Un grupo de investigadores han determinado por primera vez la edad de una de las dunas de arena más grandes y complejas del planeta, localizada en Marruecos. Esta duna estelar, con una impresionante altura de 100 metros, forma parte de los vastos mares de arena que caracterizan los desiertos de África, Arabia, China y América del Norte. La singularidad de las dunas estelares radica en sus brazos extendidos desde un núcleo central, una forma que recuerda a una estrella al observarla desde una vista aérea. Esta investigación, llevada a cabo por un equipo de la Universidad de Aberystwyth, Birkbeck y la UCL, ha revelado que las secciones más antiguas de la duna marroquí datan de hace 13.000 años, ofreciendo nuevas perspectivas sobre la formación y evolución de estas estructuras naturales.
Qué son las dunas estelares
Aunque las dunas estelares son un fenómeno bien conocido en los desiertos actuales, su presencia ha sido casi inexistente en el registro geológico, planteando interrogantes sobre su formación y persistencia a través del tiempo.
El estudio, publicado en la revista Scientific Reports, no solo proporciona datos sobre la antigüedad de estas dunas, sino que también desafía la percepción previa de los científicos sobre la edad de las dunas más grandes, sugiriendo que su formación puede ser más rápida de lo previamente asumido. El análisis detallado de la duna estelar marroquí, conocida como Lala Lallia, ha demostrado que esta estructura alcanzó su tamaño actual mediante un crecimiento acelerado durante el último milenio.
Los hallazgos de la investigación son particularmente significativos, ya que sugieren una correlación entre la formación de la duna estelar y el Dryas Reciente, un periodo de enfriamiento abrupto que marcó la historia climática de la Tierra. Además, la presencia de cerámica en el sitio indica condiciones climáticas previamente más húmedas, posiblemente debidas a un monzón intensificado, que habrían contribuido a estabilizar la duna antes de una prolongada sequía. Estos descubrimientos no solo enriquecen nuestra comprensión de las dinámicas desérticas sino que también ofrecen pistas sobre los patrones climáticos pasados y sus efectos en la configuración del paisaje.
La metodología empleada en el estudio, incluido el uso de tecnología de radar de penetración terrestre y técnicas de datación por luminiscencia, ha permitido a los investigadores observar la estructura interna de la duna y desarrollar un modelo para la formación de estas gigantescas dunas. Esta aproximación metodológica abre nuevas vías para identificar características similares en el registro de rocas, mejorando así nuestra capacidad para reconocer y comprender estos fenómenos geológicos en contextos tanto terrestres como extraterrestres.
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