Las secuelas se han convertido en un recurso casi inevitable en Hollywood: cuando una película logra conectar con el público, los estudios ven una oportunidad irresistible para prolongar su éxito. Esta tentación se multiplica cuando hablamos de producciones de bajo presupuesto que logran imponerse en taquilla: la inversión es limitada y las ganancias, potencialmente astronómicas. Eso es precisamente lo que ocurrió con Nadie en 2021. Con apenas 16 millones de dólares de presupuesto, la película de acción protagonizada por Bob Odenkirk recaudó 57 millones en plena pandemia, transformándose en un fenómeno inesperado.
Odenkirk sorprendió interpretando a Hutch Mansell, un hombre atrapado entre la rutina doméstica y un pasado violento que amenaza con resurgir. El éxito inmediato encendió la maquinaria de Hollywood para una secuela, pero el actor dejó claro desde el principio que no volvería solo por presión comercial. Su condición era simple: que existiera un motivo narrativo sólido, algo que fuera más allá de añadir más tiroteos y peleas. En palabras de Odenkirk aThe Hollywood Reporter.
Bob Odenkirk rechaza protagonizar 'Nadie 2': sus dudas sobre el verdadero impacto de la primera película
"Jugamos con diferentes historias para Nadie 2 y fue difícil encontrar una que encajara. No dejaba de preguntarme: ‘¿Cuál es la verdadera razón por la que a la gente le gustó tanto la primera?’", recuerda.
Con esa premisa, Odenkirk y el guionista Derek Kolstad analizaron detenidamente qué funcionaba en el original y cómo podían construir una secuela con sentido. El resultado es más que una nueva película de acción: es una continuación que respeta la esencia de Nadie, pero que se sostiene por sí misma, cargada de adrenalina y con identidad propia.
Lejos de centrarse únicamente en subir la intensidad de los combates, Odenkirk quiso reforzar el corazón de la historia: la dinámica familiar de los Mansell. Hutch no interesa solo por su capacidad de eliminar enemigos, sino por cómo lo hace mientras protege a los suyos.
"Hubo muchas idas y venidas, varios bocetos y guiones. Derek Kolstad y yo hablamos durante todo el proceso, y de repente Universal dijo: ‘Vale, lo haremos’. Y nosotros respondimos: ‘Aún no tenemos el guion completo’. (…) Al final llegamos a un guion que me pareció bueno", relató el actor, que está contento con el resultado final.
Ese nivel de exigencia evitó que Nadie 2 cayese en la trampa de ser una copia sin alma, logrando mantener el equilibrio entre acción y drama familiar que convirtió a la primera entrega en un éxito inesperado. De momento, la secuela ha superado los 14 millones de dólares en taquilla, pero aún necesita más para demostrar que la continuación ha merecido la pena.