Netflix ha anunciado el inicio del rodaje de El refugio atómico, un ambicioso proyecto bajo la dirección creativa de Álex Pina y Esther Martínez Lobato, el dúo detrás de éxitos como La casa de papel. La serie, que promete ser un thriller apocalíptico parecido a la saga de videojuegos y futura serie de Prime Video Fallout, se compone de ocho episodios y está siendo producida por Vancouver Media.
La dirección corre a cargo de Jesús Colmenar, David Barrocal y Jose Manuel Cravioto, asegurando una visión única y coherente para la narrativa de la serie. Con un elenco estelar que incluye a Miren Ibarguren ('Todos mienten'), Joaquín Furiel ('El reino'), Natalia Verbeke ('Una vida menos en Canarias'), Carlos Santos ('El hombre de las mil caras'), Montse Guallar ('Sé quién eres'), Pau Simón, Alicia Falcó ('Las buenas compañías'), Agustina Bisio y Álex Villazán ('Alma'), entre otros, "El refugio atómico" se perfila como una de las apuestas más fuertes de Netflix para el próximo año.
El equipo detrás de la serie ha reunido a un reparto diverso y talentoso, prometiendo interpretaciones que darán vida a un guion complejo y lleno de matices. El guion ha sido desarrollado por un equipo creativo que incluye a los propios Pina y Martínez Lobato, junto a David Barrocal, David Oliva, Lorena G. Maldonado y Humberto Ortega, garantizando la profundidad y calidad narrativa que caracteriza a las producciones de Vancouver Media.
Los más privilegiados se meten a un búnker mientras la sociedad estalla por los aires
El refugio atómico plantea un escenario donde la Tercera Guerra Mundial está a punto de estallar, por lo que un grupo de multimillonarios decide refugiarse en Kimera Underground Park, un búnker de lujo. Esta exclusiva ciudad subterránea, equipada con todas las comodidades imaginables, desde restaurantes y coctelerías hasta gimnasios y spas, se convierte en el escenario principal donde los personajes observarán el colapso del mundo exterior. La serie explorará las dinámicas de poder, las relaciones interpersonales y los conflictos morales que surgen en este microcosmos, ofreciendo una reflexión sobre la condición humana frente a la catástrofe. Tal y como hicieron juegos como Fallout 3 (en el que comenzabas en el búnker como habitante y otras entregas, en las que en cada refugio había ocurrido una debacle interna).