Nicolas Cage es un actor que ha logrado forjar una carrera llena de altibajos, pero con un sello propio que lo diferencia del resto. Desde sus inicios, ha mostrado una dedicación única hacia sus papeles, tal como lo hizo en la película Birdy de 1984, dirigida por Alan Parker. En este drama bélico, el actor interpretó a un joven veterano de Vietnam que lucha por adaptarse a la vida tras la guerra.
Se arrancó los dientes para conseguir solo 1,4 millones de dólares en taquilla, pero fue el inicio de su leyenda en Hollywood
Para conectarse con el dolor físico de su personaje, Cage se arrancó dos dientes sin anestesia, una decisión que dejó su huella en la actuación y en su imagen física durante los años siguientes, lo que le hizo arrepentirse de semejante burrada, tal y como señaló en una reciente entrevista. Para este mismo papel también perdió 7 kilos pero el peso se recupera, los dientes no. Birdy no solo mostró la capacidad de Cage para asumir papeles complejos, sino que también fue una película clave para consolidar su reputación en Hollywood. "Pensé que sería una forma de conectar con algún tipo de dolor físico. No sabía lo que estaba haciendo. Me encontré, a los 19 años, en un papel exigente sin la formación adecuada", apuntó a Vanity Fair.
A pesar de que la película no fue un éxito comercial, con una recaudación de solo 1,4 millones de dólares frente a un presupuesto de 12 millones, su actuación junto a Matthew Modine fue muy sonada y elogiada. La película narra la historia de dos amigos que regresan de la guerra de Vietnam, uno de ellos mentalmente inestable y obsesionado con convertirse en un pájaro, mientras que el otro lucha por ayudarle a reconectarse con la realidad.
El compromiso del actor con sus personajes va más allá de lo común. A lo largo de su carrera, ha demostrado una disposición a someterse a transformaciones físicas extremas para conectarse emocionalmente con sus roles. Desde comer cucarachas vivas en Vampire's Kiss hasta emborracharse de verdad durante la filmación de Leaving Las Vegas, Cage siempre ha buscado llevar sus interpretaciones a un nivel extremo. En Birdy, la decisión de mantener su rostro vendado durante semanas para simular las heridas de guerra muestra hasta qué punto está dispuesto a llegar por sus personajes. Un actor comprometido al máximo este Cage.