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Ni Marvel ni Star Wars: El mayor problema de Disney es la obsesión de los niños por las redes sociales y la falta de natalidad

Disney no sabe cómo captar el interés de los nuevos públicos, cada vez más distraídos por las redes sociales. Además, la falta de natalidad está haciendo mella en muchos territorios. ¿Cuál es su plan?

¿Ha sido Del Revés 2 un espejismo? El éxito de Disney en cines, una de las cintas más taquilleras de la historia, sería una mera raya en el camino de un tránsito particularmente atribulado y preocupante desde hace años. A pesar de los buenos resultados actuales para la compañía del ratón, el futuro de Disney depende de una generación de niños que cada vez se siente menos atraída por Mickey Mouse y sagas como Marvel y Star Wars, desentendiéndose incluso de Piratas del Caribe y otros grandes taquillas del pasado. La gran pasión de estas nuevas generaciones está en las redes sociales, especialmente en YouTube. Y a esto hay que sumarle un descenso de la natalidad en múltiples regiones que está llevando a que Disney sea menos relevante que nunca.

Ni Marvel ni Star Wars: El mayor problema de Disney es la falta de natalidad y la obsesión por las redes sociales como TikTok o YouTube

Hablamos de un informe demoledor. Los datos, actualizados a 2022, demuestran que el 60% de los suscriptores de Disney+ son adultos sin niños en casa. Los datos de Nielsen, expertos analistas de mercado y audiencias, respaldan que los niños ven tres veces más contenido en YouTube que en la plataforma de streaming de Disney, y no parece descabellado pensar que esta tendencia continúa dos años después. Ya no es solo la competencia en streaming, lugar en el que sí parece tener más o menos asegurado este segmento de la población tan complicado.

Pero hay malas noticias. La casa del ratón mantiene el interés de los niños de entre 2 y 11 años, aquellos que se dedican a ver contenidos de la marca, pero los números muestran una caída del 7,9% en abril de 2023 al 7,6% en abril de 2024. Aunque Disney+ sigue superando a otras opciones como Prime Video o HBO Max, se encuentra por detrás de Netflix, que también experimenta una disminución del 14,1% al 13,7%. ¿Quién está acelerando esta sangría? El verdadero competidor es YouTube. La plataforma de vídeo de Google es la única que crece significativamente entre los más pequeños, pasando del 19,4% al 23,3%, consolidándose como la opción preferida de los niños para ver contenido en pantalla. Este fenómeno representa un problema para Disney, ya que sin una base sólida de jóvenes espectadores en Disney+ que permanezcan leales con el tiempo, no hay fandom ni nostalgia que explotar en el futuro.

Es más que obvio que los hábitos de consumo de la nueva generación están redefiniendo el panorama del entretenimiento. Los niños y adolescentes pasan cada vez más tiempo en internet, atraídos por la inmediatez y la variedad de contenido en plataformas como YouTube, TikTok y Twitch. Estas plataformas no solo ofrecen entretenimiento, sino también interacción y contenido generado por otros jóvenes, lo que crea un sentido de comunidad y pertenencia que las plataformas tradicionales luchan por igualar.

Disney no puede competir con YouTube, TikTok y Twitch; los niños no tienen vínculos con Mickey Mouse ni otras sagas

Además, no podemos negar la mayor: la capacidad de atención de las nuevas generaciones está disminuyendo. Estudios sugieren que los jóvenes de hoy en día tienen una capacidad de atención más corta debido a la constante exposición a información rápida y fragmentada. Este cambio en el comportamiento hace que sea más difícil para Disney y otras compañías de entretenimiento captar y mantener el interés de estos jóvenes espectadores con contenidos largos y más estructurados. Disney está intentando revertir la situación desde diferentes ángulos.

Por un lado, la experiencia física. Sus parques de atracciones y sus experiencias siguen siendo un pilar fundamental. Y luego, una de sus grandes apuestas es la colaboración con Epic Games y su popular juego Fortnite. Disney ha anunciado una inversión de 1500 millones de dólares para crear un universo de juegos que atraiga a los jóvenes y les permita conectar con sus personajes y franquicias de una manera más interactiva y atractiva. Disney quiere seguir siendo una potencia en el entretenimiento y debe adaptarse rápidamente a los cambios en los hábitos de consumo y la capacidad de atención de las nuevas generaciones. De otra manera, dejará de ser relevante. Y Mickey Mouse no se lo puede permitir.

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