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Género/s: Lucha 2D / Lucha
PS5, PC, PS4, XSX:
También en: PC PS5 PS4 XSX
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Capcom
Producción: CE EUROPE LIMITED
Distribución: Plaion
Precio: 69,99 €
Jugadores: 1-2
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Español
Online: No
ANÁLISIS

Análisis Street Fighter 6, el regreso triunfal de un mito de la lucha (PS5, PC, PS4, Xbox Series X/S)

La mítica saga de Capcom regresa pegando más fuerte que nunca con una entrega muy completa, jugablemente intachable y que tiene algo que ofrecer a cada tipo de jugador.
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Actualizado: 11:16 5/6/2023
Análisis de versiones PS5, PC, PS4, Xbox Series X/S.

Se ha hecho de rogar, pero Street Fighter 6 está por fin entre nosotros. Tras 7 años esperando para poder disfrutar de una nueva entrega numerada de esta icónica e importantísima saga de juegos de lucha 2D, Capcom vuelve a la carga con un título divertidísimo, accesible y profundo que reafirma el estado de gracia en el que se encuentra actualmente la compañía japonesa. Una obra que tiene las ideas muy claras y que llega con la intención de hacer las cosas bien desde el primer momento, deleitándonos con una jugabilidad impecable, un plantel carismático y bien diferenciado, opciones y modos capaces de satisfacer a todo tipo de jugadores, una personalidad visual arrolladora y una infraestructura online inmejorable que promete tenernos disputando combates durante muchísimo tiempo.

Las mejores peleas callejeras

Así pues, volvemos a encontrarnos ante un juego de lucha 2D con un esquema de control de seis botones (tres para puñetazos y tres para patadas) en el que nuestro objetivo no será otro que el de reducir la barra de vida de nuestro contrincante a cero y ganar los rounds necesarios para llevarnos la victoria.

Por supuesto, cada personaje está completamente diferenciado del resto y cuenta con técnicas especiales que pueden enlazarse junto a los golpes normales para crear combos, podemos realizar agarres y ataques en salto y tendremos que predecir lo que va a hacer nuestro rival para saber cómo defendernos y a qué altura. Como veis, sigue siendo puro Street Fighter y si habéis jugado a alguna entrega anterior os sentiréis como en casa, ya que se mantienen incluso los inputs de toda la vida, como los cuartos de luna y las cargas, por no hablar de que el ritmo de los duelos es muy similar.

Si queremos triunfar en 'Street Fighter 6', vamos a tener que aprender a administrar con mucha cabeza nuestra barra de Drive.

Sin embargo, esto no evita que tengamos en todo momento la sensación de estar ante un producto completamente nuevo y muy fresco que nos va a obligar a volver a aprender a jugar prácticamente desde cero. Si bien hay muchos motivos para ello, el principal culpable lo encontramos en el sistema Drive, una nueva mecánica que nos abre un amplio abanico de opciones a la hora de pelear.

Resumiendo mucho, ahora contamos con un nuevo medidor que nos va a permitir realizar diferentes tipos de parries para bloquear ataques, cancels para alargar combos y hacer muchísimo daño, una maniobra para alejar a nuestro contrincante cuando estemos defendiendo y nos veamos arrinconados y hasta potenciar nuestros movimientos especiales para realizar el equivalente a sus versiones EX de entregas anteriores.

Si realizamos el Drive Parry en el momento justo en el que vamos a recibir un golpe, haremos una parada perfecta que nos abrirá las puertas a un contraataque. Eso sí, el timing para ello es extremadamente exigente.

Adicionalmente, también nos permite poner en práctica un nuevo ataque llamado Drive Impact, cuyo funcionamiento es similar al Focus Attack de Street Fighter IV, aunque con sus propiedades únicas. Al ejecutarlo, podremos aguantar hasta dos golpes sin retroceder y castigar a nuestro oponente con una potente ofensiva que, en el caso de acertar, hará daño y dejará a nuestro oponente a nuestra merced para que podamos continuar con un combo.

Por si esto no fuese ya de por sí lo suficientemente útil, cabe destacar que su ejecución es bastante rápida y deja poco margen de reacción. Además, si el rival consigue defenderlo, retrocederá varios pasos y, en el caso de chocar contra una pared, su defensa se romperá y quedará vulnerable durante unos segundos, convirtiendo las esquinas en verdaderas trampas mortales.

El Drive Impact hace que los momentos de las peleas que se desarrollan en las esquinas sean más tensos que nunca.

Como podréis intuir llegados a este punto, la gestión de nuestra barra de Drive es importantísima, ya que nos abre las puertas tanto a técnicas defensivas como ofensivas que nos darán una gran ventaja sobre el ring si las usamos con cabeza, por lo que en nuestra mano quedará decidir si queremos mantener un estilo de juego más conservador y seguro, si pasar al ataque total para aumentar el daño realizado lo máximo posible cuando encontremos un hueco en la guardia de nuestro oponente o si buscar un equilibrio entre ambos extremos.

Aquí tampoco podemos olvidarnos de comentar que si este medidor llega a 0 entraremos en Burnout, un estado en el que no podremos hacer nada que implique Drive y que nos hará reaccionar con mayor lentitud al bloquear un ataque, dificultando así que podamos contraatacar y castigar. Para rematar, los ataques especiales nos harán daño incluso aunque los defendamos y si un Drive Impact nos hace chocar contra una pared, quedaremos aturdidos, lo que deja claro lo peligroso que puede ser abusar de este sistema.

La barra de Drive se reduce al bloquear, aunque se regenera con el tiempo cuando no defendemos.

Todo esto que os acabamos de comentar se acaba traduciendo en unos combates divertidísimos, variados y repletos de opciones en los que nos obligarán a tomar infinidad de decisiones al vuelo entre una gran cantidad de posibilidades distintas, por lo que leer y predecir a nuestro oponente es más importante que nunca para poder anticiparnos y realizar el movimiento correcto en el instante preciso.

Más allá del sistema Drive, nos vemos obligados a comentar su excelente plantel inicial de personajes, con el cual se ha encontrado un equilibrio perfecto entre viejas leyendas como Ryu, Ken, Guile, Cammy o Chun-Li con nuevas incorporaciones realmente interesantes que hacen gala de unos estilos de combate muy únicos y refrescantes que complementan al resto a la perfección, como bien demuestran Kimberly, Jamie, Marisa, Manon o JP.

Por supuesto,contaremos con una barra de energía que nos permitirá realizar superataques especiales. Los hay de tres niveles distintos y si realizamos el más potente cuando nos queda poca vida, su daño aumentará considerablemente.

En total, estamos hablando de 18 luchadores completísimos que nos requerirán meses de entrenamiento y práctica si queremos ser competitivos, pero que ofrecen una variedad tan amplia de formas de pelear que raro será que no encontremos al menos un par de ellos que se adapten a nuestros gustos y preferencias, favoreciendo también unos enfrentamientos muy dinámicos, únicos y vistosos.

También queremos destacar que hay pequeños cambios que acaban teniendo un gran impacto en nuestra manera de jugar respecto a entregas anteriores, como el hecho de que ahora los golpes flojos no nos dejen con tanta ventaja al ser defendidos, obligándonos a hacer presión con más cuidado si queremos evitar el castigo del contrario.

Dos nuevos sistemas de control

Otra de las grandes novedades que trae consigo esta entrega la tenemos en la inclusión de dos nuevos sistemas de control destinados a hacer de sus combates una experiencia más accesible que todo el mundo pueda disfrutar, una apuesta con la que Capcom pretende romper esa intimidante barrera que siempre ha mantenido a muchos jugadores alejados de un género con una barrera de entrada relativamente alta y que suele requerir muchísima dedicación.

Aunque los personajes clásicos siguen siendo muy fieles a su esencia, cuentan con multitud de cambios y nuevos movimientos que modifican sensiblemente la forma de jugar con ellos, así que nos tocará volver a aprender a controlarlos casi desde cero.

El principal y más importante lo tenemos en Moderno, el cual simplifica el esquema de control para que pase a ser de cuatro botones (ataque débil, medio, fuerte y especial) y nos permita realizar nuestros movimientos especiales sin necesidad de los inputs clásicos, por lo que únicamente necesitaremos pulsar el botón correspondiente en neutro o junto a una dirección al más puro estilo Super Smash Bros.

Algo que conviene destacar es que Capcom ha diseñado este sistema de control con la intención de hacer de él una alternativa perfectamente válida, por lo que no va a prohibirlo ni en partidas igualadas ni en torneos oficiales, así que si os sentís más cómodos jugando de esta manera, podréis entrenar con él para intentar llegar a lo más alto.

Evidentemente, esto tiene importantes pros y contras que deberemos valorar con cuidado, ya que, por ejemplo, al contar con menos botones, habrá movimientos que no podremos realizar de ninguna manera, haciéndonos más predecibles y reduciendo nuestra versatilidad. En cambio, no podemos subestimar el increíble tiempo de respuesta y la seguridad que vamos a ganar al poder realizar especiales sin inputs clásicos, algo que beneficia, sobre todo, a los personajes de carga.

Los movimientos de Drive se ejecutan igual con todos los personajes y tienen las mismas propiedades, por lo que son herramientas comunes para todos ellos. Eso sí, las características de los especiales potenciados dependerán de cada luchador.

Esto es algo que la compañía ha intentado limitar reduciendo el daño que hacemos al realizar técnicas de esta manera, aunque si introducimos los comandos tradicionales, su efectividad no se verá reducida. De igual modo, es posible realizar una serie de combos automáticos que están predefinidos para cada personaje, muchos de los cuales pueden confirmarse de manera instantánea al acertar con el primer golpe sin exponernos en el caso de que sean bloqueados.

Tras haberle dedicado un buen número de horas, no podemos negar que se trata de una alternativa muy interesante que va a atraer a muchísimos jugadores y que tiene una serie de ventajas nada desdeñables, aunque si sois veteranos de la saga, probablemente os cueste muchísimo adaptaros a él e incluso os cause rechazo. A nosotros, al menos, es lo que nos ha pasado y al final nos hemos sentido incapaces de jugar con otra cosa que no sea el control Clásico que ha hecho que durante estas décadas Street Fighter sea Street Fighter.

Quizá lo más problemático que todo esto trae consigo sea la posibilidad de que los nuevos controles se acaben imponiendo a los tradicionales y resultando más efectivos, un escenario que todavía es demasiado pronto para juzgar y que, en nuestra opinión, no creemos que se acabe dando. Y, en el caso de que ocurriese, lo más probable es que esto acabe limitándose a unos pocos personajes muy concretos, ya que no podemos olvidar que algunos luchadores pierden ciertos golpes que resultan clave para sacarles el máximo partido.

El sistema de control Moderno es ideal para aquellos jugadores que quieran disfrutar del juego sin tener que aprender los inputs clásicos.

Por otra parte, también se ha añadido otro sistema de control llamado Dinámico que nos permite machacar botones a diestro y siniestro mientras nuestro combatiente encadena todo tipo de eficientes combos. Lógicamente, este esquema no se puede usar en competiciones y está limitado únicamente a modos locales, por lo que no pasa de ser una mera curiosidad.

Battle Hub

Como veis, Street Fighter 6 es un juego de lucha excelente que puede presumir de una jugabilidad impecable, profunda y divertida como ella sola, de un plantel de luchadores fantástico y de una nueva alternativa de control que lo hace más asequible que nunca. Pero ¿qué hay de sus contenidos? Por suerte, esta vez Capcom no ha querido dejar a nadie atrás y se ha preocupado de incluir un buen puñado de modos y opciones para que cada jugador pueda encontrar algo hecho a su medida.

El editor de personajes es completísimo y nos permite crear todo tipo de avatares, desde luchadores que se parezcan a nosotros hasta auténticas monstruosidades salidas de nuestras peores pesadillas.

Siendo un poco más concretos, el título se estructura en tres grandes bloques: Battle Hub, World Tour y Fighting Ground. El primero de ellos supone la pieza central sobre la que se va a sustentar su propuesta a medio y largo plazo y nos lleva a unas salas online donde controlaremos a un avatar que podremos personalizar con un completo editor. En ellas, tendremos la posibilidad de interactuar con otros jugadores, retarlos a partidas en las máquinas arcade que hay desperdigadas por todo el lugar, echarnos unas partidas a clásicos de Capcom como Street Fighter II o Final Fight, disfrutar de alocadas batallas extremas que se desarrollan bajo reglas especiales y con peligros ambientales, participar en torneos, crear o unirnos a un club, comprar ropas y accesorios para nuestro avatar y hasta disfrutar de las partidas de otros usuarios como espectadores, ya sea en directo o mediante repeticiones.

Evidentemente, si no queremos complicarnos la vida, también existe la posibilidad de apuntarse desde el menú a una cola para que el sistema de emparejamiento nos busque rivales automáticamente, ya sea para combates amistosos o igualados, pudiendo en estos últimos subir y bajar rangos según nuestro rendimiento. Y lo mejor de todo, nuestra clasificación ahora será independiente para cada personaje, animándonos a probar suerte con otros luchadores que no se nos terminen de dar tan bien sin miedo a estropear nuestras estadísticas.

Y sí, también regresan las salas personalizadas para que podamos organizarnos con nuestros amigos y jugar con ellos sin que nadie nos moleste con reglas hechas a nuestra medida (incluyendo la posibilidad de disputar combates por equipos), aunque también podemos hacerlas de acceso público. Algo que nos ha gustado mucho es que ahora, aunque siga habiendo un límite de usuarios por sala, podemos abrir el modo espectador a todo el mundo para que cualquier persona que quiera ver nuestras partidas pueda hacerlo sin limitaciones, una idea que nos parece genial de cara a disfrutar de los combates que libren aquellos jugadores, profesionales o no, a los que solemos seguir.

En Battle Hub contaremos con un chat para comunicarnos, así como con multitud de gestos.

Todo esto se acaba traduciendo en un entorno online con un fuerte componente social que nos da montones de opciones para que podamos interactuar de la forma en la que prefiramos con el resto de la comunidad, así como disfrutar de sus emocionantes combates a nuestro ritmo, ya sea compitiendo en serio o simplemente jugando por pura diversión sin presiones de ningún tipo.

Además, Capcom ha incluido muchos pequeños detalles que denotan un gran mimo por cuidar al jugador y darle todas las herramientas que pueda necesitar, como un sistema con el que acordar con nuestro rival la cancelación de un combate en el caso de que haya mucho lag, un indicador que nos advierte de si nuestro futuro y posible contrincante juega con una conexión por cable o por Wi-Fi, curiosidades como poder realizar gestos y muecas en la pantalla de carga para calentar el ambiente o añadidos tan útiles como poder ver el frame data en las repeticiones.

Los combates que hemos podido disputar online han funcionado de maravilla y sin lag de ningún tipo.

Lo mejor es que el título cuenta con una infraestructura online espectacular que nos ha permitido disfrutar de unos combates a través de internet que nos han resultado prácticamente indistinguibles de lo que supone jugar en local, algo que ha sido posible gracias a su robustísimo código de red rollback. El sistema de emparejamientos también nos encuentra rivales de un nivel de habilidad similar al nuestro a toda velocidad y el hecho de que tenga juego cruzado para que la comunidad siempre esté unificada y podamos jugar con nuestros amigos independientemente de la plataforma que escojan termina de redondear un apartado prácticamente impecable. Además, Capcom está reaccionando y arreglando rapidísimo los pocos problemas que se han producido, como uno que nos impidió entrar a las salas personalizadas durante las primeras horas del lanzamiento.

World Tour

En cambio, si lo vuestro es echar horas jugando en solitario, encontraréis justo lo que buscáis en World Tour, un elaborado modo historia que convierte a Street Fighter 6 en una especie de juego de rol y acción en el que los combates se resuelven con la jugabilidad habitual de la saga. En él, deberemos usar a nuestro avatar para adentrarnos en una aventura en la que deberemos entrenar para volvernos más fuertes mientras exploramos diferentes localizaciones, aunque solo hay dos mapas que nos den auténtica libertad para movernos por ellos.

Por supuesto, no faltarán minijuegos en World Tour.

De este modo, nos tocará superar todo tipo de misiones, tanto principales como secundarias, para subir de nivel y conseguir nuevas piezas de equipo que mejoren nuestros atributos. Por el camino podremos desafiar a un duelo a casi cualquier personaje que veamos por las calles, encontrar a nuevos maestros (los personajes principales de Street Fighter 6) que nos enseñen sus estilos de pelea y sus técnicas especiales, usar ítems consumibles y hasta poner en práctica algunas habilidades de combate para llegar a lugares del mapa que de otro modo serían inaccesibles. Además, dependiendo de si exploramos por el día o por la noche, podremos participar en unos eventos u otros y si sois fans de Final Fight vais a disfrutar de muchísimo fan service.

Se trata de un modo bastante largo para lo que estamos acostumbrados a ver en este tipo de propuestas y llegar hasta el final de su historia es algo que nos ha llevado casi 15 horas, mientras que si nuestro objetivo es completarlo al 100%, la cifra sobrepasa las 20 horas sin muchas dificultades, lo que nos parece más que respetable.

En general, es un modo entretenido y muy curioso que tiene un puntito adictivo al darnos la posibilidad de personalizar nuestro set de movimientos con habilidades y técnicas de diferentes personajes mientras nos vamos haciendo cada vez más fuertes, por no hablar de lo bien que le sienta el humor tan loco y japonés del que hace gala, con momentos muy surrealistas que nos han recordado mucho a la saga Yakuza. También intenta ponernos en situaciones relativamente variadas al hacernos pelear contra varios enemigos a la vez, con peligros ambientales o contra rivales mucho más fuertes que nosotros, y la cantidad de pequeñas anécdotas que nos cuentan nuestros maestros al subir nuestro nivel de amistad con ellos nos han gustado mucho.

Dependiendo del tamaño de nuestro avatar y de la longitud de sus extremidades, tendremos más o menos alcance y seremos un blanco más o menos fácil. Si queremos, en Battle Hub podemos disputar combates contra los personajes de otros jugadores.

Esto no significa que sea un modo perfecto, ya que algunos combates contra determinados tipos de enemigos son más pesados que divertidos, hay cierta necesidad de pegarnos con todo lo que se mueva para subir de nivel si no queremos estar siempre en desventaja y el diseño de misiones es realmente pobre, especialmente en lo que respecta a sus muchas secundarias, tareas de puro relleno consistentes en darnos pateos de un lado a otro que no llegan a ofrecer nada demasiado estimulante. Sumadle una trama principal muy aburrida y sin ningún tipo de interés en la que los personajes principales de Street Fighter quedan relegados a meros cameos, y tendréis una modalidad entretenida y cuya inclusión se agradece, pero que se nos ha hecho un poco cuesta arriba en su segunda mitad.

Fighting Ground

Finalmente, en Fighting Ground es donde encontraremos los modos más clásicos, incluyendo un modo Arcade que podremos establecer en 5 o 12 combates y donde no faltan las fases de bonus ni las introducciones ni finales personalizados para cada luchador. Aquí también encontraremos tutoriales, guías de personajes, un modo Entrenamiento increíblemente completo y repleto de opciones de configuración y los siempre interesantes desafíos de combo, los cuales están divididos según el tipo de control que escojamos, por lo que nos enseñarán a hacer combinaciones personalizadas tanto para Clásico como para Moderno. Y ojo, ya que incluso se añade la posibilidad de ralentizar la velocidad al 50% para ayudarnos a realizarlos, algo utilísimo que nos ayudará a comprender la forma en la que podemos enlazar los diferentes movimientos que nos pidan en aquellos combos que se nos atraganten.

Desde aquí también podremos jugar combates normales y extremos contra otro jugador o contra la IA, así como buscar una sala online o meternos en cola para disputar partidas amistosas e igualadas a través de Internet. Como veis, hay un poco de todo, aunque hemos echado de menos más modos tradicionales para un jugador, como Supervivencia o Contrarreloj, pero si sumamos los tres grandes bloques que componen Street Fighter 6, queda claro que estamos ante un título muy completo y con contenidos de sobra para tenernos luchando durante una larga temporada.

La lucha más urbana

Finalmente, tenemos que aplaudir lo enormemente atractivo que resulta a nivel visual gracias a un apartado artístico sensacional y con muchísima personalidad que desprende energía por los cuatro costados, dándole una identidad muy marcada incluso dentro de su propia saga. Aquí destacan, sobre todo, los detalladísimos modelados de los personajes y sus fantásticas animaciones, aunque sus espectaculares escenarios no se quedan atrás, al igual que la forma en la que utiliza la iluminación y sus llamativos efectos. Y para rematar, el nuevo diseño de la mayoría de los luchadores clásicos difícilmente podría habernos gustado más.

A nivel visual es un juego que enamora con su estilo artístico.

Sus costuras se notan más en el modo World Tour, donde la calidad de los NPC es muy baja, aunque en los combates reales no podemos ponerle prácticamente ni una sola pega. Eso sí, os recomendamos encarecidamente que si jugáis en una consola de nueva generación juguéis en modo Rendimiento, ya que en Calidad los combates de World Tour bajan a 30 fps, lo que nos parece inadmisible a estas alturas en un juego del género.

También existe la posibilidad de activar la compatibilidad con pantallas de 120hz, lo que reduce considerablemente el input lag, aunque hacer esto conlleva sufrir un tearing muy molesto que provoca que la imagen se parta constantemente, al menos en World Tour. Por suerte, no hemos tenido este problema en el resto de modos.

Si queremos, podemos disfrutar de nuestros combates con locutores que comenten todo lo que suceda en ellos como si estuviésemos compitiendo en un torneo profesional.

Por último, la banda sonora es lo que menos nos ha convencido de todo el conjunto. Esta vez se ha apostado por un estilo más urbano y con fuertes influencias del hip hop que encajan bien con la dirección de arte y la identidad que se ha intentado dar a esta entrega, pero ninguna de sus composiciones nos ha parecido especialmente destacable o memorable, lo que nos ha llevado a echar muchísimo de menos los temas clásicos de la saga. Por su parte, los efectos son tan contundentes y reconocibles como cabría esperar y el doblaje nos llega tanto en inglés como en japonés con subtítulos en español.

Conclusiones

Street Fighter 6 es todo lo que podíamos pedirle a una nueva entrega de esta icónica e importantísima saga. Un título impecable a los mandos, con una jugabilidad divertidísima, profunda y accesible, con un plantel de personajes diferenciadísimo que derrocha carisma, con una infraestructura online y un código de red que son la envidia del género y con una cantidad de contenidos y opciones que apuntan a satisfacer tanto a los recién llegados como a los veteranos más dedicados y competitivos. Independientemente del tipo de jugador que seas, lo más probable es que aquí encuentres algo hecho a tu medida, ya sea para disfrutar solo o en compañía, y eso no es algo de lo que muchos puedan presumir.

Si bien todavía es muy pronto para decirlo al tratarse de un juego que todavía tiene un largo recorrido por delante, sus robustas bases nos llevan a pensar que lo nuevo de Capcom podría volver a revalidar con relativa facilidad la corona de uno de los géneros más míticos de la industria, así que si te apetece subir al ring, no te lo pienses, prepárate para disfrutar y llega hasta los más alto lanzando tus mejores Hadoken. Imprescindible.

Hemos realizado este artículo gracias a un código de descarga para PS5 que nos ha ofrecido Plaion.

Redactor

NOTA

9.5

Puntos positivos

En lo jugable es prácticamente perfecto. Profundísimo, pero más accesible que nunca.
Su infraestructura online y su código de red rollback nos garantizan una experiencia a través de internet inmejorable.
Montones de contenidos y opciones.

Puntos negativos

El modo World Tour es entretenido, pero acaba cansando de cara a su segunda mitad y sus misiones secundarias dejan que desear.
Por pedir, hemos echado de menos algunos modos clásicos para un jugador, como Supervivencia o Contrarreloj.

En resumen

El regreso triunfal de una de las sagas más icónicas de la historia. Un juego de lucha 2D prácticamente perfecto a los mandos que llega con las ideas muy claras y con los deberes hechos para ofrecernos los mejores combates posibles.