Las animaciones de Dragon Ball Super siempre han resultado de lo más espectaculares: rayos, haces de luz y explosiones han protagonizado los combates de esta popular y querida serie; por no hablar de su velocidad de imagen y dinámicas escenas.
Sin embargo, esto parece que ha cambiado. Al menos, en la versión estadounidense de la serie. Desde Toonami Faithful informan de que se ha reducido adrede la velocidad de fotogramas de las escenas de combate para evitar posibles ataques de epilepsia, dado que la serie superaba los fotogramas por segundo recomendables.
La cuenta Twitter Terez mostró un ejemplo de la diferencia entre ambas versiones: la de Fuji TV (japonesa) y Adult Swim (estadounidense).
Here's a short demonstration of the continuing framerate problems in the Toonami broadcast and the Adult Swim stream. These are the only legal ways to watch the dub until this episode (113) comes out for digital purchase. Currently digital seasons are only up to 104. pic.twitter.com/YzZo85zody
— Terez @Schadenfreude 🏳️🌈 (@Terez27) 2 de junio de 2019
Debido al revuelo que ha provocado este más que palpable cambio, Jason DeMarco - jefe de Toonami - ha publicado un tuit donde comunicaba a los fans que investigaría el motivo de esta modificación en la imagen de la serie.
#toonami fans, we are aware of last night’s DBZ frame rate issue. Will be looking into it. Thanks for the heads up. It’s most likely some weird technical thing either on our end or the distrubutor’s. We’ll get to the bottom of it. 👍🏼 pic.twitter.com/IkU20WPbqH
— LORD DEATH DEMARCO (@Clarknova1) 2 de junio de 2019
"Somos conscientes del problema de la tasa de fotogramas de DBZ de anoche", escribía. "Lo estaré investigando. Gracias por el aviso. Es muy probable que sea una cosa técnica extraña, ya sea por nuestra parte o en la del distribuidor. Llegaremos al fondo de esto".
Sin embargo, el misterio no ha tardado en resolverse: desde Cartoon Network han comunicado estos cambios están hechos a propósito. Las modificaciones se han realizado en las escenas de lucha, porque no cumplían con la llamada Prueba de Harding, que sirve para detectar si las imágenes pueden provocar daños a las personas con epilepsia fotosensible. Y, al parecer, Dragon Ball Super no superó este examen.
DeMarco, eso sí, asegura que ha negociado con la productora para que el cambio no sea tan exagerado para los espectadores de cara a episodios futuros.