Shannen Doherty, la emblemática actriz conocida por sus roles en Sensación de vivir y Embrujadas, ha fallecido a los 53 años tras una larga batalla contra el cáncer. La noticia fue confirmada por su publicista, Leslie Sloane, quien en un comunicado expresó el profundo pesar de la familia y pidió privacidad en este difícil momento. Doherty, quien había sido diagnosticada con cáncer de mama en 2015, luchó valientemente contra la enfermedad, mostrando una notable resiliencia y un espíritu inquebrantable.
El cáncer volvió en 2019
Tras dos años de tratamiento, anunció con alegría que su cáncer estaba en remisión. Sin embargo, en 2019, la enfermedad regresó en un estadio más avanzado, estadio IV, marcando el inicio de una nueva y más dura batalla. A comienzos de 2023, Doherty reveló que el cáncer había hecho metástasis en su cerebro, un diagnóstico devastador que compartió abiertamente con sus seguidores, mostrando una valentía admirable frente a su situación.
A lo largo de su enfermedad, Doherty se mantuvo enfocada en vivir lo más plenamente posible. En una entrevista con iHeartRadio, expresó su deseo de recaudar fondos para combatir el cáncer y su temor de no lograrlo a tiempo. "No quiero morir demasiado pronto porque tengo mucho que conseguir aún", dijo, evidenciando su incansable determinación y su deseo de marcar una diferencia en la lucha contra esta enfermedad.
'Sensación de vivir' le hizo saltar a la fama
La carrera de Doherty comenzó a los diez años, cuando apareció en la serie "Father Murphy." Sin embargo, fue su papel como Brenda Walsh en Sensación de vivir el que la catapultó a la fama en los años 90. Posteriormente, consolidó su estatus en la televisión con su interpretación de Prue Halliwell en Embrujadas, donde trabajó durante tres temporadas y dirigió varios episodios. A pesar de los desafíos personales y profesionales, su talento y carisma dejaron una marca indeleble en la industria del entretenimiento.
En su vida personal, enfrentó varias adversidades, incluyendo tres divorcios. Su matrimonio con el fotógrafo Kurt Iswarienko fue el más duradero, pero también terminó en separación. A pesar de estos desafíos, Doherty encontró consuelo y apoyo en su familia, amigos y en su perro Bowie, quienes estuvieron a su lado hasta el final. Su lucha contra el cáncer la llevó a convertirse en una voz importante para la concienciación y la investigación de esta enfermedad, compartiendo su experiencia y ayudando a otros a través de su podcast Let’s Be Clear.
La actriz también habló abiertamente sobre sus deseos para su funeral, mostrando su rechazo a la falsedad y su deseo de que solo aquellos que realmente la apreciaban asistieran. Expresó su deseo de que sus cenizas fueran mezcladas con las de su perro y su padre, y parte de ellas convertidas en una joya por su amigo Chris Cortazzo.