Los creadores de Battle Realms y War of the Ring, Liquid Entertainment, vuelven a la carga con esta interesante propuesta en la que se pretende mezclar, como ya hemos visto en otros títulos recientes, la estrategia y el rol para ofrecer una experiencia de juego mucho más profunda. Sin embargo, tras haber jugado varias horas a la versión beta de Dragonshard hemos de decir que el resultado no es el que esperábamos. Y esto no significa que el juego sea malo, es más, hablamos de un título muy divertido con algunas novedades jugables muy interesantes que seguro se emplearán en futuros juegos de estrategia en tiempo real.
Aún así, la nueva creación de Liquid Entertainment cae en el mismo error que otros tantos juegos que también pretendían mezclar géneros. Al final, tanto la estrategia como el rol se tratan de manera muy superficial, perdiendo toda la profundidad que en un principio se pretendía conseguir. De todos modos, como decimos, nuestras impresiones son bastante favorables; así que lo mejor será comenzar describiendo todo lo que ofrecerá este juego de estrategia basado en el universo Dungeon&Dragons.
Descubriendo Eberron
Liquid Entertainment, que no obtuvo un éxito de ventas con su Battle Realms por no tratarse de una licencia conocida; y que no tuvo la libertad creativa necesaria para crear un gran juego con War of the Ring, trabaja en esta ocasión con la licencia Dungeon&Dragons, muy popular entre los aficionados al rol, y con el recién creado mundo de Eberron; poco conocido de momento por ser Dragonshard el primer videojuego en recrearlo, pero con muchas posibilidades a la hora de crear un buen juego de estrategia. Y es que en este mundo mágico, tres especies lucharán por el control de unos poderosos cristales que caen del cielo y que pueden convertirse en una fuente de poder mágico de incalculable valor para el que los posea. Por eso, los humanos (Order of the Flame), los reptiles Lizardfolks (nacieron gracias a estos cristales), y los siniestros Umbragen, lucharán sin tregua en los diferentes territorios de Eberron para así hacerse con el control de los shards, o cristales mágicos.
Para cumplir tal objetivo, cada uno de los bandos contará con la ayuda de cuatro héroes diferentes que se encargarán de dirigir a nuestros ejércitos, poseyendo cada una de estas unidades una serie de habilidades que las diferenciarán del resto. Así pues, en cada uno de los ejércitos nos encontraremos con el típico héroe especializado en la fuerza bruta, el experto en el sigiloso, el mago, y el luchador más equilibrado. Aparte, también contaremos con la ayuda de las unidades normales que compraremos en las diferentes estructuras de nuestro campamento.
De este modo, tendremos que intentar buscar un ejército equilibrado, que pueda combinarse con las habilidades de nuestro héroe seleccionado, para así salir con vida de los distintos enfrentamientos en los que nos veremos involucrados. Y es que hay que tener muy en cuenta los ataques especiales de cada una de nuestras unidades. Como decíamos, Dragonshard posee elementos característicos de los juegos de rol, y este tipo de poderes será uno de estos elementos. Si por ejemplo hemos cogido al héroe que emplea la fuerza bruta como medio para obtener las victorias, lo más sensato sería crear un ejército más centrado en las unidades de ataque a distancia, para así acribillar a los enemigos mientras el héroe los frena.
Aunque claro está, no podemos dejar de comprar unidades especializadas en el combate cuerpo a cuerpo porque un enemigo puede esquivar al héroe y aniquilar a cualquier arquero o mago que tengamos en la retaguardia. También, cada una de estas unidades tendrá habilidades especiales que se podrán emplear consumiendo el poder mágico, y que permitirán realizar ataques más poderosos, o mejorar la defensa y la furia del resto de compañeros.
Aún con todo esto, los combates tendrán muy poco de estratégicos, ya que una vez nos encontremos ante el enemigo, veremos como todos nuestros hombres se lanzan como locos a exterminarlos. Tampoco tendremos la opción de crear formaciones, por lo que se reducen todavía más las opciones estratégicas o tácticas. Aún así, esto no quiere decir que los combates se ganen teniendo más unidades que el rival. Habrá que estar muy al tanto de las distintas habilidades de nuestras tropas, y siempre intentar que nuestras unidades ataquen a los enemigos que sean más débiles a sus ataques: una unidad a caballo puede matar a un arquero con rapidez y sin problemas, mientras que una unidad de combate pesada la puede destrozar en cuestión de segundos.
En cuanto a la gestión de recursos y construcción de campamentos, hemos de decir que también nos encontraremos con un título bastante simple y directo. Para empezar, habrá solamente tres recursos diferentes, que podrán recoger todas nuestras unidades –no hay unidades especializadas en la recolección de recursos- en cualquier momento de la partida. Así pues, el oro lo recogeremos de los cadáveres de los enemigos, y de los cofres que encontraremos en las mazmorras y cuevas con las que nos iremos encontrando (a continuación lo explicaremos). Los cristales shards, que aparecen de manera aleatoria, también podrán ser recogidos por nuestras unidades, aunque habrá que tener en cuenta una cosa. Como hemos dicho, aparecen de forma aleatoria, es decir, no habrá un yacimiento del que extraer el mineral. Por lo tanto, en primer lugar tendremos que buscar el lugar de impacto en el que se encontrarán los restos de los cristales que han caído del cielo. Cuando agotemos casi todas las reservas del mapa, volverán a caer nuevos cristales, que lógicamente, tendremos que encontrar para continuar extrayéndolos. Por último, nos encontramos con la experiencia, que obtendremos aniquilando a los enemigos, y que nos permitirá mejorar todas nuestras estructuras.
Con estos recursos podremos comenzar a construir nuestro campamento, aunque habrá "restricciones" que tendremos que tener en cuenta. Como ya vimos en La batalla por la Tierra Media, nuestra base de operaciones tendrá una serie de parcelas limitadas que tendremos que llenar con las distintas construcciones. Así pues, comenzamos la aventura con una base sencilla, en la que solamente podemos construir cuatro estructuras, pero luego, conforme vayamos mejorando el centro de mando –con la experiencia obtenida-, veremos como el número de parcelas va aumentando. Cada uno de estos edificios, como es lógico, nos permitirá crear nuevas unidades; y conforme los vayamos mejorando, veremos como también mejora a las tropas que salen de su interior, por ejemplo: los arqueros, cuando suben al nivel dos, irán acompañados por otro arquero con una ballesta. Así pues, se elimina por completo el árbol tecnológico, teniendo simplemente que mejorar las distintas estructuras para mejorar las habilidades de nuestras tropas. También, habrá una serie de construcciones que mejorarán las habilidades de nuestras unidades: estatuas, fuentes, etc.
Básicamente, este será el sistema de juego con el que nos encontraremos en Dragonshard, pero todavía queda una novedad más por comentar. Como decíamos, en Liquid Entertainment pretenden unir la estrategia y el rol, y la mejor forma de hacerlo ha sido integrar una mazmorra sobre el mapa principal del nivel, esto es; nosotros comenzamos la acción sobre la superficie, pero nos podremos encontrar con diversas entradas que nos llevarán al mundo subterráneo. A diferencia de lo visto en otros títulos de estrategia, la acción continuará en la superficie, por lo que podemos llevar a nuestro héroe bajo tierra, mientras el resto de unidades continúan combatiendo en la superficie.
También nos encontraremos con infinidad de misiones secundarias, que podremos aceptar o no, tanto en la superficie como en las mazmorras, que nos darán nuevos poderes e ítems que mejorarán las habilidades de las unidades a las que se los hayamos equipado. Por eso, en este sentido Dragonshard promete muchas horas de diversión. Mientras íbamos explorando los distintos niveles de la beta, nos encontrábamos con un buen número de personajes secundarios que nos contaban sus problemas, o nos indicaban qué es lo que necesitaban para que nos permitieran seguir con nuestro camino.
Otro punto que cabría resaltar será la posibilidad de controlar a los tres bandos en liza, cada uno con sus habilidades propias, aunque no muy diferentes a las de las del resto de ejércitos. Aún así, sí que tendremos que adaptarnos a la forma de combatir de los tres ejércitos, lo que hará que la aventura sea más larga y divertida de lo normal.
En cuanto al apartado gráfico, de momento poco podemos decir, ya que hablamos de una versión beta, muy avanzada, eso sí; pero que muestra ciertos errores como las temidas ralentizaciones que muy posiblemente sean solucionadas en la versión final del juego. De todos modos, sí podemos decir que en cuanto a gráficos Dragonshard no decepcionará, ya que muestra unos entornos bien detallados y coloristas, con un buen modelado en las unidades, y con efectos especiales para los hechizos bastante espectaculares. También está muy bien resuelto el tema de los dos mapas simultáneos, esto es; en un plano tenemos la superficie del planeta, mientras que en un segundo plano, tenemos las zonas subterráneas. Simplemente pinchando sobre uno de los dos mini-mapas que tendremos, podremos cambiar de una zona a otra con total rapidez.
Las melodías que nos acompañarán a lo largo de la aventura también son bastante buenas; todas con un tono épico que queda perfectamente integrado en el tipo de juego con el que nos encontraremos. Las voces, en inglés, también están bastante bien; aunque en ocasiones llegan a ser algo repetitivas. De todos modos, esperamos que Atari traduzca por lo menos los textos, ya que la historia promete ser bastante interesante, y en la versión beta no habían sido traducidos todavía.
Con todo esto, ya os podéis ir haciendo una idea de lo que os esperará en Dragonshard. Si bien es cierto que el nivel estratégico no es muy alto, no podemos negar que la nueva obra de Liquid Entertainment promete ofrecer muchas horas de diversión en estado puro. Las misiones son de lo más entretenidas, y las partidas a través de Internet pueden alargar la vida del producto durante muchos días. Así pues, esperamos que se mejoren los problemas con las ralentizaciones y se traduzcan por lo menos los textos al castellano, ya que lo que hemos visto nos ha parecido bastante bueno. En septiembre saldremos de dudas.