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Fecha de lanzamiento:
PC:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Rain Games
Producción: Rain Games
Distribución: Steam
Precio: 8,99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Inglés
Voces: No
Online: No
ANÁLISIS

Impresiones Teslagrad

Una compañía independiente prepara otro de esos juegos 'desconocidos' que podría ser una de las sorpresas del año.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versión PC. También disponible en Wii U, PlayStation 3, PlayStation 4, PSVITA, Xbox One, Nintendo Switch, Android y iPhone.

Noruega nunca ha sido un país que se haya tomado como referente en la creación de videojuegos, pero parece que esto puede cambiar en el futuro, al menos en el sector independiente. Por una parte tenemos Krillbite Studio, que prepara Among the Sleep, una interesantísima propuesta de terror que se financió recientemente en Kickstarter. Hoy nos ocupa Teslagrad, un juego de Rain AS que apuesta por las plataformas y los puzles, y que se apoya, además, en un estilo visual muy atractivo.

Teslagrad es, como decimos, un juego de plataformas y puzles, donde, como ya habrán descubierto los más espabilados, la electromagnética tendrá un papel muy importante, pues toma su nombre de Nikola Tesla –promotor de nacimiento de la energía comercial–. El juego comienza con una emocionante persecución, en la que, bajo la lluvia, descubriremos que somos alguien especial, o al menos, buscado por ¿la policía?. Teslagrad deja claro desde el primer momento que no nos contará una historia al uso, ya que ni siquiera recurre a breves líneas de texto.

Más allá de los menús, apenas encontraremos líneas de texto, por lo que tanto historia como tutoriales serán algo que tendremos que adivinar por nosotros mismos. La verdad es que es algo que se agradece en una industria que, compartiendo a grandes rasgos controles entre juegos, nos ofrece tutoriales literalmente hasta para andar. Eso sí, pronto comenzaremos a descubrir nuevos poderes y la cosa se irá complicando, y tendremos que ponernos serios para entender cómo funciona el mundo que nos rodea.

Tras la introducción plataformera, pronto descubriremos unos guantes un tanto extraños, que nos darán la habilidad de usar puñetazos "eléctricos" , que nos servirán para cambiar la polaridad de ciertos elementos. Así tendremos que ir combinando en primera instancia estos poderes para poder progresar. Más pronto que tarde descubriremos que hay corrientes magnéticas, flores magnéticas que nos impregnan de una u otra polaridad, y distintos elementos que serán imprescindibles para solucionar nos puzles.

El segundo que encontramos en la versión que hemos podido probar –aunque sospechamos que habrá alguno más– son unas botas que nos permiten teletransportarnos una pequeña distancia, pero suficiente para alcanzar las plataformas más lejanos o para atravesar barreras de no demasiado grosor. Con cada poder, los puzles se complican un poco más, y tal y como hemos apuntando antes, no contamos con ningún tutorial que nos lleve de la mano hasta que nos hagamos con el control de nuestro nuevo poder.

Los escenarios que hemos podido disfrutar son un poco laberínticos, y siendo sinceros, nos ha despertado una pregunta: ¿están diseñados tan increíblemente bien que nos guían sin saberlo, o hemos tenido la inmensa suerte de encontrar siempre el camino correcto? Creemos que hay un poco de ambas, pero si cuando probemos la versión final se sigue dando esta situación, acabaremos por decantarnos por la primera. De todos modos, es cierto que generalmente las habitaciones que exploramos son reconocibles, por lo que podemos saber si estamos repitiendo estancia o no.

Donde sí no hay queja posible es en el aspecto artístico. Teslagrad recurre a un estilo de dibujo animado, con protagonistas y fondos recreados a mano con pequeños y puntuales toques en tres dimensiones, como Rayman Legends o, quizá de manera más precisa, el injustamente olvidado A Boy and his Blob en su versión para Wii; tan olvidado, dicho sea de paso, que ni siquiera llegó a España. Hay escenarios realmente preciosos, y otros que simplemente se quedan en lo correcto, pero el conjunto es muy atractivo, y que le sienta muy bien a la propuesta.

La aventura nos traslada hasta algún lugar de una antigua Europa, que por el momento no podemos precisar. Todo tiene un aire steampunk, un toque oscuro y pesimista que queda patente desde los primeros compases del juego. En lo que hemos visto han aparecido escenarios muy variados, tales como una zona urbanística de casas tradicionales, una intrincada estancia de varias plantas, que albergaba desde grandes salones hasta un gigantesco árbol. Además, a pesar de no haber podido disfrutar al máximo de ella, la música promete ser una gran acompañante para la ambientación.

Además, todo se mueve a la perfección, con animaciones muy suaves, transiciones sin tiempos de carga y con una sensación bastante conseguida de coherencia. Es cierto que hasta el momento no hemos encontrado ningún puzle en el que la física sea determinante, pero cuando hemos podido experimentar con ella hemos visto que está muy trabajada, y que responde de manera realista. También es cierto que aún quedan algunos aspectos que pulir, como el salto del protagonista en algunas superficies, o determinadas animaciones que se descolocan puntualmente, pero hasta octubre de este año hay, desde luego, tiempo para pulir estos aspectos.

Por el momento, lo que hemos visto de Teslagrad nos ha encantado. Retoma la esencia de los juegos de plataformas bidimensionales con un gran aspecto artístico, y le añade puzles muy bien planteados y dota al jugador de absoluta libertad para planteárselos, para comprender, para sorprenderse, para averiguar... esa libertad que tanto falta hoy en día, y que para muchos jugadores se puede hacer una barrera casi insalvable.

Aún tenemos que ver cómo progresa, qué ofrece, y qué tipos de puzles nos encontramos, pero el primer contacto con Teslagrad ha sido muy positivo. La falta de interfaz, de secuencias, de texto... la naturalidad con la que se presenta es algo muy de agradecer, y el planteamiento jugable transmite sensaciones innovadoras dentro del género en el que se presenta, que ya cuenta con algunos representantes de grandísima calidad. La guinda del pastel la pone esta estética tan atractiva y bien elaborada, que tomo hemos explicado, nos parece un complemento ideal para la idea que ilustra. Nosotros lo seguiremos muy de cerca, y desde ya depositamos nuestras esperanzas independientes en él.