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XSX, XBOne, PS4, Switch:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Newcore Games
Producción: Newcore Games / Astrolabe Games
Distribución: Steam
Precio: 24,99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: Inglés
Online: -

The Devil Within: Satgat, un metroidvania souls-like a ritmo de metal

The Devil Within, un metroidvania que parece muy souls-like pero que tiene un espíritu más arcade y endiablado. Lo probamos en la plataforma early access de Steam.
Versiones PC, Switch, Xbox Series X/S, Xbox One, PS4, PS5. También disponible en PlayStation 5, Xbox Series X/S (Año 2024), Xbox One (Año 2024), PlayStation 4 (Año 2024) y Nintendo Switch (Año 2024).

La etiqueta souls like, más que un reclamo, puede convertirse en un sambenito. A veces es difícil saber qué esperar de ella. Newcore Games se tiraron a la piscina con este The Devil Within: Satgat, inyectando "git gut" en su ADN de metroidvania. Una mezcla cuyos fracasos podrían llenar un cementerio, pero cuyos éxitos se han convertido en joyas del indie, como Aeterna Noctis, Salt and Sanctuary o Afterimage (además del omnipresente Hollow Knight). Aquí, como en otros géneros sobresaturados, no hay medias tintas: o triunfas o te quedas en el olvido.

Para poder entender mejor la apuesta de este título y hasta dónde llegan sus influencias, hemos tenido la oportunidad de probar su versión Early Access. Y aunque haya canela para los amantes del parry, es importante entender lo que espera de ti para no ir con expectativas equivocadas.

"Cariño, me he convertido en un demonio"

Kim Rip es un nombre que habla por sí mismo. Es puro metal, un asesino implacable, una máquina de matar. Un samurái en una ciudad que mezcla estética japonesa tradicional con el asfalto y la tecnología en un mundo 2,5D dibujado por el Unreal Engine, y que recuerda levemente a la estética de Ninja Gaiden, aunque rápidamente el conflicto nos pone en un terreno propio.

¿Quieres melodrama e intrigas palaciegas, morena? Toma dos tazas.

Controlamos así a este miembro de la Guardia Real, encargado de destruir el origen del aceite carmesí que está transformando a todo el mundo en demonios. Pero algo ocurre que hace que Kim Rip se despierte en medio de la ciudad con amnesia y parcialmente poseído. No hace falta decir más, porque el conflicto de la historia se escribe sólo, y es de agradecer, porque nos permite centrarnos en lo que importa a la vez que, en un segundo plano, podemos descubrir más de este mundo. Eso sí, no faltan los momentos épicos, con un CGi muy de andar por casa pero al que se le perdona todo por sus giros de guión melodramáticos y un combate frenético a ritmo de doble bombo y guitarra distorsionada.

Un souls-like simplificado de tendencias arcade

The Devil Within: Satgat te ofrece un combate preciso y exigente, pero no es difícil. Si suena contradictorio, es porque lo es. Tienes un botón de ataque débil y uno de ataque fuerte. El ataque fuerte consume PA o resistencia, el débil no. Al esquivar, con el tercer botón, también te cansas. Si te agotas, literalmente, te quedas parado durante varios segundos sin poder hacer nada. En los juegos de FromSoftware la penalización por no ser preciso viene en el combate. Aquí, directamente te interrumpe el ritmo de juego, con lo cual lo que quiere este sistema es que golpees lo justo y necesario, y que te aprendas sus combos para ser eficiente, no para ser efectivo.

El combate no quiere que machaques botones por doquier.

Porque los combates, salvo encuentros ocasionales, están lejos de parecer un reto, y es aquí donde aparece la influencia de los metroidvaina. Porque a ver, si quieres hacer parry, puedes hacer todos los parrys que quieras: tienes un botón de bloqueo, y si tienes un timing perfecto puedes elegir entre tres contraataques, más concentrados, de área o de disparo. El caso es que los enemigos no lo requieren. La mayoría van al suelo con un par de golpes fuertes. Esto es a propósito, porque el foco está puesto en otro sitio.

Cuando vas derrotando enemigos, subes de nivel, y esos niveles te dan acceso a distintas mejoras según 6 parámetros diferentes. Los más importantes desbloquean combos y otros ataques que revelan una actitud más arcade y, por tanto, permisiva con el timing. Hay enemigos que requieren de esquivas, o que les ataques a larga distancia. Para ello tienes una pistola que, además para estos encuentros, sirve para desbloquear caminos en el mapa. Los jefes, en cambio, no son tan permisivos.

Tienes herramientas de corto alcance, de largo, y hasta una garra. Será por opciones.

Es el caso de Chang Lee, que se plantea como nuestro archienemigo y el primer encuentro "souls-like" (muerte de prueba incluida) que hemos visto en el Early Access. Ataca sin piedad, tiene una barra de vida kilométrica, y, efectivamente: o parry o plomo. Esto sumado a las mil esquivas y saltos que te exige, y lo duro que golpea, claro. Y así es The Devil Within: Satgat, con enemigos de andar por casa que atacan a destiempo o se comportan como piñatas, y luego otros que te destrozan a poco que te descuides. Claramente hay problemas de balance, pero nada insalvable. Es fácil imaginarse una versión de lanzamiento con retoques en este sentido y un árbol de habilidades muy variado y batallas que requieran un conocimiento exhaustivo del mismo.

Progresión lineal por pequeños mundos semi-abiertos

Cuando hablamos de metroidvanias, esperamos ciertas cosas. Entre ellas, un mundo abierto cuya progresión vamos desbloqueando conforme adquirimos habilidades, potenciadores, o cualquier variedad del mismo que se nos ocurra. El juego que nos ocupa, además de ser un souls like a medias, es un metroidvania a medias. Pero en ningún caso debemos ver esto como algo negativo.

El primer nivel que nos pasamos claramente era introductorio, y en consecuencia, lineal. Recorremos una ciudad en ruinas, zombi aquí, zombi allá, un minijefe desbloquea la segunda área del nivel, volvemos a un lugar anterior para luego seguir avanzando, se desbloquean atajos... y al terminar, cruzas un portal que te lleva a una especie de "hub", que conecta con el resto de niveles, como, por ejemplo, ocurre en Demon's Souls.

Cuando llegamos al Bosque Oscuro, la segunda zona del juego, la dinámica cambia, y los mapas se expanden de forma notable. Ahora, además, puedes elegir el orden en el que cumplir los objetivos, y cada sección tiene sus propios secretos, con secciones bloqueadas hasta que obtienes habilidades concretas (como el doble salto, o rebotar en la pared, por ejemplo). Los recorridos se vuelven mucho más laberínticos, y aunque puedes ver claramente las partes que te quedan por recorrer del mapa, hay momentos en los que necesitas orientarte por ti mismo.

El juego se va volviendo más metroidvania y más plataformero conforme vas progresando.

Este es un juego que, por lo general, se disfruta mucho en partidas cortas, y que se hace ideal para llevártelo con tu Steam Deck; los puntos de guardado están razonablemente espaciados, no necesitas sufrir mucho para ir progresando, y la mezcla entre linealidad y pequeños mundos abiertos hace que no tengas que volverte loco para recordar qué partes del mapa te quedaban por explorar.

El resto de elementos de progresión, de nuevo, beben más de Dark Souls que de géneros más plataformeros. Por ejemplo, las pociones se recargan entre puntos de guardado, y consiguiendo objetos concretos (frutas de distintos colores) puedes ampliar este límite. También puedes mejorar tus armas con los objetos adecuados. Por lo demás, el lore también crepa por otros submenús en forma de recuerdos que vas encontrando por los niveles, o los "lamentos", pequeñas historias escritas que puedes desbloquear matando a una cantidad concreta de cada tipo de enemigos, y que recompensan tu interés por la narrativa con la moneda del juego. Curioso incentivo que acentúa la sensación de un videojuego que va profundizando cada vez más y más en elementos que en apariencia son bastante simples. ¿Hasta dónde va a llegar? Sólo la versión final podrá hablar por sí misma.

Familiar y diferente

A primera vista, The Devil Within: Satgat parece una mezcla de lugares comunes. Sin embargo, conforme vas adentrándote en sus niveles aparece una personalidad propia. Más arcade que souls-like, más plataformero que metroidvania, es una combinación muy agradecida que lo tiene todo a su favor para librarse de la criba y aparecer entre los tops del género a poco que haga algunos retoques y se actualice con regularidad en su acceso anticipado.

*Hemos realizado estas impresiones gracias a un código proporcionado por l33tpro.