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La generación Z no tiene reparos en llegar tarde ni al trabajo ni en su vida personal y al parecer la culpa es del teletrabajo

Al contrario de otras generaciones como los boomers, los más jóvenes son más flexibles con el horario.

La brecha generacional entre generación Z, millennials y boomers es cada vez más grande, marcada por la precariedad económica, la falta de oportunidades y también, las diferencias culturales también aplicadas al trabajo. La percepción de la puntualidad varía significativamente entre las generaciones, lo cual puede ser un reflejo de sus experiencias y contextos laborales. Mientras que para los baby boomers llegar 10 minutos tarde al trabajo es una señal de falta de respeto, la Generación Z lo considera aceptable. Esta discrepancia en actitudes se ha evidenciado en una encuesta realizada por la empresa Meeting Canary, la cual mostró que casi la mitad de los jóvenes de entre 16 y 26 años creen que llegar cinco o diez minutos tarde es prácticamente lo mismo que ser puntual.

La Generación Z es más propensa a incumplir los plazos.

Los millennial también aceptan la impuntualidad

La tolerancia hacia la impuntualidad disminuye con la edad. Los millennials muestran un 40% de aceptación hacia colegas que llegan 10 minutos tarde, pero este porcentaje se reduce al 26% en la Generación X y al 20% en los baby boomers. Este grupo en particular muestra una tolerancia mínima, con un sorprendente 70% de ellos afirmando tener cero tolerancia hacia cualquier nivel de impuntualidad. Para los boomers, llegar después de la hora acordada es simplemente inaceptable.

El teletrabajo aumenta la tolerancia

La Generación Z, que ingresó al mercado laboral durante la pandemia, ha tenido una experiencia distinta en términos de puntualidad. Acostumbrados al teletrabajo, donde esperar unos minutos adicionales para que alguien se conecte era común, estos jóvenes trabajadores nunca han experimentado la presión de llegar tarde a una reunión física. Esta flexibilidad horaria se ha trasladado a su percepción del tiempo en el trabajo presencial, lo cual ha generado conflictos con las generaciones mayores que valoran la puntualidad estricta.

También son flexibles a la hora de cumplir plazos

Esta actitud flexible hacia el tiempo también se refleja en el cumplimiento de plazos. Según la investigación, la Generación Z es más propensa a incumplir los plazos, con un promedio de casi una cuarta parte de sus entregas semanales llegando tarde, en comparación con el 6% de los baby boomers y el 10% de la Generación X. A pesar de esto, los jóvenes trabajadores también dedican más tiempo a tareas innecesarias y hacen horas extras, lo que sugiere que su falta de puntualidad no se debe a una falta de respeto, sino a dificultades en la gestión del tiempo.

El contraste en la percepción de la puntualidad entre generaciones resalta la importancia del contexto y la experiencia laboral en la formación de hábitos y expectativas. Los baby boomers y la Generación X, que comenzaron sus carreras en entornos laborales más tradicionales y rígidos, valoran la puntualidad como un signo de profesionalismo y respeto. Por otro lado, la Generación Z, moldeada por la flexibilidad del teletrabajo y una mayor preocupación por el equilibrio entre vida laboral y personal, ve la puntualidad con más flexibilidad. ¿Y tú, qué piensas?