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No es solo un mito sino un grave error: por qué orinar en la picadura de una medusa no es buena idea

Se trata de una creencia muy popular con respecto al contacto con una de estas criaturas marinas. No obstante, conviene que leas antes de tomar esta medida desesperada.

Las costas españolas son, por lo general, aguas tranquilas en lo que a fauna se refiere. No es habitual tener que preocuparse de tiburones, ni siquiera de uno que recorra 27.000 kilómetros buscando alimento. Sin embargo, sí que hay que estar pendiente de medusas, cada año más frecuentes y de las que hay varios tipos, cada una con un nivel de peligro a tener en cuenta. Ojo, no hay que confundirla con la salpa, un invertebrado importante para el ecosistema marino, que no entraña riesgo alguno. Pero si te pica una medusa, una creencia popular es que orinando sobre la zona se alivia el dolor y los síntomas.

Bueno, pues aunque forme parte de las creencias populares y no sean pocos los que lo hacen, nos toca hablar del asunto y aclarar si se trata de una realidad o un mito.

¿Orinar sobre la picadura de una medusa alivia los síntomas?

Todos lo hemos escuchado alguna vez, para aliviar la picadura de una medusa (que puede provocar irritación e inflamaciones, dejar marcas e incluso causar problemas sistémicos en todo el cuerpo); una medida "casera" y de urgencia es orinar sobre la zona de contacto. Pues bien: en pocas palabras, no lo hagáis.

Para explicarlo, hay que entender que la orina se compone de agua, de urea, ácido úrico y amoníaco. Al orinar sobre el área en el que los tentáculos de la medusa se han agarrado, lo que sí se produce es un alivio rápido del dolor, esto es completamente cierto. El amoníaco alivia el escozor y puede parecer que, al atenuarse el síntoma físico, la situación mejora, pero nada más lejos de la realidad.

En primer lugar, lo que sucederá es que se puede extender el veneno inoculado por la medusa, lo que acentuará los problemas cutáneos. Pero esto no es nada comparado con el otro efecto. Sucede que la medusa, al entrar en contacto con su objetivo, liberan unos compuestos llamados nematocistos. Se trata de unos coágulos subcelulares que liberan veneno incluso al separarse de la medusa, y que al detectar cambios de presión o temperatura (como los que provocará la orina), seguirán emitiendo dicho veneno, empeorando aún más la situación.

¿Cómo se debería tratar una picadura de medusa?

En primer lugar, por razones obvias, conviene dejarlo en manos de profesionales si están disponibles. El personal de socorro presente en la mayoría de playas españolas está preparado para enfrentarse a esta situación. Pero si no podéis contar con ellos por cualquier motivo o hay que actuar con urgencia, hay una serie de consejos que cualquiera puede aprovechar.

En primer lugar, retirar los restos de tentáculo de la medusa, si siguieran adheridos a la piel. Pero cuidado, hay que hacerlo con algún material plástico que evite entrar en contacto con los restos.

Después, lo ideal es aplicar hielo envuelto en una toalla (no directamente sobre la piel) durante 5 a 15 minutos. En un caso ideal, debería ser hielo de agua salada, pero como es bastante posible que no lo tengáis a mano, sirve el agua dulce. Los expertos recalcan el usar una toalla, no el contacto directo del hielo sobre la piel, ya que el agua dulce será contraproducente.

En caso de no tener hielo, lo que sí que es efectivo es lavar la zona con agua salada, de la que deberíais tener suficiente a mano. Con estas medidas debería ser suficiente para aliviar la zona el tiempo suficiente para que los servicios médicos puedan atender la herida adecuadamente.

Redactor de guías