Mila Kunis ha sido clara: sabía que El destino de Júpiter iba a ser un fracaso incluso antes de comenzar a rodarla. La cinta, dirigida y escrita por las hermanas Wachowski, nos cuenta la historia de ciencia ficción de Jupiter Jones, una asistenta del hogar que acaba aceptando su destino como heredera de una realeza galáctica. Ayudada por un alienígena encarnado por Channing Tatum, que calificó el rodaje de una auténtica pesadilla, acabarán involucrándose en una guerra espacial. La actriz, como remarcan desde ScreenRant, explica que todo olía mal desde un primer momento por los problemas con la producción y el presupuesto.
El destino de Júpiter: historia de un fracaso anunciado según Mila Kunis
El destino de Júpiter se estrenó en 2015, e inmediatamente después de su llegada a los cines, recibió una oleada de duras críticas por parte de los espectadores y la prensa especializada, obteniendo una baja calificación de Rotten Tomatoes. Esto, unido a la propia calidad del filme, llevó a la cinta a recaudar unos 183 millones de dólares en su paso por las salas.
Se trata de una cantidad insuficiente, ya que hablábamos de un blockbuster de más de 215 millones de presupuesto más publicidad. Casi nada. Tatum, que habló previamente del rodaje, también se percató de que nada iba a salir bien. Ahora es Kunis, a través de su participación en el podcast Happy Sad Confused, la que destaca que sabían que algo olía mal cuando el presupuesto de película se redujo a la mitad poco antes de rodar.
"¿Cuándo supimos que la película fracasaría? Bueno, creo que antes de que empezáramos la producción, porque nuestro presupuesto se redujo a la mitad", comenta Kunis, que afirma que los responsables de la película estuvieron buscando vías de financiación alternativas e incluso ajustando los guiones a los cambios de presupuesto. "Es decir, el presupuesto original de la película era el doble, y puedes hacer mucho más con mucho más dinero", afirma Kunis. "Muchas veces ese tipo de guiones tienen una historia muy buena, pero necesitas otras cosas para hacerlas extraordinarias", prosigue.
"Pero justo antes de la preproducción, por una multitud de razones con los estudios y otras cosas, se redujo el presupuesto y la película fue diferente", concluía. Aquello, comenta Kunis, condenó al filme, una space opera de ciencia ficción con énfasis en los efectos visuales y su diseño artístico, similar al de universos pulp como el de Flash Gordon. Con una financiación reducida, El destino de Júpiter se vio reescribiendo muchas de las las escenas para disminuir la necesidad de tomas con efectos especiales, cambiando la narrativa y afectando al desenlace final de la película.