Tony Hawk Ride es el retorno de la saga de juegos de monopatín de Activision, que desde el año 1999 llegaba con una nueva entrega todas las Navidades, en su papel de dominador del género de los deportes extremos. Tras el excelente Skate de Electronic Arts, que dejó en evidencia el estancamiento de la saga, tocaba renovarse o morir, y la renovación es radical. Tony Hawk Ride usa un periférico tabla de monopatín, al estilo de Guitar Hero o del propio Skate It para Wii (que usa la Wii Balance Board), y nosotros hemos podido probar en el E3 durante unos minutos la nueva forma de los juegos de Skate.
El periférico, todavía un prototipo, es una tabla de monopatín sin ruedas que se posa directamente sobre el suelo, y que cuenta con cierta flexibilidad (y un acolchado de goma), pues la tendremos que mover sobre el parqué de nuestras casas para ejecutar los movimientos clásicos de Skate. El productor de Robomodo, la empresa encargada de diseñar el periférico, nos mostró cómo se jugaba, y el resultado es tremendamente intuitivo. Situamos el pie derecho (asumiendo que somos diestros) en la parte trasera de la tabla, inclinada, la que se usa para pisar la tabla y hacer los saltos, y el pie izquierdo en la parte delantera, como la postura que se adopta en Skate justo antes que saltar. Aparte de tener que sacar el pie de la tabla para tomar impulso cada bastante tiempo, ésa es la posición que adoptaremos para hacer todas las piruetas del juego.
En la demo se nos mostraba un nivel sencillo o, mejor dicho, una pequeña parte de un nivel, donde se nos planteaban tres restos para los que teníamos algo más de un minuto: hacer un manual de 50 pies, un salto sobre un barril en llamas, y finalmente un grind sobre una barra. Tuvimos varios intentos para hacerlo y, aunque no es fácil, cuando sale es muy satisfactorio para el jugador.
Sobre la tabla, el movimiento se controla inclinando nuestro cuerpo, al estilo del Wii Balance Board. La tabla cuenta con acelerómetros para detectar el movimiento, y con sensores de peso para detectar la inclinación, por lo que en la postura anteriormente indicada, echando el peso del cuerpo hacia delante inclinábamos la tabla hacia la derecha, y hacia atrás a la izquierda, haciendo que nuestro patinador girase. Aunque es muy difícil caerse porque la tabla está sobre el suelo, es fácil en los primeros minutos perder un poco el equilibrio y acabar con los pies fuera de la tabla.
El primer reto, el manual, se hace exactamente igual (suponemos) que un manual en una tabla de monopatín real, inclinándonos levantando la tabla levemente con el pie derecho, y manteniéndola en equilibrio durante un tiempo. Levantarla demasiado alto y, sobre todo, demasiado rápido, hará un salto (como en el skate real), pero hacerlo progresivamente hará que nuestra tabla se levante del suelo poco a poco hasta hacer el movimiento, en el que nos sostenemos solamente con las ruedas traseras, en movimiento. Sin duda lo más difícil de hacer de toda la prueba, porque además es lo primero que hay que hacer, pero tremendamente satisfactorio si se consigue.
El salto era lo más fácil, sin duda, si bien teníamos que sincronizarnos bien para hacerlo justo en el momento oportuno y así saltar sobre el barril en llamas, adoptando la cámara un ángulo lateral para darle un toque más cinemático a nuestra proeza. Los saltos se hacen pisando con fuerza la parte trasera de la tabla, y dependiendo de cómo lo hagamos, y de si nos estamos movimiento o inclinando en el momento de hacerlos, haremos movimientos de skate como un kickflip. La parte de grindar era la más sencilla, pues es automática (salvo que queramos grindar con la parte de la tabla, y no con las ruedas). Saltando bien alto sobre la barra, nuestro monopatín se deslizaba sobre ella, e incluso podíamos dar un salto más para salir del grind espectacularmente.
A nivel gráfico el juego cumple, aunque obviamente es lo de menos. Lo que nos llamó la atención es que habrá dos niveles del juego ambientados en España. Uno en Barcelona, en los alrededores del museo MACBA, y otro en... Toledo, la capital de Castilla-La Mancha (de verdad, no es una confusión con Toledo, Ohio). Ante nuestras preguntas de por qué se les había ocurrido ambientar un nivel en Toledo, un sitio precioso y además antigua capital del reino, pero sin un trasfondo skater (con todo el respeto para los aficionados al monopatín de la ciudad), nos explicaron que habían visto la ciudad en vídeos y fotografías y que les había fascinado su estilo medieval, y adaptaron algunas partes para convertirlas en zonas de skate. De hecho, están especialmente orgullosos de este nivel, que consideran uno de los tres mejores de todo el juego.
Tony Hawk Ride llega a finales de este año a los Estados Unidos, pero en España todavía no tiene fecha y no es seguro que llegue este 2009. Los aficionados al monopatín puede que tengan que esperar algo más para probar esta forma completamente nueva de jugar.