Sam Altman, CEO de OpenAI y padre de ChatGPT, ha lanzado una afirmación que ha sacudido a la industria del contenido digital: la era de los creadores tal como los conocemos está cerca de concluir. "Lo que realmente quieres es contenido original", declaró recientemente en una entrevista conjunta con Bill Peebles, director de Sora, en el programa online TBPN.
Según Altman, la inteligencia artificial generativa está cambiando radicalmente la forma en que se produce y se consume contenido, desplazando lentamente a los creadores tradicionales, aunque sin eliminar por completo la necesidad de la supervisión humana.
Sam Altman anuncia el fin de los creadores tradicionales: "Lo que queremos es contenido original"
En España, el ecosistema de creadores sigue en expansión. En 2025, más de 15.000 creadores superan los 100.000 seguidores en plataformas como YouTube, Instagram, TikTok o Twitch. De ellos, aproximadamente 1540 alcanzan el millón de seguidores, un incremento del 10% respecto al año anterior. Además, más de 207.000 creadores superan los 10.000 seguidores, generando un promedio diario de medio millón de publicaciones. Que la IA entre en este ámbito es toda una locura y un terremoto para el sector.
OpenAI ha reforzado su posición como líder en generación de contenido con inteligencia artificial. En los últimos meses, la compañía ha lanzado un nuevo generador de imágenes capaz de seguir instrucciones de texto con gran precisión y, recientemente, la segunda versión de su modelo de generación de vídeo, base de Sora, la app de vídeos cortos verticales impulsada por IA.
Altman insiste en que el futuro estará en la generación de contenidos asistida por IA, supervisada por humanos: "No importa si está generado por una IA o por un humano; lo que queremos es que sea genial, original y que tenga algo de conexión humana".
El CEO subraya que muchos contenidos puramente humanos son hoy menos originales que los generados por IA y que, para seguir siendo relevantes, los creadores deberán aprender a integrar estas herramientas en su trabajo. La conclusión es clara: los creadores del futuro no desaparecerán, pero deberán reinventarse para combinar creatividad humana y eficiencia tecnológica, asegurando contenidos de calidad que conecten con la audiencia.