Con meses de retraso y fuera de la fecha marcada en el calendario de cualquier amante del terror, El Asesino con Ojos de Corazón (Heart Eyes) ha aterrizado en España. El slasher, producido por parte del equipo detrás de Scream, debía estrenarse en torno a San Valentín, pero finalmente ha llegado este agosto directamente a plataformas digitales como Prime Video, Movistar+ y Rakuten, en modalidad de alquiler.
Un asesino atípico en cuanto a estética
La trama arranca en Seattle, en pleno 14 de febrero, cuando un misterioso asesino enmascarado confunde a dos compañeros de oficina que hacen horas extras con una pareja sentimental. Lo que parecía una jornada rutinaria se convierte en una pesadilla de supervivencia: la noche más romántica del año se transforma en una sangrienta cacería, siguiendo la tradición del slasher clásico donde el amor se mezcla con la muerte.
El reparto reúne a varias caras reconocibles de la televisión y el cine reciente: Olivia Holt, protagonista de Cruel Summer; Mason Gooding, visto en la última saga de Scream; y Gigi Zumbado, junto a intérpretes veteranos como Devon Sawa y Jordana Brewster, que aportan un aire de legado al género. El guion, escrito a seis manos por Phillip Murphy, Christopher Landon (Feliz día de tu muerte) y Michael Kennedy (Freaky), refuerza la idea de que este proyecto no es un simple producto de fórmula, sino un intento de revitalizar el slasher contemporáneo con humor negro y violencia estilizada.
En Estados Unidos, la película se estrenó en cines el pasado invierno y sorprendió con una recaudación que superó los 30 millones de dólares, una cifra significativa para un título de presupuesto medio y de género. Ese rendimiento demostró que, pese a la saturación de secuelas y remakes, todavía hay espacio para nuevas propuestas dentro del cine de asesinos enmascarados, especialmente cuando saben conectar con un público joven ávido de sustos y adrenalina.
La decisión de no pasar por salas españolas y optar directamente por el alquiler digital ha generado cierto desencanto entre los seguidores del género. Estrenar en San Valentín habría potenciado el marketing y el impacto cultural, tal como ocurrió en Estados Unidos, pero el cambio de estrategia parece responder a una apuesta de las distribuidoras por el consumo doméstico. Un movimiento que refleja también cómo el mercado español sigue relegando ciertos géneros al circuito digital, a pesar de que el terror es uno de los más rentables en taquilla.
Queda por ver si, pese a no tener estreno en salas, logrará enamorar —y aterrar— al público español como ya hizo con el estadounidense.