El éxito de Mecha BREAK en Steam ha evidenciado las ganas que tienen los jugadores de buenos juegos protagonizados por mecas que nos permitan disfrutar de la excelente fantasía de poder que supone poder pilotar enormes robots capaces de moverse a velocidades de vértigo a la vez que blandimos armas colosales de una potencia devastadora. Sin embargo, la gran pregunta es: ¿realmente merece la pena?
Puro frenetismo y espectacularidad, pero sin mucha profundidad
Lo primero que debéis saber es que estamos ante un juego gratuito de acción centrado en el multijugador competitivo que bebe tanto de los hero shooters como de los extraction shooters, aunque con la peculiaridad de que aquí lo que controlamos son unos mecas con unos diseños espectaculares.
De este modo, cada uno de los 15 robots disponibles actualmente actúa como un personaje jugable completamente único y diferenciado del resto que cuenta con sus propias armas, habilidades y peculiaridades, por lo que raro será que no encontremos uno que se ajuste a nuestro estilo de juego favorito.
Tan pronto podemos pilotar un meca equipado con un letal francotirador que es capaz de camuflarse con el entorno que ponernos a los mandos de una bestia metálica ultrapesada que puede fijar su posición para reforzar su capacidad defensiva y lanzar una lluvia de proyectiles capaces de acabar con todo lo que se ponga en su línea de tiro.
Como decimos, la experiencia de juego varía considerablemente de un meca a otro y la mayoría nos han parecido muy divertidos de controlar, aunque no hemos podido evitar tener la sensación de que hay ciertos desequilibrios y "personajes" como Stego o Aquila nos han parecido considerablemente más poderosos y útiles que la mayoría.
En líneas generales se trata de un juego en el que la acción se desarrolla a velocidades de auténtico vértigo incluso con los robots más lentos y pesados, pudiendo maniobrar en el aire, volar, esquivar y esprintar gestionando nuestras reservas de energía para no quedarnos vendidos y sin movilidad en el momento más inoportuno.
Algo que nos ha llamado la atención es lo permisivo que es el apuntado del juego, haciendo que sea muy sencillo acertar a nuestros blancos siempre y cuando lo tengamos dentro de nuestro campo de visión, mientras que las armas cuerpo a cuerpo harán que nos lancemos de forma automática hasta nuestro rival. Gracias a esto, lo que tenemos entre manos es un shooter muy accesible que no requiere de un excesivo nivel de habilidad para disfrutar de su propuesta, algo que a medio y largo plazo se acaba volviendo en su contra, ya que esto también deriva en una preocupante falta de profundidad que hace que las batallas no evolucionen lo suficiente y tengamos la sensación de estar librando los mismos combates una y otra vez sin que podamos hacer demasiado para mejorar nuestro rendimiento en el campo de batalla.
Parte de la culpa de esto la tiene el hecho de que, a pesar de tratarse de un juego competitivo en el que en casi todos sus modos jugamos por equipos, no hay demasiadas mecánicas ni sinergias entre personajes que incentiven la cooperación y lo normal es que las partidas acaben resultando un poco caóticas mientras cada jugador libra sus propias batallas, por lo que la mayor diferencia que vamos a notar es el número de pilotos de cada bando que hay en cada zona caliente del mapa. Sí, hay personajes que están muy enfocados en ofrecer soporte a sus compañeros, pero no suelen ser un factor decisivo ni cambian la manera en la que afrontamos los encuentros con los rivales.
Todo esto nos deja con un shooter que como decimos, es tremendamente vistoso, frenético, espectacular y accesible, pero al que se le ven las costuras cuando empezamos a rascar y a pedirle algo más de profundidad, lo que no quita que nos pueda dar unas cuantas horas de diversión jugando con amigos.
En cuanto a los modos de juego, tenemos tres bien diferenciados: Operación Verge, Arena de Ases y Mashmak. El primero de ellos nos lleva a disputar batallas de 6 contra 6 en las que debemos cumplir diversos objetivos según el mapa en el que juguemos, como conseguir recursos de unos extractores para sumar puntos, mientras que Arena de Ases nos propone un modo mucho más directo y arcade en el que lo único que importa es acabar con nuestros enemigos para puntuar y hacernos con la victoria.
Finalmente, Mashmak es un modo extracción PvPvE en el que debemos asaltar bases enemigas para derrotar jefes, obtener recursos y acudir a un punto de extracción para huir y dar la partida por completada mientras otros equipos de jugadores intentan hacer lo mismo. Por supuesto, si nos matan perderemos todo lo que hayamos saqueado y tengamos equipado y nos devolverán al menú principal, lo que aporta un extra de tensión a los encuentros con otros escuadrones.
A diferencia de lo que ocurre en los otros dos modos, aquí podemos solicitar recursos y armas consumibles durante las partidas, siempre y cuando nos hayamos equipado con ellos. Además, podemos instalar unos mods de distinta rareza que afectan al desempeño de nuestro meca y a sus estadísticas, mientras que en Verge y Arena de Ases todo el mundo compite en igualdad de condiciones.
A decir verdad, es un modo que no nos ha terminado de convencer del todo y no nos ha parecido especialmente divertido, ya que asaltar bases enemigas y enfrentarnos a rivales controlados por la IA no nos ha parecido muy divertido, por no hablar de lo frustrantes que resultan los desequilibrios entre aquellos jugadores que tienen buenos mods y objetos y los que no. En teoría, el sistema de emparejamientos busca jugadores que tengan un nivel de equipamiento similar al nuestro, aunque en nuestra experiencia personal esto no ha sido siempre así.
Todo esto nos lleva a su polémico y dantesco sistema de monetización, el cuál gira alrededor de una casa de subastas en la que los jugadores pueden vender sus diseños personalizados de personajes por la moneda Premium del juego, así como los objetos, recursos y mods de Mashmak. Esto, por un lado, nos da la opción de lograr la divisa de pago sin poner un solo euro, aunque al mismo tiempo convierte gran parte de la experiencia en un simulador de especulación que nos obliga a estar constantemente pendientes de los artículos más demandados para intentar maximizar nuestros beneficios mientras que aquellos usuarios que están dispuestos a abrir su cartera adquieren grandes ventajas en el modo extracción que lo convierten en una modalidad que podríamos definir sin muchos problemas como pay to win (pagar para ganar).
Además, la economía del juego es, actualmente, un auténtico desastre, sacar buenos beneficios con la subasta es realmente complicado y la plaga de bots que ya inundan el título tampoco ayudan a que la experiencia sea mínimamente agradable. Más allá de la subasta, hay montones de objetos cosméticos para personalizar tanto a nuestros mecas como a nuestros pilotos, como pinturas o peinados, y obviamente todo tiene un coste de algún tipo, ya sea con la moneda premium o las que podemos obtener gratis jugando.
Esto último es algo que nos preocupa mucho menos, ya que, al final, no dejan de ser artículos puramente estéticos que no afectan lo más mínimo a las partidas. Eso sí, os avisamos que hay tres robots que están bloqueados de inicio y que requieren que obtengamos los puntos necesarios para desbloquearlos, pero es algo que se consigue jugando eventualmente. Es más, nos dan hasta un periodo de prueba de 7 días para que juguemos con ellos si queremos mientras obtenemos la cantidad suficiente de dinero, por lo que creemos que es algo que se ha gestionado bien.
Por lo demás, podéis esperar infinidad de misiones diarias y semanales, recompensas por conectarnos al juego a diario y de manera consecutiva, pases de batalla, skins de pago con precios disparatados, una tienda premium con unos poquísimo artículos que van rotando, montones de banners publicitarios que nos asaltan a la mínima de cambio y un menú principal que es un auténtico despropósito: poco claro, nada intuitivo, lioso como él solo y confuso, por lo que preparaos para pasar un buen rato en él hasta que os acostumbréis y averigüéis dónde están todas sus opciones y para qué sirve cada una.
A nivel gráfico no es que sea ningún portento, pero cumple de sobra, está bien optimizado (cualquier equipo modesto puede moverlo con relativa facilidad y con buen rendimiento y calidad visual) y logra hacer que cada batalla sea todo un espectáculo de luces, colores, proyectiles y explosiones que inundan la pantalla mientras nos desplazamos por el campo de batalla a toda velocidad en unos mapas amplios y muy abiertos. Mención especial a los diseños de los mecas: absolutamente geniales y con un toque a medio camino entre lo que esperaríamos ver en Gundam y en Armored Core.
Finalmente, el sonido nos deja una banda sonora resultona y que ambienta bien, mientras que los efectos se llevan la mejor parte. El doblaje inglés, por su parte, es un tanto pobre, y los textos nos llegan traducidos al español.
Un comienzo irregular para un juego que promete tener un largo recorrido
Este primer mes con Mecha BREAK nos ha dejado un tanto fríos. Por una parte, es un juego accesible, vistoso, ágil y que ofrece partidas entretenidas cuando jugamos con amigos en sus modos Verge y Arena de Ases, pero al que su falta de profundidad y de mecánicas cooperativas que aporten algo de estrategia en equipo le acaban pesando demasiado, por no hablar de su desangelado y desequilibrado modo extracción o de su sistema de monetización, el cuál nos ha generado un rechazo instantáneo, al igual que unos menús y un diseño de juego que no para de gritarnos que gastemos dinero de manera muy poco sutil o disimulada, hasta el punto de resultar incluso agobiante.
Por suerte o por desgracia, su naturaleza de juego como servicio le da todavía la oportunidad de remontar con el paso de los meses y años, ya que es indudable que estamos ante una obra de largo recorrido que aspira a mejorar con más contenidos, opciones y mejoras que probablemente pulirán su propuesta actual (aunque el riesgo de que empeore también existe, como bien demuestran otros títulos similares). ¿Conseguirá convertirse en un referente y en todo un imprescindible para los amantes de los combates de mecas? Solo el tiempo lo dirá, pero ahora mismo tiene muchísimo trabajo por delante si aspira a ello.
Hemos escrito estas impresiones tras descargar el juego en PC a través de Steam.