Payday: The Heist se lanzó en octubre de 2011 en PlayStation Network y PC, un título de acción en primera persona que nos ponía en la piel de una banda de atracadores, pudiendo jugar solo o junto a otros tres amigos en cooperativo, la opción donde más brillaba el juego. Con un enfoque relativamente realista, pudiendo desactivar las alarmas, tomando rehenes, los tiroteos contra las fuerzas de la ley siempre se acababan desatando de una manera o de otra, y no tardaron en compararlo con todo un clásico de la acción cooperativa, Left 4 Dead.
En el momento de su lanzamiento quizás pasó demasiado desapercibido, sobre todo en PlayStation 3, y fue con el paso de los meses, y gracias a Steam, cuando el juego fue obteniendo más reconocimiento y éxito, consiguiendo vender en un año 700.000 copias, lo que sin duda ha animado a Overkill Software a realizar una secuela, un estudio que ahora pertenece a los suecos Starbreeze Studios.
Payday 2 llegará este verano Steam, Xbox Live y PlayStation Network, publicado por 505 Games, quienes en un evento organizado la semana pasada en Londres nos lo mostraron por primera vez, con sus creadores como maestros de ceremonias. Una secuela bastante continuista que pretende reforzar y ampliar todo lo visto en la primera entrega, que ya apuntaba muy buenas maneras aunque tenía muchos detalles que mejorar. Aquí volveremos a ser un banda de atracadores, encarnando a Dallas, Hoxton, Wolf y Chains, con la posibilidad de participar cuatro jugadores en modo cooperativo, aunque manteniendo el modo para un jugador para aquellos que quieran jugar solos.
Una de las grandes pegas del primero eran sus seis atracos, un número a todas luces escaso que se va a ampliar significativamente en esta secuela con hasta 30 misiones. Estas nos irán apareciendo en el Crimenet, un mapa de la ciudad de Washington D.C. y a la vez una especie de red social, en la que nos irán ofreciendo las diferentes misiones, y donde otros jugadores o amigos nos podrán invitar a sus "trabajos". Imaginad que acabamos de empezar Payday 2 y apenas tenemos dos o tres misiones disponibles, de poca monta como atracos a tiendas o secuestros. Si un amigo ya va mucho más avanzado en el juego y tiene desbloqueados trabajos más interesantes como grandes asaltos a bancos, nos podrá invitar a jugar a con él, sin que nosotros hayamos desbloqueado esas misiones previamente.
Aunque no se puede decir que estemos ante un juego que busque el realismo por encima de todo, una vez que se desatan los tiroteos eso de cargarnos a decenas de policías y fuerzas especiales no es muy verosímil, sí que podríamos decir que estamos ante un simulador de atracos, por la cantidad de acciones que podemos realizar, y la libertad que da al jugador para afrontar los golpes. Si os enamorasteis de aquel atraco visto en el magnífico film Heat de Michael Mann, este se puede decir que es el único juego en el que podemos vivir una experiencia parecida, con muchos golpes inspirados en películas y series como The Town o Breaking Bad.
No todo serán bancos, de hecho en esta secuela pretenden sorprendernos en este aspecto, con trabajos muy originales como ciber-crímenes, robos a otros criminales o golpes relacionados con el sistema político. La primera misión que nos enseñaron transcurría en una joyería, cuyo principal objetivo era conseguir una tiara de diamantes, que se escondía en una de las cajas fuertes, aunque no sabíamos cual. Si bien podrían haber entrado por la puerta principal sin ningún tipo de sutileza, los responsables de Overkill Software que se encontraban jugando decidieron intentar una aproximación más sigilosa, por la parte de atrás del local. En este callejón había dos guardias de seguridad, que abatieron y cuyos cuerpos guardaron en dos bolsas de plástico, que lanzaron a un contenedor de basura.
Entraron por una ventana trasera de la joyería, y se dispusieron a abrir una de las cajas fuertes. Esto lo podremos hacer sin causar ruido, con un dispositivo que tarda bastante tiempo, o con la fuerza bruta colocando explosivos. Casi todo lo podremos hacer de al menos dos maneras, con cuidado y sigilo o a lo bestia, sin ningún tipo de sutileza. El juego en equipo es esencial, en esta misión participaban solo dos jugadores, y mientras uno estaba pendiente de la caja fuerte el otro vigilaba que no viniera nadie. Tras abrir la caja fuerte resultó que allí no estaba el objeto que buscaban, un detalle a destacar, ya que las misiones serán muy rejugables, hay un factor de aleatoriedad, y los objetos cambian de lugar, al igual que las personas y sus comportamientos. Podremos intentar abordar una misión varias veces de idéntica manera, y nunca ocurrirá lo mismo. De hecho algunos golpes estarán divididos en varias etapas o caminos, que transcurrirán por un lado u otro dependiendo de cómo nos comportemos, y hasta habrá eventos aleatorios, que no podremos predecir.
Los trabajadores de la joyería no tardaron en descubrirlos y activar la alarma, por lo que empezaron a llegar decenas de policías y se desató un brutal tiroteo. Si bien el objetivo principal era conseguir la tiara, en nuestros atracos podremos hacer un dinero extra robando otros objetos, en este caso joyas de los mostradores. El juego intenta ser realista en muchos aspectos, y si robamos dinero, drogas u otros objetos tendremos que meterlos en bolsas, que pesarán lo suyo y habrá que transportarlas, aunque nos permitirán lanzarlas unos metros y así poder seguir disparando o realizando otros menesteres.
El dinero será importante, mucho más que en el primer Payday, ya que será el que nos permite adquirir nuevas armas, accesorios y mejoras para estas, contando con un extenso arsenal. También tendremos mejoras simplemente visuales como nuevas máscaras, por si queremos ser los atracadores más chulos del lugar. Por tanto, nunca estará de más hace un dinero extra en cada misión. En los atracos a lugares públicos como joyerías o bancos siempre habrá civiles, que podremos utilizar como rehenes. Lo primero será pedir que se tiren al suelo, pudiendo atar sus manos para que no activen las alarmas, y en caso de que detengan a algún miembro del equipo, podrán ser moneda de cambio para que la policía suelte a un miembro de la banda.
Si una vez que nos descubren llegan sencillos policías que se encuentran en los alrededores, poco a poco la cosa se va complicando, con helicópteros, francotiradores, miembros del SWAT y agentes acorazados, convirtiéndose la acción en una auténtica carnicería. En este aspecto es donde menos realista resulta Payday 2, ya que por ejemplo contamos con regeneración de vida, los compañeros nos pueden resucitar, y la inteligencia artificial enemiga no es muy brillante, viniendo a por nosotros por el sitio más obvio a pecho descubierto, algo que esperamos que se mejore en la versión final. Todo lo que propone nos parece muy interesante, pero los tiroteos parecen bastante genéricos y típicos, veremos si hay margen de mejora en este aspecto.
Tan importante será el durante como el antes del golpe, por lo que habrá que preparase concienzudamente, comprando equipamiento y valiosa información. Cada misión tendrá disponible unos activos que podremos adquirir, como planos, un coche para escapar más rápido o algún infiltrado en el lugar del crimen, que nos facilitarán la tarea, aunque no serán precisamente baratos. Cuanto más dinero invirtamos en la misión, más probabilidades tendremos de éxito.
Habrá cuatro clases principales de personajes con sus respectivas habilidades. El mastermind o cerebro del grupo, el matón, el técnico y el fantasma. El cerebro tiene habilidades relacionadas con el liderazgo y el carisma, podrá ir aumentando su poder de persuasión doblegando la voluntad de rehenes y policías, para que se lancen más rápidamente al suelo, se dirijan a donde queramos o que incluso suelten las armas. El matón puede llevar armas y equipamiento pesado, armaduras, y mejorar su fuerza portando objetos muy pesados. El técnico es experto en explosivos, en utilizar todo tipo de gadgets, y será el que nos ayude a abrir la mayoría de cajas fuertes. Y el fantasma está especializado en el sigilo, desactivando las alarmas, las cámaras de vigilancia, y modificando todo tipo de aparatos electrónicos o informáticos.
Como veis cuatro clases bien diferenciadas con una enorme cantidad de habilidades, por lo que tendremos que echar unas cuantas horas para conseguirlas todas. A diferencia de la primera entrega, aquí nos tendremos que especializar en una clase si queremos desbloquear las habilidades más avanzadas, ya que en la primera parte cuando habías jugado lo suficiente tenías todas las habilidades de las cuatros clases disponibles, lo que estropeaba las diferencias entre jugadores. Ahora será más importante que nunca crear un grupo de cuatro atracadores especializados, que se complementen, aunque podremos seguir haciendo un personaje a nuestra medida, con habilidades de diferentes clases.
Previsto para el mes de junio, con su llegada a Xbox 360, PlayStation 3 y PC, y su decidida apuesta por mejorar todos los apartados de la primera entrega además de ofrecer un mayor número de misiones, creemos que Payday 2 hará mucho más ruido y llamará la atención de un mayor número de jugadores, con una propuesta ciertamente única, lo más parecido que hay a un simulador de atracos. Junto a unos amigos promete ser terriblemente divertido y emocionante, y esta vez han incluido contenidos para que estemos entretenidos durante mucho tiempo. Veremos si cumple con lo prometido y mejora sustancialmente a la primera entrega, según están las cosas, ¿a quién no le apetece atracar un banco? En la ficción, claro.