La temporada 6 de Peaky Blinders acaba de aterrizar en Netflix. La despedida de Cillian Murphy en televisión como uno de los personajes más emblemáticos del audiovisual contemporáneo: Tommy Shelby cuelga sus pistolas en la pequeña pantalla para prepararse para empezar su camino en el ámbito cinematográfico, para terminar por todo lo alto la historia de Steven Knight. Es ahora, cuando toca ir bajando la persiana, que salen algunas de las curiosidades más impactantes de la serie. Bien sabréis, si sois seguidores de la misma, que el personaje de Murphy fuma como un verdadero carretero. En el pasado, y por pura curiosidad, al actor le dio por preguntar a sus compañeros de producción cuántos cigarrillos se había llegado a fumar.
Los actores no fuman exactamente tabaco durante los rodajes
Antes de decir ninguna cifra específica, hay que dejar claro que los cigarrillos que fuman los artistas en las series o películas o no son reales, son de hierbas. Por tanto, podéis estar tranquilos porque la salud de Murphy no corre ningún peligro en ese sentido. Fumar, eso sí, estaba bien visto en los años treinta, era digamos un privilegio que no tenía todo el mundo y hasta décadas después no se relacionó ese vicio como una causa importante del cáncer. De ahí que, en parte, veamos a los personajes principales echarse cigarrillos a la boca sin tregua alguna para sus gargantas.
Dicho esto, se hizo un recuento aproximado de la cantidad de cigarrillo que el artista fumó durante el rodaje de las tres primeras temporadas de Peaky Blinders. Se llegó a la conclusión, cifra arriba cifra abajo, que el total de cigarrillos giraba alrededor de los 3.000. Es decir, que Tommy Shelby fumó en la ficción 1.000 cigarrillos por temporada. De modo que ahora los cifras ascenderían bastante más teniendo en cuenta que la serie ha progresado. Una absoluta burrada que desde luego pondría en juego la salud de cualquiera de ser esto cierto.
No es el único personaje de televisión que hemos visto fumar sin parar, porque Matthew McConaughey no se quedó nada corto en la primera temporada de True Detective, prácticamente se encendía un cigarro nuevo con el que se estaba terminando en ese instante.