El lanzamiento de Gamecube vino acompañado con una serie de videojuegos que encantaron enseguida a los seguidores de la compañía japonesa. Más allá del curioso detalle de estrenar la videoconsola con Luigi en vez de Mario, Sega preparó una nueva franquicia para comenzar a explorar la arquitectura de la consola cúbica de Nintendo. El videojuego en cuestión, Super Monkey Ball, fue uno de los títulos más divertidos del inicio de generación, con una jugabilidad simple, una puesta en escena más que satisfactoria y unos personajes que ya son un icono dentro de Sega.
Poco a poco aparecieron secuelas, introducciendo nuevos personajes, más modos de juego y multitud de fases más. A cada nuevo título que aparecía, veíamos un ascenso en cuanto a posibilidades, pero la franquicia dejaba de sorprender por perder esa frescura que irradió el original.
Sin embargo, Sega ha decidido traer de nuevo a AiAi y compañía a la consola de nueva generación de Nintendo, aprovechando las funcionalidades exclusivas que ofrece el mando remoto de Nintendo y, por primera vez, utilizando la Wii Balance Board como controlador, lo que promete ofrecer una experiencia completamente nueva para los seguidores de la serie.
Rodando voy, rodando vengo
Super Monkey Ball nunca se ha caracterizado por ofrecer unos gráficos despampanantes, o una historia épica y frenética. La serie de Sega se ha desviado por el camino de la jugabilidad, encerrando a varios personajes -monos- en bolas para hacerlos rodar y superar una serie de fases probando así nuestra habilidad con el mando. El concepto funciona a la perfección, y tanto crítica como usuarios alaban el esfuerzo de Sega por ofrecer nuevas formas de juego en la industria. Y ahora, si todo va según lo planeado, AiAi y sus amigos pueden volver a dejar huella en una videoconsola de Nintendo.
La jugabilidad y concepto de Step & Roll es exactamente la misma que podemos encontrar en obras anteriores a esta, con la peculiaridad de que nos encontramos con más de 70 fases completamente nuevas y multitud de secretos que descubrir. Como era de esperar, podremos controlar a nuestro personaje con el combo wiimote y nunchuk, prescindiendo así del Wii Motion Plus que tan buena acogida ha tenido entre los videojuegos soportados. Tras esta falta justificada se encuentra la inclusión de uno de los periféricos que más ha dado que hablar en los últimos años: Wii Balance Board, cuyo objetivo es hacer los videojuegos un poco más activos para que el jugador se divierta mientras hace un poco de ejercicio. ¿El resultado? Sólo hace falta ver las ventas de Wii Fit y su secuela Wii Fit Plus para demostrar que la idea funciona.
Así pues, armándonos de uno de los dos tipos de control soportado, el jugador tendrá que llegar al final del nivel morir controlando al animal encerrado en unos niveles donde los loops, piruetas y caminos estrechos están a la orden del día. La jugabilidad promete enlazar el concepto de diversión y ejercicio, siempre y cuando utilicemos la tabla de Nintendo, puesto que poco movimiento vamos a realizar si jugamos con el mando "tradicional" de la videoconsola. De hecho, una de las bazas por las que apuesta Sega es por hacer a los jugadores un poco más activos dentro del videojuego, incluyendo un contador de "simio calorías" para motivar al usuario a seguir jugando y a superar sus propias marcas. De esta manera, Sega se asegura de que el jugador no sólo va a disfrutar jugando a una de las franquicias más divertidas de la compañía, sino que también se guarda un as en la manga para incentivar a esos jugadores que quieren perder unos kilos sin salir de casa.
Bolas, plátanos, rampas...
Super Monkey Ball también se caracteriza por incluir multitud de contenido para evitar que la obra caiga en el olvido una vez hayamos completado el modo historia, y en esta ocasión no va a haber ningún tipo de excepción. Además de las fases que tendremos que superar, el juego vendrá provisto de multitud de minijuegos para varios jugadores, donde encontraremos pruebas épicas de otros títulos -como carrera simia, fútbol y demás- mientras que por otra parte se incluyen nuevas ideas aprovechando las peculiaridades del control encima de la tabla.
Más de 20 minijuegos diferentes encontraremos en Step & Roll, que, a buen seguro, aumentará la vida de la obra para los jugadores más dedicados. Aunque, si de lo contrario somos del tipo de jugador que prefiere centrarse en el modo principal, Sega ha preparado una serie de objetivos -como los logros o trofeos de Xbox 360 y PlayStation 3 respectivamente- para hacer que el jugador más dedicado disfrute completando la obra al 100%. Secretos, puntuaciones perfectas, plátanos escondidos y multitud de objetivos secundarios veremos en las fases de este nuevo Super Monkey Ball, por lo que tendremos mucho tiempo para perfeccionar nuestro "rodaje".
Super Monkey Ball: Step & Roll no va a pasar a la historia por ser uno de los títulos que aproveche al máximo el hardware de Nintendo en cuanto a gráficos, pero sí es cierto que la paleta de colores empleada para mostrar la acción es digna de mención. Contamos con el suficiente detalle como para contar con un motor gráfico no sólo sólido, sino también bonito, y que casa perfectamente con la jugabilidad de la obra. Fases llenas de color, con multitud de piruetas y un diseño de personajes de lo más encantador es lo que nos vamos a encontrar en la secuela de uno de los grandes de GameCube.
Eso sí, el motor se ha mejorado para ofrecer una experiencia notable cuando juguemos en compañía, puesto que la rapidez a la que se mueven los monos, las físicas que ha de calcular la videoconsola en las rampas y demás no es moco de pavo. Todavía es temprano para saber si el juego contará con ralentizaciones o bajada en la tasa de imágenes por segundo, pero viendo los antecedentes de la serie podemos afirmar, casi sin temor, que Sega hará un buen trabajo llevando la franquicia a la consola de Nintendo.
Super Monkey Ball: Step & Roll saldrá el próximo mes, aunque sin fecha concreta durante el mes de febrero. Habrá que ir desempolvando nuestra Wii Balance Board y aprovechar la oportunidad que nos brinda Sega: hacer deporte mientras dedicamos nuestro esfuerzo a llevar a los monos enjaulados a la meta. No hay nada más divertido.