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La polémica en la San Diego Comic-Con Málaga confirma la decepción de algunos fans: '¿150 euros por una foto y una firma?'

La magia del encuentro tiene precio: en Málaga, la foto y la firma de tus ídolos superan los 150 euros. Son precios altos, pero habituales en este tipo de convenciones. Algunos fans están indignados.

La San Diego Comic-Con Málaga arranca el próximo 25 de septiembre con toda la fuerza de un evento que quiere consolidarse como la gran cita del fandom en el sur de España y Eurppa. Habrá charlas, presentaciones, talleres, cosplay y un cartel de invitados internacionales que promete atraer a miles de personas. De hecho, la organización ha aumentado sus expectativas, superando los 120.000 visitantes, demostrando un poder de convocatorio sin igual. Sin embargo, en medio de la expectación ha surgido un debate inevitable: el precio de los recuerdos.

San Diego Comic-Con Málaga desata la indignación: 150 euros por una foto y una firma

"¿150 euros por una foto y una firma?", se preguntan algunos. Otros, directamente, se quejan de la falta de plazas o de la congregación de firmas en un día concreto del festival. Porque sí, hacerse una foto con tu estrella favorita o llevarse un autógrafo firmado en mano no es algo precisamente barato. De hecho, los precios han sorprendido a más de uno: 90,75 euros por una foto, 66,55 euros por un autógrafo. Y si quieres ambas cosas, la cifra sube hasta los 157,30 euros, sin contar la entrada al propio evento, que cuesta 50 euros. Haz cuentas: un fan que aspire a foto y firma con dos invitados podría acabar pagando más de 300 euros en recuerdos.

La organización ha explicado que no son ellos quienes fijan los precios, sino los propios invitados o sus representantes. Y, en realidad, esto no es nada nuevo: en convenciones de Estados Unidos o Reino Unido es habitual que los artistas conviertan sus firmas y fotos en un servicio exclusivo, con tarifas muy parecidas a las de Málaga.

La organización ha explicado que no son ellos quienes fijan los precios: son representantes y agencias; son tarifas habituales en EE.UU

Lo curioso es que esa práctica, que en su origen parecía anecdótica, se ha convertido en el estándar. El recuerdo -esa foto con tu héroe, esa firma en tu cómic de la infancia- ya no es un regalo del encuentro, sino un producto más de la convención, con factura incluida.

Dos mundos dentro del mismo evento: es un precio alto pero habitual en estas ferias

Esto genera, inevitablemente, una división dentro del propio público, sobre todo en redes sociales. Por un lado están quienes van a disfrutar del ambiente, los paneles y las actividades gratuitas que incluye la entrada. Y por otro, quienes están dispuestos a pagar el extra para llevarse algo tangible de su estrella favorita. La diferencia no es pequeña: en la zona de Meet the Artist, donde se concentran las firmas y fotos, cada minuto de atención tiene precio. Mientras tanto, en la Artists’ Alley, los aficionados podrán encontrarse con dibujantes y autores de cómic sin coste adicional, aunque con limitaciones (número de firmas, horarios reducidos…).

Al final, lo que está en juego es una paradoja muy propia de la cultura pop actual. Por un lado, se nos vende la idea de que el fandom es un espacio democrático, abierto, compartido: cualquiera puede ser fan. Pero cuando llega el momento de inmortalizar el recuerdo con tu ídolo, aparece una frontera muy clara: el precio.

No es lo mismo vivir la experiencia de la Comic-Con que poder pagar por llevarte esa prueba material de que estuviste allí, frente a tu héroe de la pantalla o de los cómics. Y eso obliga a cada asistente a tomar una decisión: ¿vale la pena?

Málaga, escenario de la ilusión (y de la factura)

Más allá de la polémica, Málaga se convierte estos días en el epicentro de la cultura pop en España. La ciudad espera a decenas de miles de visitantes, y la Comic-Con promete dejar imágenes memorables: salas llenas, pasillos repletos de cosplayers y momentos de entusiasmo colectivo.

Pero, entre tanta ilusión, queda flotando la misma pregunta: ¿cuánto estamos dispuestos a pagar por un recuerdo? Y lo más inquietante quizá sea que ya ni siquiera hablamos de merchandising o ediciones limitadas, sino de un simple segundo con alguien a quien admiramos. Ese segundo, en Málaga, cuesta 150 euros.