Hollywood se ha abonado a las grandes revoluciones infográficas, como la tecnología de deepfake y rejuvenecimiento digital, dos elementos que han emergido como una herramienta poderosa, pero también controvertida. Desde sus primeros balbuceos y apariciones en películas de Marvel, la industria cinematográfica ha recorrido un largo camino en su intento por devolver la juventud a actores icónicos. Sí, hay desafíos técnicos y éticos que no dejan de generar debate, pero también motivos presupuestarios. Misión Imposible: Sentencia Mortal era una cinta polémica para Paramount, un filme carísimo, que ha tenido inyecciones de dinero externas para evitar su debacle en la taquilla.
Mientras el gran Tom Cruise se prepara Misión Imposible 8 -que será aún más cara-, Christopher McQuarrie, director y guionista de la saga, subraya tanto el potencial como las limitaciones actuales del rejuvenecimiento digital en el cine. Y sí, confirma que Julia Roberts casi ficha por la película pero su ajuste digital fue tan caro que casi arruina a Paramount.
'Era más cara que la secuencia del tren': 'Misión Imposible 7' casi incluye a una rejuvenecida Julia Roberts en la película
McQuarrie contemplaba un prólogo para la película que habría dejado boquiabiertos a los espectadores: un flashback a 1989 con un Tom Cruise rejuvenecido y la inclusión de una joven Julia Roberts, justo antes de su icónica aparición en Pretty Woman. El objetivo era emular el estilo visual de Tony Scott, director de Días de trueno, película que protagonizó Cruise ese mismo año. Se planificó y se preparó durante semanas, pero McQuarrie y su equipo se encontraron con obstáculos insuperables, no solo técnicos sino también financieros.
El coste de rejuvenecer digitalmente a múltiples actores, incluyendo a Cruise, Roberts, Esai Morales y Henry Czerny, resultó prohibitivo para los creativos. El presupuesto para apenas seis minutos, era comparable a las escenas más espectaculares de la película, como la del tren -la más compleja de rodar de todas-, y Paramount ya estaba con la ceja levantada tras un aumento de los costes por culpa de una producción accidentada. Como resultado, la idea fue finalmente desechada, al menos por ahora.
"¿Cómo sería si Tony Scott la hubiera dirigido, y quién sería la protagonista? Pensé en quién era la ingenua, la nueva gran estrella de 1989. Y ahí estaba 'Mystic Pizza'. Y dije: 'Oh, dios mío. La Julia Roberts pre-Pretty Woman debería ser esta mujer joven'. La única manera de hacer justicia con la secuencia usando rejuvenecimiento digital sería convencer a Julia Roberts de alguna manera para venir y hacer este papel pequeño al principio. Y claro, cuando estás tratando ese concepto, empiezas a pensar: Ahora lo que va a hacer todo el mundo es pensar en el de-aging de Julia Roberts, Tom Cruise, Esai Morales y Henry Czerny", comentaba el director en un podcast. No cuajó.
El rejuvenecimiento digital ha sido una apuesta arriesgada en producciones de alto perfil, con resultados mixtos. En Blade Runner 2049 (2017), la recreación digital de una joven Sean Young como Rachael sorprendió a muchos por su fidelidad, aunque también enfadó a muchos por las implicaciones éticas de resucitar a personajes fallecidos o utilizar la imagen de actores sin su participación directa. Igualmente, en El irlandés (2019), Martin Scorsese utilizó tecnología avanzada para devolver décadas de juventud a Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci.
Aunque los efectos visuales fueron elogiados por su complejidad técnica, la actuación física de los actores, evidentemente mayor, creó una extraña disonancia que algunos espectadores encontraron desconcertante. En otras palabras: fue horrible. La decisión de McQuarrie fue correcta, por muchos motivos, pero no son pocos los que dicen que habrá alguna sorpresa en el futuro en este aspecto.