Análisis Frostpunk 2: Estrategia, política y crudeza en un interesantísimo mundo distópico steampunk (PC)
11 bit studios se ha convertido en uno de los creadores de videojuegos más interesantes de la última década gracias a títulos como This War of Mine, South of the Circle o Frostpunk, un videojuego de estrategia que llegó en 2018 sorprendiendo a propios y extraños siendo uno de esos títulos que protagonizaron el resurgir que ha vivido este género durante los últimos años.
Ahora nos llega Frostpunk 2, la esperada secuela de este título a la que ya hemos podido jugar en Vandal y que conserva toda la crudeza de la toma de decisiones de su predecesor pero elevándola a una nueva escala ya que ahora no tendremos un "control total" de nuestras decisiones, sino que también tendremos que realizar equilibrios de poder y malabarismos políticos para conservar el cargo de comandante de la ciudad y poder dirigirla hacia su supervivencia.
Una escala muy diferente
Uno de los mayores saltos que vais a notar en Frostpunk 2 si jugasteis a la primera entrega es la escala que es mucho mayor, de hecho, la ciudad más grande que podíamos construir en Frostpunk es, básicamente, el "núcleo" inicial de la de Frostpunk 2. Ahora ya no construiremos casas o pequeños edificios de forma independiente sino que en su lugar daremos forma a distritos para distribuir la población y las diversas zonas de la ciudad.
Por supuesto tendremos distritos residenciales, de extracción para obtener recursos, industriales para transformar materiales en objetos o útiles necesarios para sobrevivir, alimentación para obtener comida para los habitantes de la ciudad y logísticos que servirán como centro de operaciones para nuestras unidades de exploración.
Y es que precisamente estas últimas unidades serán claves para el desarrollo de una ciudad que ahora tendrá que expandirse a otros territorios y formar pequeñas colonias o asentamientos para asegurar su supervivencia y obtener recursos desde otros lugares, creando una red de transporte entre los mismos y una distribución constante entre la capital y los asentamientos de diferentes recursos para lograr tener todo lo que necesitamos para sobrevivir de una forma efectiva.
La base jugable es muy similar a la que nos ofrecía el primer juego aunque todas las mecánicas tienen ajustes y actualizaciones para hacerlas más completas y un tanto más profundas. Tendremos que ir ampliando la ciudad, explorando los alrededores, gestionar recursos, mejorar las tecnologías y hacer uso de nuevos edificios y sistemas para que nuestros ciudadanos no se mueran de frío en este invierno eterno aprovechando al máximo los generadores, las fuentes de calor derivadas de la quema de carbón, gasóleo o geotermia y adaptaciones para sobrevivir a los vendavales que azotarán de vez en cuando nuestra ciudad y que nos pondrán contra las cuerdas sobre todo si no hemos garantizado los recursos que necesitamos para combatirla y tenemos una buena reserva de combustibles, alimentos o materiales algo que, os aseguramos, no será nada fácil.
Supervivencia real... y política
Pero además en esta nueva entrega llega un nuevo giro de tuerca, ya que más allá de garantizar la supervivencia de la ciudad... también tendremos que garantizar nuestra supervivencia política para seguir comandando nuestra urbe y llevándola a la prosperidad.
A medida que avancemos en la partida y que crece la ciudad, ya bien sea en la campaña o en los distintos escenarios, iremos viendo cómo aparecen diferentes facciones en la misma (neolondinenses, evolucionadores, edictos de la fe...) cada una de ellas con sus propias ideas, intereses y demandas para que sigamos al cargo de la ciudad.
Esto introduce una nueva mecánica en Frostpunk 2 que no es otra que la del Consejo, Ayuntamiento o como prefiráis llamarlo, el lugar en el que debemos de elegir el futuro de nuestra urbe proponiendo leyes que deben aprobarse por una mayoría de la cámara para poder salir adelante. Pero claro, no todo el mundo estará de acuerdo en todas las leyes y habrá que negociar con las distintas facciones de la ciudad para mantener un equilibrio y evitar revueltas, aprobando por un lado una ley propuesta por unos mientras por el otro negociamos con otros su votación a favor de esta mientras les prometemos investigar cierta tecnología, llevar al consejo otra ley que les interese a ellos o darles incluso el poder de tomar la decisión de la siguiente propuesta que se llevará a pleno.
Esto va a crear todo tipo de situaciones difíciles para nosotros como comandantes o alcaldes de la ciudad y puede que a veces, pensando en lo que podemos creer que es el bien común, debamos traicionar a nuestros aliados, hacer pactos poco recomendables y llegar a acuerdos con los que no estamos de acuerdo si queremos tomar una decisión con la que creamos que la ciudad puede mejorar o salvarse, poniéndonos de forma continua en una encrucijada moral y haciéndonos pasarlas canutas en ciertos momentos de la partida si queremos mantener el equilibrio y que la ciudad no caiga presa de las revueltas que pueden provocar facciones poco satisfechas con nuestro gobierno.
Una campaña para ponernos al límite y utopías para ampliar la experiencia
La mejor forma de comenzar a jugar Frostpunk 2 es a través de su campaña de 5 capítulos altamente rejugable que nos permite ir aprendiendo todas las mecánicas del juego durante los primeros compases de la partida pero que poco a poco va escalando en dificultad hasta hacernoslas pasar canutas como líderes de Nueva Londres.
El inicio no será sencillo, sobre todo en opciones de dificultad elevadas, pero lo que sí se nos irán son introduciendo todas las mecánicas poco a poco de una forma muy inteligente antes de darnos más libertad para hacer lo que nos de la gana y controlar como queramos la ciudad llegando un momento en el que, por nuestras decisiones, por todo lo que tenemos que gestionar para que la ciudad siga adelante y por los equilibrios de poder políticos que deberemos de hacer y que no les importa lo más mínimo si es el momento adecuado, lo que nosotros creamos conveniente o lo que creemos que puede ser más útil para la ciudad.
La campaña nos hace sentir presión de verdad, nos va a agobiar, nos va a frustrar y va a poner en tela de juicio todas nuestras decisiones durante todo el momento de la partida. Tendremos que elegir entre opciones que no tienen por que ser buenas, a veces serán menos malas, a veces serán horribles y siempre lo haremos creyendo que es por el bien común pero incluso a veces dudaremos de si es realmente así o si, en realidad, lo que queremos es buscar una vía fácil que nos lleve al final de la partida, a ver los créditos y a enfrentarnos a las consecuencias de nuestras decisiones.
Esos 5 niveles de campaña nos darán para unas 10 o 12 horas de juego a poco que tengáis que reiniciar algún nivel o que nos tomemos las cosas con un mínimo de paciencia necesaria para tener todo bajo control pero, como decimos, es bastante inarrugable. Una vez la terminemos además tenemos un total de 7 "Utopías" o escenarios diferentes en los que podremos gestionar otras ciudades, aprender de nuestro errores y ver cómo podemos sacar adelante las urbes en todo tipo de situaciones.
Un rendimiento sólido en lo técnico
Frostpunk 2 es uno de esos juegos que han decidió utilizar el motor Unreal Engine 5 que últimamente nos está dejando ver todas las posibilidades que de verdad ofrece. Evidentemente en un título de estrategia como este el acabado técnico no es tan importante, pero aun así 11 bit studios ha procurado que la visión de todo sea muy atractiva, que las luces y efectos de la ciudad llamen nuestra atención, mostrar un montón de partículas en pantalla y recrear muy bien el terreno nevado.
Si hablamos de rendimiento, en nuestro PC con una NVIDIA GeForce RTX 4080 junto a un procesador 5900X, 32 GB de RAM, almacenamiento SSD y Windows 11 no hemos tenido problema para jugar a 4K, a la máxima calidad gráfica y a unos 75 FPS jugando con DLSS 3 en modo calidad.
Mención aparte merece la banda sonora. Es, simplemente, fantástica. Quizás hubiésemos agradecido algunas piezas extra pero acompaña muy bien toda la partida y en varias ocasiones nos paramos a pensar en lo buenas que eran algunas de las composiciones de la misma.
Conclusiones
Frostpunk 2 es una muy buena secuela de un juego de estrategia único, crudo, que nos hacía sentir minúsculos a pesar de ser los dirigentes de una ciudad, que nos impulsaba a tomar decisiones difíciles y que llevaba el género de construcción de ciudades a un lugar muy diferente de lo habitual en el género.
Esta secuela recoge todo eso y lo retoca mejorando ciertos aspectos jugables y añadiendo el Consejo que le da una nueva dimensión al obligarnos ahora a gestionar también toda la política de la urbe, a crear pactos, a cumplirlos o a traicionarlos y a mantener un equilibrio de poder nada fácil mientras intentamos que la ciudad salga adelante y volvamos a sobrevivir a otra ventisca. No tenemos dudas de que es, de largo, uno de los mejores juegos de estrategia y gestión del año que, dentro de muy poco, vais a poder disfrutar en PC, PS5, Xbox Series y a través de Game Pass.
*Hemos realizado este análisis gracias a un código para PC proporcionado por 11 bit sturios.