Bad Day in L.A. es la última obra del siempre irreverente American McGee, en forma de un videojuego lleno de una crítica ácida donde los desastres más extremistas se suceden uno tras otro en un mismo día, y todo ello con la ciudad de Los Ángeles como desgraciado telón de fondo.
Pero antes de entrar de lleno en el avance de este juego cabe destacar el nombre de American McGee, uno de los diseñadores de videojuegos más innovadores y polémicos de los últimos años. Estadounidense nacido en 1972, McGee comenzó su carrera en ID Software, colaborando en el diseño de niveles de juegos tan aclamados como Doom II, Quake, o Quake II.
En 1998 Electronic Arts se haría con sus servicios donde colaboró en distintos proyectos y creó su primera obra, American McGee´s Alice, una macabra visión del cuento de Alicia en el país de las maravillas. Posteriormente McGee crearía su propia compañía, produciría el videojuego Scrapland, y colaboraría en otros proyectos. De este modo lograría hacerse un hueco en la industria, y así llegamos al día de hoy, donde su último proyecto, Bad Day in L.A., está a punto de ver la luz.
En este juego tomaremos el papel de Anthony Williams, un vagabundo afroamericano metropolitano de los Ángeles que se verá involucrado en una serie de desastres, todos ellos situados alrededor de su ciudad, en un día que sin lugar a dudas será inolvidable. El juego podría ser descrito como una obra irreverente llena de crítica social y todo ello aderezado con un gran sentido del humor … un humor muy ácido, eso sí, al más puro estilo de Matt & Trey (creadores de South Park).
El título comienza una mañana con nuestro protagonista cruzando la carretera de Santa Mónica, no sin librarse de pequeños incidentes con los conductores allí presentes. En ese momento una genial escena comienza, dando lugar a la aparición de un avión que, cargado de peligrosas sustancias biológicas, choca irremediablemente contra un puente, causando el caos entre los ciudadanos y, por si fuese poco, convirtiendo a muchos de ellos en zombies. Desde ese momento, y durante un larguísimo día, nuestro protagonista podrá presenciar de primera mano como un Apocalipsis en forma de desgracias asolarán la ciudad sin descanso. Nuestro labor, en primera instancia, será la de sobrevivir a este ajetreado día, no sin pasar por distintas misiones que tendremos que llevar a cabo de forma satisfactoria.
El título se desarrolla en forma de juego de acción en tercera persona, manejando a nuestro personaje con los controles habituales, y teniendo un interfaz bastante simple pero efectivo donde podremos comprobar nuestra vida, el objetivo actual, el arma que tengamos seleccionada con su munición y por último nuestro nivel de reputación en las calles. El control, en la versión que pudimos probar, pecaba de pequeños defectos, por ejemplo en las animaciones, que resultaban bastante irregulares, o en el manejo de la cámara, que en ocasiones no acompañaba correctamente al jugador.
Este catastrófico día, en el que presenciaremos desde el ya nombrado ataque biológico, pasando por caída de meteoritos, hasta devastadores terremotos y tsunamis, nos llevará a lo largo de 10 localizaciones reales, pasando por ejemplo por el siempre lujoso Beverly Hills, o el no menos glamuroso Paseo de la Fama. Las misiones durante el juego serán bastante simples, del estilo "acabar con 10 terroristas", "curar a 5 zombies" o "salvar a 3 personas". Cabe señalar que no siempre tendremos este tipo de misiones, y no siempre jugaremos en tercera persona pues habrá alguna misión en la que podremos recrearnos con una vista en primera persona, por ejemplo en una misión que nos permitirá, situados en lo alto de un jeep, manejar una ametralladora e intentar acabar con el mayor número posible de enemigos en un tiempo definido.
Si bien, como decimos, el desarrollo del juego es bastante simple, este hecho no implica que el resultado del juego sea satisfactorio, consiguiendo una experiencia realmente divertida. En cuanto al medidor de bondad/maldad, éste funcionará de forma similar a lo visto en juegos como Fable o Jedi Knight. Es decir, cada vez que nuestra acciones sean positivas (por ejemplo ayudar a los viandantes) recibiremos una cara sonriente que nos indicará este hecho, y que aumentará nuestra barra de prestigio. En cambio, si nuestra actitud nos lleva a cometer actos no tan loables (matar ciudadanos es un ejemplo evidente, aunque la omisión de socorro también estará presente), nos costará caras tristes. Este medidor, aunque no tendrá una utilidad en el juego, si que podrá cambiar la reacción de los viandantes en cualquier momento hacia nuestra persona, pudiendo darse el caso de que nos ayuden en un supuesto, o que por el contrario se vuelvan en nuestra contra.
Durante todo el juego tendremos un suministro constante de distintas armas, desde simples palos en un comienzo hasta potentes ametralladoras o explosivos, por lo que tendremos en todo momento la tentación de liberar adrenalina con los pobres ciudadanos. Cabe señalar que el juego tiene una duración que rondará las 10 horas de juego, y con una dificultad no demasiado elevada, en parte por la posibilidad de recuperar vida (gracias a las bolsas de comida que encontraremos), y al hecho de que contaremos con vidas infinitas, continuando casi siempre en una situación muy próxima a la de nuestro fracaso, menguando de este modo la sensación de peligro que podría provocar algún enfrentamiento. Durante el juego también podremos localizar otros objetos como revistas pornográficas (que aumentarán nuestra vida máxima) o estrellas que nos servirán para desbloquear extras ocultos (como nuevas armas). En cuanto al diseño de niveles, el juego contará con localizaciones de un tamaño considerable, aunque en demasiadas ocasiones nos encontraremos con elementos que nos bloquean el paso, provocando en numerosas ocasiones situaciones bastante forzadas para imposibilitarnos seguir adelante y terminar la misión que tenemos entre manos.
Entrando en el apartado gráfico, Bad Day in L.A. nos muestra un motor gráfico que, aún no siendo puntero ni mucho menos, sí que mostrará con gran facilidad unos escenarios sólidos, y una gran cantidad de elementos en pantalla (personajes, humo o explosiones). El diseño es bastante próximo al Cell-Shading, dando una ligera sensación de dibujo animado que, sin duda, queda perfecta para el estilo desenfadado del juego. Respecto al apartado sonoro nos encontramos ante un juego que, al menos en su doblaje inglés, cuenta con un nivel sobresaliente. Las voces cuadran en la mayoría de los casos a la perfección, y los diálogos, todos ellos cuidados al detalle y con un sentido del humor genial, no hacen más que mejorar la percepción de este apartado. A mayores cabe señalar el buen trabajo realizado en los efectos sonoros, así como distintas melodías creadas por la banda noruega Chrome Division.
En resumen, Bad Day in L.A. es un juego de acción en tercera persona donde viviremos, a lo largo de un día inolvidable, una sucesión de catástrofes. Con un humor ácido que enmascara una evidente crítica social, y una jugabilidad simple, aunque directa y divertida, nos encontramos ante un juego único en su especie, y que realmente puede darnos una experiencia muy original. Lo tendremos a la venta en nuestro país en este mes de Septiembre.