Madrid es la gran capital de España y uno de los puntos donde la crisis del transporte y la vivienda más se dejan sentir. La ciudad ha comenzado a cambiar su forma para adaptarse a los nuevos tiempos, y mientras mira al futuro con megaproyectos como Madrid Nuevo Norte, la urbe comienza a vislumbrar un respiro en su crítica situación de vivienda.
El norte de la capital está a punto de acoger un proyecto urbanístico de gran calado que promete reforzar la oferta residencial en una región marcada por precios elevados y un acceso cada vez más difícil a pisos en venta o alquiler. El Ayuntamiento de Alcobendas acaba de aprobar el plan parcial del barrio de Los Carriles-Valgrande, un desarrollo que prevé alrededor de 8600 viviendas, más de la mitad de ellas protegidas, lo que supone un paso relevante frente al déficit histórico de vivienda en la zona.
Madrid pone rumbo a aliviar la crisis habitacional: Alcobendas aprobará 8.600 viviendas para 25.800 vecinos
Aunque los primeros bloques todavía tardarán en levantarse, los promotores del proyecto ya anticipan que se trata de "el mayor desarrollo urbanístico del norte de Madrid", con una combinación de viviendas, zonas verdes, servicios y espacios comerciales que transformarán por completo el municipio. La iniciativa aspira a ofrecer un entorno residencial completo, con dos nuevos parques y más de 55.000 metros cuadrados destinados al sector terciario, generando además empleo: se estiman unos 4000 puestos durante la construcción y más de mil de forma permanente una vez finalizado el barrio. La inversión proyectada ronda los 2300 millones de euros, con un retorno estimado para Alcobendas de 511 millones.
El desarrollo se asentará sobre cerca de 2,17 millones de metros cuadrados, de los cuales casi el 57% serán espacios públicos, el 25% zonas verdes y el 20% dedicados a equipamientos y servicios. Los parques previstos, uno junto al Monte de Valdelatas y otro cerca del arroyo de Valdelacasa, tendrán dimensiones equivalentes a seis veces el parque de Andalucía y supondrán la reposición de todos los árboles afectados por la urbanización. Con capacidad para acoger hasta 25.800 habitantes, el proyecto supone un aumento significativo de población para Alcobendas, que actualmente cuenta con algo más de 121.000 censados.
El plan parcial acaba de superar un hito burocrático decisivo, con la aprobación del pleno local por 26 de 27 votos. Según la alcaldesa Rocío García Alcántara, esto otorga "seguridad jurídica para compradores e inversores" y permite avanzar con el cronograma previsto. Tras superar retrasos previos, incluidos dictámenes del Supremo por fallos técnicos en la evaluación ambiental, los impulsores confían en iniciar la urbanización y la construcción de los primeros bloques lo antes posible.
Para Leopoldo Arnaiz, gerente de la junta de compensación, se trata de un "paso decisivo" en un proyecto trabajado durante más de dos décadas, que combina viabilidad, sostenibilidad y respuesta a una demanda real de los vecinos del norte de Madrid.