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Crítica Dragon Ball Super: Super Hero, la película más única y especial de Dragon Ball

La obra de Akira Toriyama regresa a las salas de cine con una película muy diferente, entretenida y espectacular que cede todo el protagonismo a Piccolo y Gohan.

Si hay algo que podemos afirmar con total rotundidad es que Dragon Ball es mucho más que una serie. La obra de Akira Toriyama ha conseguido trascender más allá de las viñetas y la televisión para convertirse en todo un fenómeno cultural que ha permeado en nuestra sociedad hasta formar parte de ella. Quien más y quien menos es capaz de reconocer a Goku incluso aunque no haya visto la serie, y términos como Super Saiyan o Kame Hame Ha no son precisamente desconocidos.

Es tal la pasión que genera que su llama siguió viva incluso tras el final del manga original. Ya fuese a través de videojuegos, el divisivo anime de Dragon Ball GT y otros productos derivados, nuestros saiyans favoritos nunca fueron olvidados y sus aventuras continuaron acompañándonos año tras año hasta que por fin ocurrió lo que todo el mundo esperaba: su regreso por la puerta grande de la mano de su creador. Al principio esto se materializó con dos películas cuyo éxito propició que se diese luz verde a una serie completamente nueva, Dragon Ball Super, donde nos narran los hechos ocurridos entre la derrota de Bu y el final de Dragon Ball Z.

Gracias a ella, hemos podido disfrutar de un nuevo anime que ya finalizó, un manga todavía en publicación tras siete años y una de las mejores películas de toda la licencia, Dragon Ball Super: Broly. Ahora, Goku y compañía vuelven a la carga con Dragon Ball Super: Super Hero otra cinta que este mismo viernes se estrenará en las salas de cine de toda España para deleitarnos con una aventura muy ligera, amena y espectacular que sabe aportar frescura a esta legendaria serie.

Una película de Dragon Ball muy especial

Lo primero que llama la atención de esta nueva producción de Toei Animation es lo diferente que resulta a muchos niveles de lo que viene siendo Dragon Ball en los últimos años, dejando atrás algunos de sus vicios y tropos para ofrecernos una historia distinta que relega a Goku y Vegeta a un segundísimo plano para poner el foco en Piccolo y Gohan, dos personajes muy queridos que, admitámoslo, no han podido brillar en Super tanto como nos hubiese gustado. Esto, de primeras, ha permitido a Toriyama escribir un relato más de su gusto personal, donde hay espacio para aventuras más livianas, situaciones cómicas, rivales que no pierden la oportunidad de posar cada vez que tienen ocasión, androides e incluso momentos cotidianos del día a día de los protagonistas. Se nota que, sobre todo en la primera mitad, el mangaka se encuentra en su salsa, recuperando parte de esa esencia de los inicios de la serie que se fue diluyendo poco a poco a medida que los arcos argumentales se iban volviendo más intensos y dramáticos. Eso sí, tampoco se olvida de que uno de los grandes reclamos de su obra reside en sus espectaculares combates contra enemigos aparentemente imbatibles, algo que, desde luego, no falta, consiguiendo una mezcla de estilos muy interesante que le da una identidad propia a la cinta y la diferencia de cualquier otra película de Dragon Ball.

La historia nos lleva un tiempo después de la batalla contra Broly


Esta vez la historia nos lleva un tiempo después de la batalla contra Broly para presentarnos a Magenta, el hijo del fallecido General Red, quien pretende dominar el mundo reviviendo al ejército Red Ribbon. Sin embargo, es consciente de que si quiere conseguir esto primero tiene que lidiar con los saiyans y sus amigos, así que decide ponerse en contacto con Hedo, el nieto del Dr. Gero, y engatusarlo para que trabaje bajo su mando y fabrique poderosos androides.

A partir de aquí, se desarrolla una trama muy sencilla, amena y divertida en la que Piccolo se convierte en el gran protagonista de la función y que nos ha sorprendido, sobre todo, por lo bien escrito que está su guion. No en vano, se tienen en cuenta multitud de eventos pasados, se hacen conexiones muy interesantes que dan coherencia y solidez a todo Dragon Ball como conjunto e incluso se permiten el lujo de explicar algunos detallitos curiosos y muy anecdóticos al más puro estilo Toriyama, algo que como fans hemos disfrutado muchísimo y nos ha hecho entornar más de una sonrisa de complicidad.

Un relato que honra a Dragon Ball como saga y que busca entretener

Al final, lo que tenemos es un relato respetuoso con su legado, muy autoconsciente y cuya única intención es entretenernos y hacernos pasar un buen rato sin adornos ni florituras, objetivo que cumple de sobra. Y todo ello con el atractivo adicional de tener a personajes como Piccolo y Gohan recibiendo su merecidísimo homenaje sin que nadie los ensombrezca, algo que resulta especialmente cierto en el caso del namekiano. Llegados a este punto, nos vemos obligados a comentar el hecho de que se trata de la primera película de Dragon Ball realizada completamente mediante animación 3D, otra de las peculiaridades únicas que ayudan a darle al film esa personalidad especial y refrescante. Si os somos sinceros, hay momentos con algunas animaciones un tanto rígidas y el encanto de la animación tradicional nos sigue pareciendo inigualable, pero no podemos negar que el resultado final ha acabado por gustarnos bastante. Gran parte de la culpa de ello la tienen los cuidados modelados de los personajes y, especialmente, el coloreado que se le ha dado a todo, más similar al del manga que al del anime, algo que alcanza su máxima expresión en los diversos flashbacks que van surgiendo durante su metraje. Pero, sin duda, lo mejor son sus numerosos combates, capaces de poner en pantalla un espectáculo sin precedentes que nos ha dejado con la boca completamente abierta.

El coloreado que se le ha dado a todo, más similar al del manga que al del anime, nos ha encantado


No hablamos solo de unas coreografías cuidadísimas, de una fotografía muy bien llevada, de los montones de efectos que se dan constantemente y de una dirección de planos excelente, sino también de las nuevas posibilidades que abre este tipo de animación para crear secuencias increíbles repletas de giros de cámara y toda clase de nuevas locuras, imprimiéndole a la acción típica de Dragon Ball un toque único y muy novedoso.

Otro aspecto que nos ha parecido muy llamativo es su banda sonora, la cual apuesta por un estilo completamente distinto al del anime para darle un toque más orquestal y acercar sus composiciones a lo que cabría esperar de, por ejemplo, una película de Marvel, algo que al principio nos ha chocado muchísimo, pero que se acaba adaptando bien y acompañando los enfrentamientos con buenos temas que quizá pasan más desapercibidos de lo que deberían durante la mayor parte del tiempo. Lo que sí que queremos aplaudir con todas nuestras fuerzas es el trabajo de traducción que se ha realizado para esta ocasión, probablemente uno de los mejores, más cuidados y fieles que se ha hecho nunca con un producto de esta serie. Tanto es así que se mantienen todos los nombres originales, incluyendo personajes y técnicas, y los textos respetan la forma de hablar de cada protagonista, no inventan y están muy bien revisados. Nosotros hemos tenido la oportunidad de verla tanto en japonés con subtítulos como con su doblaje al español de España, y esto que os hemos comentado es algo que se aplica en ambos casos. Y por si os lo preguntáis, sí, la versión doblada tiene muy buen nivel y se mantienen todas las voces habituales.

Con esto no queremos decir que sea una cinta perfecta, ya que adolece de algunos problemas, como relegar el papel de Gohan solo a los combates o el nulo carisma que tienen la mayoría de los nuevos personajes y enemigos a excepción de Gamma-1 y Gamma-2, dos androides que nos han gustado mucho tanto por su diseño como por su actitud y obsesión por convertirse en superhéroes.

Quizá no sea la mejor película de Dragon Ball (mismamente, Broly nos hizo emocionarnos y vibrar a unos niveles que Super Hero ni se ha acercado), pero mentiríamos si os dijésemos que no es un film entretenidísimo, divertido, espectacular, refrescante y con una personalidad muy marcada. La obra de Akira Toriyama es mucho más que Goku y Vegeta, y esta producción llega para recordarnos eso y hacernos pasar un rato fantástico en las salas de cine con una de las series de nuestra vida mientras disfrutamos de una aventura ligera, con mucho encanto y repleta de grandes combates en los que nuestros héroes siguen alcanzando nuevos niveles de poder.

Redactor