de Interés Cultura. El Ayuntamiento de Almonacid de la Cuba ha transformado a La Cuba en una experiencia impulsando rutas y pasarelas que la rodean. Unos recorridos que realizan miles de personas cada año.
Su diseño, resistente a los siglos, motiva a ingenieros y especialistas en patrimonio que aspiran a edificar infraestructuras más robustas, flexibles y resistentes. Así, esta presa, más de veinte siglos después, continúa representando el ingenio y la visión de los constructores del Imperio Romano.