'Clanes' es de esas series que, sin remedio, entran por los ojos y te cautivan gracias a su arranque espectacular y trepidante. Los primeros compases de la ficción liderada por Jorge Guerricaechevarría, guionista especializado en cine de género y eterno compañero de batalla de Álex de la Iglesia y, más recientemente, de Paco Plaza, sitúa al espectador en Cambados, dentro de un thriller policíaco con el narcotráfico como hilo conductor. La serie no esconde sus cartas y hasta presenta, de buenas a primeras, un corte de obra puramente televisiva que podríamos ver fácilmente en abierto en forma de largometraje de fin de semana. Sin embargo, el libreto del también responsable de proyectos como 'Celda 211' o 'El día de la bestia' consigue que el conjunto se eleve y termine siendo un vicio muy atractivo.
'Clanes' tiene en su haber todos los elementos de proyecto televisivo de fin de semana, pero Jorge Guerricaechevarría, su director y guionista, eleva el conjunto y hace que lo nuevo de Clara Lago merezca la pena
No es la primera vez que se explora el narcotráfico para narrar una historia de ficción, y Guerricaechevarría demuestra ser consciente de ello al meter en un mismo cóctel ingredientes de thriller policíaco, briznas de romance y personajes misteriosos y amenazantes que van desvelando sus secretos a medida que avancen los episodios (fáciles de digerir e inferiores a la hora de duración). 'Clanes' cuenta la historia de una nueva abogada, Ana, que se traslada a Cambados, Galicia. Su presencia no pasa desapercibida en el pequeño pueblo y llama la atención de Daniel, hijo de un importante narcotraficante y líder visible del 'clan de los Padín'. A partir de ahí, como os podréis imaginar, arranca una especie de relación entre ambos que pone patas arriba la vida de la letrada mientras el criminal la arrastra a su mundo de riquezas y peligros.
Sobre el papel, 'Clanes' despunta por exponer ninguna novedad o por darle un giro al género. Es más, hasta se mantiene conservadora y arriesga poco en ese sentido para ofrecer a los espectadores lo que buscan. Pero hay maneras y maneras de contar una historia que se enmarca dentro del mismo ámbito, y su creador saca su mejor pluma para darle al proyecto un encanto único. El trabajo técnico es corriente y sin nada que remarcar, pero su guion consigue atrapar al espectador hasta el final. Eso, por supuesto, viene acompañado por unas interpretaciones más que correctas. Clara Lago deslumbra como Ana ofreciendo un espectáculo hipnotizante, acompañada de un Tamar Novas como Daniel que, si bien es cierto que no está mal, chirría más de lo esperado. Y las apariciones de Miguel de Lira son una absoluta demencia (en el buen sentido) y una clase magistral de cómo robar la puesta en escena con tan solo presencia.
A pesar de ese conjunto de culebrón clásico que vuele alrededor de lo nuevo de Guerricaechevarría, 'Clanes' pasa el corte y aprueba en Netflix. Puede que presente componentes ya vistos en el género hasta la saciedad y, en general, su relato no sea nada novedosos, pero tiene cierto valor poder presentar una obra así, que grosso modo no posea nada nuevo, y que funcione de cara al público. Es una fórmula que encantará a los habituales de este tipo de ficciones y que quizá sirva para atraer a nuevo público que busque sumergirse en un thriller bañado en drama con algún romance puntual. Peca de tener un tercer acto un tanto anticlimático y extremadamente apresurado (da la sensación que se quería contar más, pero no hubo tiempo ni recursos), pero la presentación y desarrollo cumplen sobradamente. ¿Es el primer place culpable de verano?