Que una película tenga décadas de vida no significa que sus efectos digitales vayan a ser horribles. De hecho, los largometrajes de Hollywood de hace una y dos décadas suelen verse mejor que los que aterrizan actualmente en salas comerciales debido a que los equipos de VFX están ahora mismo saturados con grandes cargas de trabajo a sus espaldas, lo que les obliga a tener que entregas los proyectos más rápido, y las prisas nunca suelen ir de la mano con la calidad. Russell Crowe protagonizó en 2014 un relato bíblico dirigido por Darren Aronosfky que, a día de hoy, sigue siendo aplaudido por expertos en CGI.
Los miembros de Corridor Crew, expertos en CGI, caen rendidos ante 'Noé' y sus increíbles efectos digitales
Los miembros de Corridor Crew, como recogen desde HobbyConsolas, han reaccionado al CGI de 'Noé', una película de 2014 centrada en la catástrofe provocada por el gran diluvio, y han aplaudido el brillante trabajo que se llevó a cabo con la recreación de la ingente cantidad de animales que aparecen en pantalla cuando se encomienda al protagonista la tarea de preservar cada una de las especies de la Tierra para su supervivencia.
En su momento, muchos se preguntaron: ¿Cómo han logrado que ese inmenso elenco de especies se vea tan bien? Los expertos responden. "Agruparon a los animales en función de su movimiento y luego crearon un esqueleto central para cada uno de estos grupos más grandes y, sobre él, construyeron lo que se llaman 'variantes'. Diferentes formas corporales con una variedad de pieles o colores y texturas diferentes que podían usar", comentan los expertos en el vídeo que tenéis a continuación.
"Luego, si comienzas a aleatorizar la distribución entre todos ellos, puedes obtener una ruptura significativa y consigues decenas de animales de diferentes tipos a partir de un esqueleto central y algunos tipos de cuerpo diferentes". En 'Noé' se logró dar una uniformidad al movimiento de los animales gracias a esa distribución por grupos dependiendo de sus características. Una década nos separa de aquella película de Aronofsky, ha llovido mucho desde entonces (nunca mejor dicho), pero cuando las cosas se hacen bien perduran en el tiempo.