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Género/s: Lucha 3D / Lucha
PS5, XSX, PC:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Bandai Namco
Producción: BANDAI NAMCO ENTERTAINMENT EUROPE
Distribución: Bandai Namco
Precio: 79.99 €
Jugadores: 1-2
Formato: Blu-Ray
Textos: Español
Voces: Español
Online: No
ANÁLISIS

Impresiones Tekken 8, el Tekken más agresivo

Probamos la esperadísima y prometedora octava entrega de la icónica saga de juegos de lucha 3D de Bandai Namco, un título ambicioso, espectacular, profundo y con jugosas novedades que apuesta más que nunca por el juego ofensivo.
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Actualizado: 17:00 29/3/2023
Versiones PS5, PC, Xbox Series X/S. También disponible en Xbox Series X/S y Ordenador.

Ya han pasado seis años desde que pudimos disfrutar de Tekken 7 por primera vez en nuestras consolas y ordenadores, un juego que demostró que esta importantísima saga de juegos de lucha 3D está viviendo una segunda juventud, como bien demuestran sus más de 10 millones de unidades vendidas y todo el soporte que ha recibido en forma de actualizaciones y nuevos personajes. Pero tras todo este tiempo, no somos pocos los que estamos deseando echarle el guante a una entrega completamente nueva.

Por suerte, Tekken 8 es una realidad y aunque todavía desconocemos su fecha de lanzamiento, en Vandal ya hemos tenido la oportunidad de probarlo durante un buen puñado de horas, un primer contacto que nos ha servido para confirmar lo que ya se podía intuir en sus últimos tráilers: que el nuevo Torneo del Puño de Hierro apunta muy, muy alto.

La apuesta por la agresividad

Como viene siendo habitual en la serie, volvemos a encontrarnos ante un juego de lucha tridimensional centrado en los combates de uno contra uno donde nuestra prioridad no será otra que la de encontrar una apertura en la defensa de nuestro contrincante para así iniciar un potente combo que le haga perder gran parte de su barra de vida.

El juego sigue siendo puro 'Tekken'.

Por supuesto, se mantiene su característico sistema de control basado en cuatro botones principales (uno para cada extremidad del cuerpo), la importancia de los juggles (malabares), la contundente sensación de impacto que transmiten nuestros ataques al dar en el blanco y un plantel de luchadores totalmente diferenciado donde hay espacio para infinidad de estilos de combate.

Eso sí, que mantenga intactas sus señas de identidad no quiere decir que todo haya permanecido igual, ya que hay una buena cantidad de novedades con las que el equipo de desarrollo pretende hacer de esta la entrega más agresiva de la saga, favoreciendo unos duelos en los que tomar la iniciativa y mantener la presión sobre el rival es más importante que nunca.

El sistema Heat: la gran novedad

Una buena muestra de ello lo tenemos en el sistema Heat, una nueva mecánica que nos permite, una vez por ronda, entrar en un estado especial durante 10 segundos que nos dará una enorme ventaja sobre nuestro oponente, mejorando los movimientos más representativos de nuestro luchador y abriéndonos las puertas a la realización de algunas acciones y técnicas únicas.

El sistema Heat es, sin lugar a dudas, la gran novedad de esta entrega.

Para activarlo, dispondremos de dos métodos: el Heat Burst y el Heat Engager. El primero es un golpe común para todos los personajes que se activa al pulsar R1 en PS5 (la versión que hemos podido probar) y que es tan potente que hace que el enemigo se tambalee durante unos instantes incluso si consigue defenderlo, dejándonos en una posición ventajosa para continuar presionando. En cambio, el Heat Engager se corresponde con una serie de movimientos concretos y exclusivos de cada combatiente que, en el caso de impactar, harán que se active el modo Heat.

Dependiendo del personaje, obtendremos unas mejoras u otras, como poder realizar las versiones potenciadas de los golpes con nunchakus de Law, que las técnicas con pistola de Nina adquieran nuevas propiedades o que Jin y Kazuya puedan destrozar a su contrincante despertando los poderes del gen diabólico, desbloqueando así un buen número de nuevos movimientos.

Sin embargo, la cosa no termina aquí, ya que también hay que tener en cuenta que al activar el Heat podremos realizar tanto un Heat Dash como un Heat Smash. El primero puede realizarse justo tras un Heat Engager, hayamos acertado o no, y nos permite cancelar la acción para perseguir al rival. Si lo realizamos al dar en el blanco, esta maniobra nos servirá para alargar un combo, aunque si nuestro adversario lo bloquea nos facilitará seguir con nuestra ofensiva para que no pueda contraatacar. Por su parte, el Heat Smash vendría a equivaler a una especie de supertécnica especial.

Gestionar bien el Heat es fundamental para alzarnos con la victoria.

Ahora bien, tanto el Heat Dash como el Heat Smash tienen sus limitaciones para evitar que abusemos de ellos. Dependiendo de cómo activemos el modo Heat, obtendremos una cantidad de energía u otra, la cual debe ser invertida en estas dos acciones. De esta forma, al activar el Heat con un Heat Burst solo recibiremos una unidad y si lo hacemos con el Heat Engager ganaremos dos. Hacer un Heat Dash consume uno de energía, mientras que el Heat Smash gasta toda la que tengamos, concluyendo de manera prematura este estado.

Si habéis atendido a esta explicación, habréis llegado a la conclusión de que lo óptimo sería entrar en Heat con un Heat Engager para recibir dos de energía, realizar un cancel con un Heat Dash que nos permita continuar el combo a cambio de una unidad y rematar con un Heat Smash, aunque claro, esto último agotaría nuestro temporizador y nos haría perder unos valiosos segundos que podríamos invertir en sacarle partido a todas las mejoras que recibe nuestro luchador en este estado.

Por cierto, el temporizador que indica la duración del Heat se detiene cuando estamos realizando o sufriendo un combo y cuando hay alguien derribado en el suelo, así que si sabemos jugar bien nuestras cartas para abrir rápido la defensa del contrario, podemos extender considerablemente el tiempo que permanecemos en este estado.

Los estilos de combate de cada luchador se refuerzan y brillan más que nunca al activar el Heat.

En líneas generales, se trata de una mecánica que nos ha gustado muchísimo por todas las posibilidades que nos abre. No solo premia el juego ofensivo, sino que también añade un importante elemento de gestión que resulta fundamental en el desarrollo de los encuentros. Utilizarlo en el momento adecuado y realizar las acciones correctas para aprovecharlo al máximo según lo que requiera la situación puede darnos una valiosa victoria, así que no se trata de una herramienta opcional de la que podamos prescindir u olvidarnos. Al contrario, es un un nuevo pilar en torno al cual girarán casi todos los combates.

La mejor defensa es un buen ataque

Otra novedad la tenemos en el medidor de vida recuperable. Ahora, cuando se defiendan de nuestros golpes más potentes y realicemos combos con juggles, parte de la barra de salud de nuestro contrincante se quedará en gris, lo que indica que esa porción puede ser curada. Eso sí, para recuperarla solo existe un método posible: atacar, una muestra más de las intenciones de Katsuhiro Harada y su equipo con esta entrega.

La parte recuperable de nuestro medidor de vida solo podremos curarla golpeando.

Adicionalmente, cuando un enemigo tenga el Heat activo, será capaz de hacernos daño con sus golpes incluso cuando defendamos, aunque la totalidad de esas heridas las recibiremos en forma de vida recuperable, algo que se ha diseñado de este modo para evitar que nos dediquemos únicamente a protegernos cuando el contrario se encuentre en dicho estado.

También relacionado con la barra de salud, tenemos el regreso del sistema Rage, gracias al cual nuestro personaje aumentará muchísimo su poder de ataque cuando su medidor de vida baje hasta cierto punto. Ahora bien, al existir el sistema Heat se ha decidido eliminar el Rage Drive, aunque el Rage Art, la técnica más potente y devastadora de cada luchador, se ha mantenido con un pequeño cambio: el comando para ejecutarla se ha unificado para todos los luchadores y solo nos bastará con pulsar R2 en PS5 para ponerla en práctica.

Un nuevo sistema de control

Continuando con las novedades, debemos destacar el añadido de un nuevo sistema de control opcional pensado para nuevos jugadores. A diferencia de lo que ocurre en otros juegos, no se trata de algo que podamos seleccionar antes de una pelea, sino que podemos activarlo y desactivarlo durante una batalla con tal solo pulsar L1. Si lo hacemos, el manejo de nuestro personaje pasará a ser similar a lo que cabría esperar de un beat ‘em up o un juego de acción, con una serie de combos y golpes predeterminados que se asignan a cada botón y que varían dependiendo de nuestro estado.

Cuando activemos el sistema de control especial, los comandos que podemos realizar aparecerán detallados en pantalla.

Como hemos comentado, se trata de una opción que ha sido diseñada para jugadores novatos que solo quieran echarse unas partidas rápidas sin demasiadas complicaciones, aunque a nosotros no nos ha terminado de convencer, ya que nos limita demasiado y nos hace extremadamente predecibles. De hecho, nuestras acciones no varían ni siquiera al combinar botones o direcciones, reduciendo el más de centenar de movimientos de cada luchador a apenas una decena, algo que creemos que va en contra de la esencia de la serie y que diluye muchísimo la diversión.

El nuevo ritmo de los combates

En lo que respecta a los combates como tal, todas las novedades que os hemos comentado acaban traduciéndose en unos duelos en los que el ritmo ha cambiado por completo y en los que hay menos espacio para medir distancias y estudiar al rival, ya que todas las mecánicas nos invitan a atacar. Tanto es así, que mantener una actitud defensiva es algo que suele acabar volviéndose en nuestra contra. Con esto no queremos decir que la defensa haya dejado de ser importante, pues golpear a lo loco tampoco da buenos resultados, pero no se puede negar que el título recompensa constantemente y de muchas formas distintas al jugador que lleva la iniciativa y juega con mayor agresividad.

Los combates tienen ahora un ritmo mucho más intenso.

A falta de echarle muchas más horas, este nuevo enfoque nos ha encantado, pues convierte las peleas en algo más tenso, frenético, ágil y espectacular donde no hay ni un solo segundo de respiro, haciendo de estos duelos algo bastante más divertido tanto de ver como de jugar. Además, se han usado muchos trucos visuales para que, a pesar del incesante intercambio de golpes, siempre quede muy claro lo que está haciendo cada jugador y lo que está sucediendo en pantalla, independientemente de los conocimientos que podamos tener sobre sus mecánicas.

Desgraciadamente, no podemos hablaros demasiado sobre sus modos de juego, ya que la versión de prueba a la que hemos tenido acceso solo permitía luchar contra otros jugadores en local. Al menos, nos ha servido para probar a 10 personajes distintos, todos ellos provenientes de entregas anteriores: Paul, Kazuya, Jin, Jun, Law, Jack-8, Nina, King, Lars y Xiaoyu.

Lo primero que nos ha sorprendido al controlarlos es la enorme cantidad de nuevos movimientos con los que cuentan, aunque siempre respetando sus estilos de combate y sus técnicas más características y representativas. Esto, acaba por transmitirnos una sensación tanto de familiaridad como de frescura que, por un lado, nos ha permitido jugar con ellos como solemos hacerlo, pero al mismo tiempo nos ha obligado a aprendernos montones de nuevas herramientas y a adaptarnos a los cambios que se han realizado en aquellas que ya conocíamos.

De momento, no se ha anunciado ningún personaje que sea completamente nuevo y todos los que hemos probado provienen de entregas anteriores.

Aquí hay que tener en cuenta que todo el juego está desarrollado con Unreal Engine 5, por lo que tanto los modelados como las animaciones son completamente nuevos y se han realizado desde cero, lo que también significa que el frame data ha cambiado, un importante detalle que ayuda a que los luchadores se perciban tan distintos cuando jugamos con ellos y los vemos en movimiento.

Por lo demás, podéis esperar unos personajes brutalmente diferenciados y con cientos de técnicas y golpes distintos que ya en esta primera toma de contacto nos han dejado claro que vamos a necesitar meses para dominar a tan solo uno de ellos, deleitándonos con un título profundísimo y con infinidad de posibilidades con el que nos lo hemos pasado en grande. No ha habido ni una sola partida en la que no hayamos descubierto algo nuevo y la sensación que hemos tenido al soltar el mando es la de no haber rascado ni un poco de su superficie.

Tekken de nueva generación

Ya que hemos mencionado que el juego está hecho con Unreal Engine 5, no podemos concluir este artículo sin aplaudir su espectacular apartado gráfico. El salto visual respecto a Tekken 7 es gigantesco y se nota que hay una generación de diferencia entre ambos, deleitándonos con unos modelados cuidadísimos y muy detallados, unas animaciones sensacionales, muy buenos efectos y unos escenarios fantásticos, variados y que, en algunos casos, van cambiando a medida que avanzan los rounds. Y sí, como siempre, hay diferencias entre luchar en un campo de batalla u otro, tanto por el espacio que tenemos para movernos como por las formas en la que podemos aprovecharlo en nuestro favor. Además, algunos de ellos cuentan con diferentes niveles a los que podemos acceder, ya sea tirando al contrario al piso de abajo o por otros métodos, como que se rompa el suelo en el último asalto.

A nivel audiovisual es todo un espectáculo. El salto respecto a 'Tekken 7' es enorme.

Aquí nos ha sorprendido también que ni siquiera los fondos más recargados y con más detalle nos han distraído de las peleas, por lo que están muy bien integrados para que ayuden al juego a lucirse sin entorpecer la legibilidad de la acción. Y para rematar, tanto la calidad de la imagen como el rendimiento a 60 fps son impecables. Por su parte, la banda sonora, vuelve a apostar por temas muy movidos y animados que suelen tirar hacia la música electrónica, comportándose de manera dinámica para subir la intensidad cuando un jugador está a un round de llevarse la victoria.

Un retorno con una gran pegada

Como veis, Tekken 8 no podría estar gustándonos más. Una entrega muy ambiciosa que apuesta más que nunca por el juego ofensivo y el espectáculo, novedades jugables muy interesantes, un plantel variadísimo que sigue desprendiendo un carisma arrollador, un apartado audiovisual de lujo, una jugabilidad profundísima que nos llevará meses dominar y la sensación a los mandos de estar ante un producto que resulta familiar y fresco al mismo tiempo, algo a lo que solo aspiran las mejores secuelas. Evidentemente, nos queda muchísimo por jugar y por descubrir, ya que no sabemos nada sobre sus modos ni el número de luchadores que tendrá en su lanzamiento (de hecho, todavía no se ha presentado ningún personaje que sea completamente nuevo), pero si os gusta la saga o la lucha 3D en general, haríais bien en seguirle la pista de cerca, pues el Torneo del Puño de Hierro apunta a regresar con su mejor pegada.

Hemos escrito este artículo tras jugar durante seis horas a una versión en desarrollo para PS5 de Tekken 8 en un evento al que fuimos invitados por Bandai Namco.

Redactor